�QUE ES EL MODERNISMO?

Por Armando Di Pardo

� Copyright 2002, Adelphia.
Gral. E. Mart�nez 889, (C1426BBM) Buenos Aires, Argentina. www.philadelphos.org
Esta p�gina y todos sus contenidos se encuentran registrados y no puede ninguna parte de ellos ser almacenada en BBS o sitios de Internet sin el permiso expreso del editor. Ninguno de los textos pueden ser reproducidos total o parcialmente con fines comerciales. Pueden ser enviados gratuitamente por correo electr�nico, siempre que se deje intacto su contenido, sin ning�n agregado ni omisi�n, y se haga menci�n expresa del autor y la fuente.

 

q       Antiguo y Nuevo Modernismo

q       Racionalismo

q       Liberalismo

q       Barthismo

q       Neo-Ortodoxia

 

 

�Porque se levantar�n falsos Cristos y falsos profetas...� (Mt.24: 24)

 

INDICE

 

  Introducci�n

 

I)  Antiguo modernismo: Racionalismo

 

1)    � Qu� es el Modernismo?

 

2)       �Qu� es el Racionalismo?              ����������������� �����

 

3)       �Qu� es la Teolog�a liberal?       ����������������� �����

 

4)       Corrientes Modernistas-Racionalistas en los tiempos Apost�licos ����� �����

 

5)       Corrientes Modernistas-Racionalistas desde el siglo II hasta nuestros d�as    

 

Il)   Nuevo modernismo: Barthismo; Neo-Ortodoxia       (V�nculo a segunda parte)  ����������� ����������� �����������        �����������

 

 

PROEMIO

 

La Escuela B�blica de Teolog�a �A.L.E.R.T.A.�, presenta una serie de estudios relacionados con las grandes �Se�ales de los Tiempos�, que nos advierten del cumplimiento de profec�as precursoras de la venida del Se�or para arrebatar a su Iglesia.

Dichos temas ser�n tratados en forma clara y concisa, con el prop�sito de clarificar el pensamiento cristiano sobre distintas corrientes que, actuando desde dentro y fuera de la Iglesia, ejercen su influencia negativa en esta hora decisiva e hist�rica.

Estamos seguros que con la ayuda del Se�or, hemos de aportar una contribuci�n necesaria para discernir la actitud b�blica a asumir por los fieles y que es deber ineludible conocer, pues todos, inevitablemente, debemos sentirnos actores responsables del acontecer evang�lico en la santa vigilia del anhelado retorno del Se�or.

Este primer trabajo que presentamos, versa sobre el tema: ��QU� ES EL MODERNISMO? FALSOS CRISTOS Y FALSOS PROFETAS�. La sola menci�n de su t�tulo evidencia la importancia y trascendencia de los puntos involucrados, que su autor considera dentro de un planteo b�blico e hist�rico bastamente documentado y en estilo tal que introduce al ne�fito, sin carecer por ello de elementos que lo recomiendan al juicio de los entendidos.

Plegue a Dios que halle eco en muchos corazones.

JOSE M. DI PARDO

Prof. Historia de la Iglesia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


HERMANOS EN EL SE�OR JESUCRISTO:

 

Constre�ido por el amor de Dios, a su Santa Palabra y a la Iglesia que el Se�or gan� con su preciosa sangre y seguro de su ayuda, os invito a aplicarnos al estudio de la Biblia y de la Historia, con el prop�sito de discernir �para precavernos- la m�s terrible plaga que jam�s azot� a la grey cristiana: �EL MODERNISMO!

 

Desde luego, tan compleja y vasta materia apenas podr� bocetarse en un trabajo como �ste que, por su contenido y metraje s�lo pretende ser una sencilla introducci�n sin�ptica al estudio de la misma, de car�cter general y popular.

 

INTRODUCCION.

 

Ante todo, debemos establecer que la iniciativa de la acci�n, en el misterio del enga�o, corresponde al mismo Satan�s, pues �ste:

 

�Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira�. (Jn. 8:44).

 

Esto nos capacita para entender que las palabras del Se�or:

 

�Se levantar�n falsos Cristos y falsos profetas�. (Mt. 24:24).

 

refieren primordialmente a esp�ritus infernales, que, simulando ser el mismo Se�or Jes�s (falsos Cristos), se manifestar�n por medio de instrumentos humanos (falsos profetas).

Quienes conozcan apenas algo de la m�ltiple acci�n de los esp�ritus fraudulentos actuantes en el campo diab�lico del Espiritismo, comprender�n mejor el misterio. As� como un medium espiritista es el instrumento usado por un demonio para hacer creer -pongamos por caso- a una mujer viuda, que el propio esp�ritu de su difunto esposo le habla; as�, hermanos, existen demonios escogidos que se hacen pasar por el prometido Esposo de la Iglesia, Jesucristo.

 

�Y no es maravilla, porque el mismo Satan�s se transfigura en �ngel de luz. As� que, no es mucho si tambi�n sus ministros se transfiguran como ministros de justicia�. (2� Co. 11:14, 15).

 

Tales esp�ritus enga�ar�n a ciertos hombres, que, por haberse apartado de la Verdad revelada en la Palabra de Dios, caer�n f�cilmente como v�ctimas de los mismos demonios, cuya existencia real ponen en duda o niegan.

 

�Empero el Esp�ritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos apostatar�n de la fe, escuchando a esp�ritus de error y a doctrina de demonios�. (1� Ti. 4:1).

 

Los esp�ritus de error, pueden hacerse o�r, actuando como malicias espirituales, en el campo mental humano (Ef. 6:12). Desde luego, no se presentar�n como tales, sino que aparecer�n en el plano mental de ciertos pensadores, como influencias altamente inteligentes, para insinuarles nuevas o m�s profundas ideas sobre determinados problemas del Saber. Y esos hombres, �vidos de aprehenderlas, se abrir�n plenamente a esas influencias, que los ir�n envolviendo sutil y paulatinamente hasta llegar a dominarlos, enga��ndolos en tal manera que creer�n haber sido inspirados por Dios... Y saldr�n de sus gabinetes de estudio a proclamar sus nuevas verdades, sin discernir que s�lo difunden doctrinas de demonios.

 

Mucha gente, en el campo del modernismo, vive tal o muy parecida tragedia interior. La Palabra de Dios revela su enga�o, pero los modernistas, por su formaci�n intelectual, est�n predispuestos en contra, precisamente, de los mismos textos b�blicos que declaran esos misterios. Otras veces, razones de prestigio, concepto propio, posiciones, influencia, fama, act�an en esos hombres como elementos inhibitorios. �Ojal� que muchos de ellos reciban este mensaje y lo mediten con sincera oraci�n!

 

Y en cuanto a nosotros, hermanos, jam�s olvidemos la amonestaci�n de la Palabra de Dios, que nos previene:

 

�Amados, no cre�is a todo esp�ritu, sino probad los esp�ritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.�

 

�...y todo esp�ritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios: y �ste es el esp�ritu del anticristo...� (1� Jn. 4:1, 3)

 

S�lo la ignorancia voluntaria por desidia en el estudio de la Biblia; la imprudencia, falta de vigilancia y de oraci�n; la indiferencia por enfriamiento de la caridad o cobard�a moral; la desobediencia, la complicidad con los ap�statas por compromisos personales o intereses creados, etc., pueden acarrear a creyentes su m�s vergonzosa derrota en manos del diablo, que busca introducir su falsa doctrina en el seno de organizaciones cristianas y aun de las mismas Iglesias locales, con el prop�sito de preparar el camino al anticristo. �ALERTA HERMANOS!, contra los errores de aquellos que, ENGANARAN, SI ES POSIBLE, AUN A LOS ESCOGIDOS. (Mt. 24:24).

 

I - ANTIGUO MODERNISMO: RACIONALISMO.

 

1)      �Qu� es el Modernismo?

 

Es un desmedido amor a lo novedoso en desmedro de lo antiguo; algo as� como aquel prurito intelectual que padec�an los Atenienses que contendieron con Pablo, quienes:

�...en ninguna otra cosa entend�an, sino o en decir o en o�r alguna COSA NUEVA�. (Hch. 17:21).

 

Es, adem�s, un falso esp�ritu de progreso, que comienza por concebir insatisfacci�n con lo que se es o lo que se tiene, e impulsa a ir m�s all�... sin restricciones de ninguna especie.

 

Trasladado al campo teol�gico, ese esp�ritu progresivo, llega al extremo de rebajar y aun desechar la Autoridad de la Palabra de Dios, critic�ndola primero, mutil�ndola luego, para finalmente anularla y reemplazarla con la falsa autoridad de los pensamientos de los hombres.

 

El ap�stol Juan nos da una excelente definici�n del modernismo, al decirnos:

 

�Cualquiera que se rebela y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios�. (2� Jn. v. 9).

 

�REBELION! Un alzamiento contra la doctrina de Cristo tal como registrada en la Palabra de Dios, provocado por aquellos que caen en el abismo de la incredulidad por haber puesto sus pies en el tropiezo de la duda. Hombres que NO TIENEN A DIOS, aunque algunos de ellos creen no s�lo que lo tienen, sino que, HASTA LO SON...

 

Y por tratarse de REBELION, el modernismo se ubica en el tiempo de la Historia que registra la ca�da de aquel �QUERUBIN CUBRIDOR� ahora conocido como el Diablo, quien se dijo:

 

�Subir� al cielo... junto a las estrellas de Dios entrelazar� mi solio... y SERE SEMEJANTE AL ALTISIMO�. (Is. 14:13, 14).

 

Subir�... subir�... �Y CAYO! �Como ca�ste del cielo, oh Lucero, hijo de la ma�ana�. (Is. 14:12). Ca�do del cielo, Satan�s obr� en la tierra. GENESIS 3:1 a 5, nos informa del proceso por el cual logr� hacer modernista al hombre, comenzando por cuestionar la Palabra de Dios e insufl�ndole su mismo deseo de rebeli�n con su mal�fica insinuaci�n: NO MORIREIS... SEREIS COMO DIOSES... Y las criaturas se rebelaron contra el Creador en vano y absurdo intento de hacerse a s� mismas, DIOS.

Concluimos entonces que la paternidad espiritual del modernismo, corresponde a Satan�s. Le siguieron los �ngeles que a su influjo se sometieron, o sea, los demonios, y finalmente, el hombre. Por lo tanto, el modernismo es tan viejo como el mismo Diablo, pero ha ido remoz�ndose a trav�s de los siglos. Veremos de seguirle las huellas.

 

2)      �Qu� es el Racionalismo?

 

Es el pretendido fondo intelectual en que se apoya la rebeli�n del modernismo, para pasar por aceptable. Como el modernismo es rebeli�n contra la doctrina de Cristo, debe entonces producir su propia doctrina para oponer a aquella. Y en cuanto decimos doctrina significamos LAS PALABRAS que la revelan. Pero como las palabras son inseparables del pensamiento y �ste es inseparable de la raz�n, concluimos que el modernismo, para producir alguna especie de doctrina, deber� hablar ciertas palabras y para ello, usar en alguna manera, la raz�n.

 

Cabe decir que si usamos la raz�n como debe ser usada de acuerdo con la ley del Creador y por lo tanto, en sumisi�n de Dios y a Su Santa Palabra, nuestros razonamientos ser�n correctos, las palabras que los expresan ser�n verdaderas, las doctrinas sanas y los hechos ciertos. Pero, haced que la raz�n se nutra de la rebeli�n del modernismo y resultar� entonces el RACIONALISMO.

 

Precisamente, el racionalismo parte del principio de independencia, que en el fondo s�lo es REBELION CONTRA DIOS, ya que no acepta sumisi�n a nadie que no sea la propia raz�n del racionalista. Pero �ste confunde tal rebeli�n con libertad y gusta de llamarse amplio, universal o liberal, sin apercibirse que ha traspuesto los amplios portales del LIBERTINAJE para caer en la estrecha c�rcel de su propia limitada raz�n, esclava de Satan�s. Se prueba esto, por el hecho de que el racionalismo, en sus extremos m�s virulentos, ha llegado a rechazar completamente la Autoridad de las Sagradas Escrituras, ha cuestionado la misma realidad hist�rica del Se�or Jesucristo y hasta ha negado la misma existencia de Dios.

 

La edad de oro del racionalismo, es la edad de la raz�n y ciencia humana. De esta �ltima uni�n RAZON-CIENCIA, surgi� el racionalismo mal llamado cient�fico, e infiltrado �ste en el campo de la religi�n, produjo esa especie h�brida de la llamada TEOLOGIA LIBERAL, o sea, el Modernismo Racionalista o Racionalismo Religioso, corno se quiera. La calificamos de h�brida por cuanto no posee virtud alguna para engendrar hijos de Dios, pero aclaramos que es sumamente prol�fica en la engendraci�n de incr�dulos.

 

3)�Qu� es la �Teolog�a liberal� o �Modernismo Racionalista� o �Racionalismo Religioso�?

 

Es la trilog�a del error que se define como las ideas o razones de los hombres que no han perseverado en la doctrina de Cristo y se han rebelado contra la Palabra de Dios, aunque presentadas en t�rminos religiosos de tal semblante, que, sin serlo, pasan por cristianas.

 

Es el maridaje entre una religi�n sin sangre y una ciencia sin esp�ritu, o sea, entre una religi�n espiritualista y una ciencia materialista. Los te�logos liberales se han levantado contra la Ciencia de Dios; han rechazado la ofensa de la Cruz y el Evangelio de la Salvaci�n por la fe en la sangre preciosa del Cordero Jesucristo, al que califican insolentemente de CARNICERIA; han alegorizado o espiritualizado los pasajes de las Escrituras en que se basan las doctrinas fundamentales del Cristianismo, hasta volatilizarlos o hacerlos desaparecer como hechos reales y de fe, present�ndolos como si fueron par�bolas, leyendas o mitos. Por andar siempre del brazo con las teor�as pseudo cient�ficas en boga que les atraen

como la luz artificial a los insectos, se dicen y desdicen a cada paso. La verdadera Ciencia, jam�s podr� rebelarse contra la Ciencia de Dios, pero la falsamente llamada ciencia, s�. (Ver 1� Ti. 6:20, 21).

El creyente, reconoce su propia limitaci�n y se somete a la Palabra de Dios y halla que �sta es perfectamente razonable y verdadera. El hombre de fe, humilde y agradecido, razona y cree.

 

El te�logo liberal, en cambio, se mide a s� mismo con la ancha medida de su sobreestimaci�n personal, no se somete a la Palabra de Dios y en su racionalismo religioso, s�lo cabe lo que su mente finita decide creer, una vez que ha juzgado con su corto alcance y escaso juicio a las insondables razones de Dios y ha negado a muchas de �stas, divinidad. El hombre orgulloso y sin fe, razona equivocadamente y niega. El te�logo liberal es por ello un incr�dulo que se dice creyente y pasa por tal sin serlo.

 

�Estos son falsos ap�stoles, obreros fraudulentos, transfigur�ndose en ap�stoles de Cristo�. (2� Co. 11:13).

 

 

4)Corrientes Modernistas-Racionalistas en los tiempos Apost�licos.

 

FARISEOS: agregaban a la Palabra de Dios sus tradiciones e interpretaciones rab�nicas que finalmente invalidaban la Palabra.

 

SADUCEOS: quitaban a la Palabra; negaban la inmortalidad y por ende, la resurrecci�n. Eran materialistas.

 

Ambas sectas fueron calificadas por Juan el Bautista como GENERACION DE VIBORAS (Mt. 3:7). Agregar o quitar a la Palabra, es trabajo viperino pasible de graves castigos. (Ap. 22:18, 19).

 

ESENIOS: Orden mon�stica en sus adeptos m�s fan�ticos. Eran asc�ticos y vegetarianos. Cre�an en la inmortalidad del alma pero no en la resurrecci�n del cuerpo. No participaban de los sacrificios establecidos en la Ley y oraban mirando al Sol. Sus mas fervientes adeptos prohib�an el matrimonio, pero adoptaban ni�os a quienes ense�aban sus doctrinas y en quienes se perpetuaban. Algunos dicen en nuestros d�as que al Se�or Jesucristo lo educaron los esenios (!) . Quienes tal dicen, no conocen a Cristo, ni a los esenios, ni a la Palabra de Dios.

 

EPICUREOS: Materialistas, ateos, sensuales: comamos y bebamos que ma�ana moriremos.

 

ESTOICOS: El otro extremo. Espiritualistas y ascetas: heroicos en sus esfuerzos por dominar las pasiones. Pero eran pante�stas y por lo tanto monistas, creyendo que esp�ritu y materia son una solo cosa, con la obligada conclusi�n: Yo tambi�n soy Dios.

 

GNOSTICOS: Este calificativo deriva de gnosis que significa conocimiento. Pretend�an poseer una clase de sabidur�a muy especial y acusaban a los ap�stoles de no haber sabido interpretar correctamente los textos del Antiguo Testamento. Su doctrina consist�a fundamentalmente en creer que los seres y las cosas derivaron de emanaciones del Ser Supremo, �eones�, que fueron posando por progresiva degeneraci�n aunque luego iniciar�an un progresivo perfeccionamiento hasta volver a su estado original. Una especie de teosof�a que ense�aban en privado. Negaban las escrituras y se opon�an por igual al Juda�smo y al Cristianismo. Con su filosof�a, trataban de dar cuenta de la Creaci�n, con lo cual ten�an la pretensi�n de ser cient�ficos. All� tenemos el enlace entre la falsa ciencia y la falsa teolog�a, consumado en pretendidos sabios que presum�an poseer nuevas luces. Por su m�todo de trabajo, introduci�ndose en los hogares de los creyentes para desviarlos de su fe, el ap�stol Juan orden� o los fieles no recibirlos en sus casas ni decirles bienvenidos (2� Jn. v. 10). Contra los gn�sticos, fueron escritas las siguientes ep�stolas: Colosenses; Primera de Pedro; Primera y Segunda de Juan.

 

Ahora haremos especial menci�n de otra rama modernista-racionalista a la cual, de conformidad con el ap�stol Pablo, denominaremos GANGRENISMO.

 

�Mas evita profanas y vanas parler�as; porque muy adelante ir�n en la impiedad. Y la palabra de ellos carcomer� como gangrena: de los cuales es Himeneo y Fileto; que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurrecci�n es ya hecha, y trastornan la fe de algunos�. (2�Ti. 2:16-18).

 

La herej�a as� expuesta, era la m�s peligrosa, por su elemento dial�ctico. Usamos este t�rmino, �nicamente en su sentido primario de modos de decir o modos de expresi�n o modos de razonar. Ya veremos que no es sino un sin�nimo moderno del vocablo usado por el ap�stol Pablo: �PARLERIA!. En verdad, el t�rmino paulino inclu�a una significaci�n compuesta: VACIO, aunque SONIDO. Es decir, palabras huecas, carentes de sustancia, pero altisonantes, efectistas. Bien lo expresa nuestra excelente Versi�n Reina-Valera: VANAS PARLERIAS.

Con todo, el gangrenismo se las ingeniaba para utilizar ciertos modos de decir o de dial�ctica, que lograba lo que a primera vista parecer�a imposible: NEGAR AFIRMANDO.

 

Himeneo y Fileto atacaban la doctrina de la resurrecci�n corporal y negaban, por lo tanto, la salvaci�n del cuerpo. Con ello daban por falsa la misma resurrecci�n f�sica del Se�or Jes�s y anulaban impl�citamente la esperanza cristiana de igual resurrecci�n y del retorno del Se�or. Pero �y aqu� est� la sutileza dial�ctica� negaban todo eso, vali�ndose de una afirmaci�n: �YA HEMOS RESUCITADO!, o como lo registra San Pablo: �LA RESURECCION ES YA HECHA�. Con ello significaban que la resurrecci�n s�lo ten�a lugar en la conversi�n, que la venida del Esp�ritu era entonces la tal segunda venida del Se�or y que al morir, el alma del creyente abandona para siempre el cuerpo.

 

De modo que un sencillo creyente pod�a escuchar de labios de un gangrenista estas palabras: Los creyentes ya hemos resucitado con Cristo, y al o�rlas bat�a palmas, pues en sentido espiritual es cierto; pero, si todo lo que significa RESURRECCION ya fue hecho en el creyente, entonces cuanta doctrina b�blica tiene que ver con la victoria sobre la muerte y el sepulcro cae a tierra y es negada punto por punto. �Cu�n enga�oso era, pues el gangrenismo!

 

Otro de sus agravantes, consist�a en que no atacaba al cuerpo de la Iglesia desde afuera, como lo hac�an otros enemigos, sino que atacaba desde adentro. Y lograba enga�ar, s�, a�n a los escogidos, puesto que Pablo ap�stol tuvo que escribir: �Y TRASTORNAN LA FE DE ALGUNOS�.

Hermanos: en base a esta revelaci�n de la Palabra de Dios, afirmamos que las herej�as ultramodernas que nos afligen, se basan en principios intelectuales dial�cticos del modernismo racionalista del Siglo I. Cuanto modo de decir o de dial�ctica haga ruido en nuestro Siglo XX, es un reto�o del gangrenismo de Himeneo y Fileto, denunciado por Pablo ap�stol como la forma m�s avanzada de la impiedad.

 

�Nada hay nuevo bajo el Sol�. (Ec. 1:9).

 

5) Corrientes Modernistas-Racionalistas, desde principios del Siglo II hasta nuestros d�as.

 

CERDONITAS, MARCIONITAS, APELIANOS. (Siglo II).

 

Los tratamos en conjunto, pues derivaron unos de otros. Y diremos que sus g�rmenes han permanecido a trav�s de los siglos sea manifiesta o subyacentemente, hasta hoy.

No cre�an en la Inspiraci�n de las Escrituras. Negaban el Antiguo Testamento y gran parte del Nuevo. Rechazaban la engendraci�n virginal del Se�or, la resurrecci�n corporal, etc.

 

CERDON, s�lo aceptaba Lucas sin los dos primeros cap�tulos.

 

MARCION, disc�pulo de Cerd�n en su ANTITESIS, trat� de demostrar las grandes diferencias que -seg�n �l- exist�an entre el Dios del Antiguo y el Dios del Nuevo Testamento. Su argumentaci�n consist�a en contrastar lo severo de la Ley con la benignidad de Jesucristo, sin entender, claro est�, la procesi�n de las Dispensaciones y el Gran Cumplimiento en el Cordero de Dios, inmolado sobre la cruz. Marci�n, por lo tanto, es el progenitor de la obra de la llamada Cr�tica Moral de nuestro tiempo pues afirmaba como en ciertos casos lo ha hecho �sta, que el car�cter del Dios del Antiguo Testamento no concuerda con el del Dios revelado en Jesucristo, con lo cual conclu�a que el Antiguo Testamento no fue inspirado por Dios.

Esto ocurr�a all� por el Siglo II, pero aun hoy, en pleno Siglo XX, sigue ocurriendo.

 

BROMLEY OXNAM, obispo metodista en los Estados Unidos, aparece en su libro �Preaching in a Revolutionary Age�, o sea, �Predicando en una edad revolucionaria�, pp. 78 y 79, citando y escribiendo as�:

 

�Hugo Walpole en �Winstersmoon�, relata de un padre e hijo en la Iglesia. El anciano rector ley� del Antiguo Testamento y el muchacho aprendi� sobre el terrible Dios quien envi� plagas sobre el pueblo y mand� serpientes ardientes para asaltarles. Esa noche, cuando el padre, pas� frente al dormitorio del ni�o, el hijo lo llam�, lo abraz� y le dijo: Pap�, t� odias a Jehov�. Yo tambi�n. Lo aborrezco, sucio mat�n.

Hace mucho tiempo ya que nosotros hemos rechazado un concepto de reconciliaci�n asociado hist�ricamente con una idea de una Deidad tan aborrecible. Dios, para nosotros, no puede ser conceptuado como un Ser enojado, terrible, vengador, quien por causa del pecado de Ad�n debe tener su libra de carne a lo Shylok.[1] Con raz�n el ni�o honrado, en repugnancia justificable, pod�a decir: sucio mat�n�.

 

Hasta aqu�, la cita que no deseamos calificar, S�lo diremos, con el arc�ngel Miguel:

 

�EL SE�OR TE REPRENDA�. (Jud. v. 9).

 

WILLIAM OLIVER STEPHENS, presbiteriano, en un art�culo de su firma aparecido en �The Presbyterian Tribune�, Octubre 1951, nos dice que:

 

�En los libros que preceden a los profetas se nos muestra a un Dios tan repugnante que s�lo puede ser comparado a Hitler y su camarilla�.

 

Repetimos otra vez: EL SE�OR TE REPRENDA.

 

Los Marcionitas, de los cuatro Evangelios s�lo aceptaban Lucas sin los dos primeros cap�tulos. De los dem�s libros del Nuevo Testamento, Marci�n s�lo admit�a las ep�stolas de Pablo. Ten�an adem�s otros errores fundamentales en com�n con los Maniqueos del Siglo III y los Docetistas, quienes negaban la realidad del cuerpo f�sico del Se�or Jesucristo. Con todo, algunas Iglesias Marcionitas posteriores volvieron a la fe.

 

APELIANOS: seguidores de Apeles. Negaban la engendraci�n virginal aunque manten�an que Jesucristo era hijo de Dios y del Esp�ritu Santo y efectivamente hab�a encarnado en un cuerpo humano, pero no en la virgen Mar�a. Seg�n Apeles, el Se�or hab�a sido engendrado por los cuatro elementos, tomando una parte de cada uno de ellos que devolvi� luego al volver al cielo... Rechazaban la Autoridad del Antiguo Testamento y sosten�an que los profetas estaban llenos de errores y contradicciones. Apeles escribi� un tratado para probar la falsedad de los escritos de Mois�s.

 

Los errores de todos esos heresiarcas, continuaron en diversas formas y a trav�s de distintos canales, n�tidamente hasta el Siglo V, y luego algo m�s sutilmente dilu�dos aunque siempre presentes, hasta nuestros propios d�as, como en parte lo llevamos visto.

 

Pero necesitamos hacer un alto en la mitad del SIGLO XVII, cuando, al decir de un historiador:

 

�Por la fatiga que experimentaba la humanidad a causa de luchas teol�gicas y guerras religiosas, las gentes comenzaron a creer que la religi�n y en especial la Cristiana, era la causa de sus calamidades. Y comenz� a surgir en muchos hombres, la idea racionalista con un vigor inusitado, fundada en que si se rechazaban las supersticiones y cada uno viviera seg�n los dictados de su raz�n, amanecer�a un mundo nuevo de paz y fraternidad universal�. (W. J. McGlothlin).

 

Al llegar el SIGLO XVIII, se definen a�n m�s esas tendencias racionalistas modernas, entre las cuales el De�smo[2]de Tom�s Payne y los escritos del ateo Voltaire, eran consp�cuos.

 

La ecuanimidad obliga a reconocer algunas conquistas en el campo de las libertades humanas b�sicas, pero lamentablemente sobrevino un declarado libertinaje, expres�ndose quejas amargas �aunque no siempre infundadas� contra la Iglesia, y duras �aunque siempre infundadas� cr�ticas a la Biblia.

 

Este �ltimo embate del error, fue la placenta que incub� y nutri� a la EDAD DE LA CRITICA, de modo que en el SIGLO XIX, el racionalismo religioso concentr� sus ataques contra la Palabra de Dios.

 

El auge de las ciencias y el af�n de estar a tono y al d�a con ciertos pretendidos descubrimientos cient�ficos, hizo que muchos te�logos abandonaran la Revelaci�n de la Biblia y abrazaran las nuevas ideas que, del transformismo y la evoluci�n de las especies, aventuraran, m�s que establecieran, Lamark y Darwin. Recomendamos, de paso, la excelente obra titulada �LA TEORIA DE LA EVOLUCION Y LOS HECHOS DE LA CIENCIA�, del Profesor HARRY RIMMER, traducida por el hno. Jos� M. Rodr�guez y publicada por la Junta Bautista de Publicaciones, en cuya obra el erudito Profesor Rimmer, refuta las teor�as evolucionistas.

 

La cr�tica destructiva comenz� a descartar grandes secciones del Antiguo y aun del Nuevo Testamento. Hermanos, la Cr�tica reverente, Cr�tica propiamente dicha, tiene su lugar leg�timo y loamos a Dios por los buenos cr�ticos creyentes que han cruzado sus armas siempre victoriosas contra los argumentos del error; pero lamentablemente, por falta de vigilancia y celo, se introdujeron encubiertamente en la Cristiandad, tal como lo predijeran los ap�stoles, ciertos doctores que trajeron al seno del Cuerpo, los bacilos de la mal llamada Alta Cr�tica, con su misi�n demon�aca de desmembrar a la Biblia, al punto que aun desde muchos Seminarios Teol�gicos, otrora leales a la Palabra de Dios, comenz� a manar una corriente de incredulidad contra los escritos b�blicos.

 

Fue por el a�o 1890, que los corifeos del modernismo racionalista levantaban sus voces irreverentes e incr�dulas, negando cada doctrina cristiana y b�blica: y como triste saldo, el escepticismo, la incredulidad, invadieron a muchos ministros y cuerpos eclesi�sticos; aunque justo es consignar que preclaros varones, fieles creyentes en la Palabra de Dios a quienes se ha dado en llamar FUNDAMENTALISTAS, fueron levantados por el Se�or en todas las confesiones evang�licas para testificar a la Verdad de Dios y exponer e impugnar las herej�as. A pesar de ello, los modernistas no cejaron en su empe�o.

 

LA ENTRADA A NUESTRO SIGLO XX, se hizo en muchos ambientes y en muchos respectos, por la ancha puerta de la duda y aun de la negaci�n. Pero el fruto amargo del modernismo racionalista mostr� pronto su naturaleza diab�lica, ya que sus conclusiones desembocaban irremisiblemente en la m�s completa incredulidad, al punto que sus l�neas fronterizas extremas apenas si pod�an distinguirse de las del ate�smo m�s declarado.

 

Un ejemplo de lo que decimos, lo trajo a colaci�n el fiel hermano bautista, Misionero ROBERTO F. ELDER, en su conferencia titulada �EL MODERNISMO�, pronunciada ante la Asociaci�n de Pastores Bautistas, en el a�o 1925:

 

�R. J. Campbell, de Londres, escribi� (m�s o menos en 1907) su libro �LA NUEVA TEOLOGIA�. El m�s renombrado ateo de Inglaterra, Blatchford, dijo: Como socialista agn�stico, estoy naturalmente contento con el libro. Mr. Campbell es un ministro cristiano y yo soy un periodista ateo y la diferencia entre su religi�n y la m�a es tan peque�a que no vale la pena discutirla. Mr. Campbell rechaza las doctrinas de la ca�da y de la expiaci�n; niega la deidad de Cristo, su concepci�n virginal y la infalibilidad de la Biblia y rechaza la idea del castigo divino y de un infierno sin fin. YO TAMBIEN. Mr. Campbell abandona la idea ortodoxa del pecado y dice que el ego�smo es el pecado y que el altruismo es la moralidad y la salvaci�n. YO TAMBlEN�.

 

Otro fiel hermano bautista, el Misionero JAIME C. QUARLES, tradujo al castellano la vigorosa obrita �FE Y LA FE�, de T. T. EATON. En su p�gina 78, tenemos otro ejemplo que corrobora cuanto venimos afirmando:

 

�Ante una Asamblea en Detroit, el Dr. Osgood ley� de algunas hojas de papel lo que �l llamaba las conclusiones de la �cr�tica superior�. En el auditorio hab�a muchos conocedores y partidarios de la �cr�tica superior�. El Dr. Osgood pidi� que se le corrigiera si sus afirmaciones conten�an alguna inexactitud. Pero nadie hizo la menor objeci�n ni rectificaci�n. �CUAL NO SERIA EL ESTUPOR DEL AUDITORIO AL DECLARAR EL CONFERENCIANTE QUE TODO CUANTO EL HABlA LEIDO, LO HABIA EXTRAIDO DE LOS ESCRITOS DE LOS ATEOS DEL SIGLO �XVIII�.

 

Negando los escritos de Mois�s, algunos de los cuales califica de folklore o leyendas aut�ctonas desprovistas de toda veracidad hist�rica y por ende sin autoridad doctrinal; cuestionando una y otra vez la palabra de los profetas y de los ap�stoles; la cr�tica destructiva fu� carcomiendo como gangrena, el seno de todo sector de la Cristiandad que hab�a perdido su primer amor a la Palabra de Dios. Lleg� tambi�n a nuestras playas y muchos fueron, poco a poco, envueltos y por fin enga�ados y arrastrados por esa corriente. Aun algunos que en un principio resistieron, luego, envueltos por amistades y compromisos personales, fueron silenci�ndose, cuando no se constituyeron en colaboradores.

Veamos algunos ejemplos de ese modernismo racionalista contempor�neo, importado a nuestro pa�s; expres�ndose en nuestra propia lengua castellana.

En 1937, aparec�a en Par�s un librito titulado �LA BIBLE�, conteniendo varias conferencias pronunciadas en el Oratorio del Louvre por distintos pastores. Diez a�os m�s tarde, en 1947, la Imprenta Metodista de Buenos Aires conclu�a la impresi�n de su traducci�n castellana, bajo el t�tulo ��QUE ES LA BIBLIA?�. Veremos algo de su contenido:

 

�La descripci�n del hombre que nos hace la Biblia es m�s bien una comprensi�n que un conocimiento y en particular lo que nos dice de �l el Evangelio no son las palabras de un profesor sino de un Profeta. Por cierto, ocurre que en la Biblia, en tal o cual de sus p�ginas antiguas o en las doctrinas de ciertos autores de sus libros, se encuentra en conflicto con las informaciones que nos dan, sobre el hombre, nuestras ciencias modernas. No lo discutiremos y, por otra parte, ese hecho no nos incomoda en absoluto. Reconocemos de buen grado que los enunciados de las ciencias no deben ser descuidados por la teolog�a, para corregir sus errores. No pensamos reprochar a los autores b�blicos, que escribieron sus libros en �poca pre-cient�fica, el que hayan ignorado lo que nosotros sabemos hoy en d�a. La ingenua concepci�n que ten�an de los astros y de la tierra inm�vil en el centro del universo, el ensayo de explicaci�n que daban del origen del mal en la humanidad como resultado de la desobediencia de una primera pareja, son ejemplos de creencia que no pueden ya reclamar nuestra sumisi�n intelectual�. (P. Vergara, en �La �Biblia, libro del hombre�. P�g. 95).

 

�El Antiguo Testamento nos presenta en muchas de sus p�ginas un Dios antojadizo que tolera la mentira y la astucia, que ordena masacres, que es presa de celos que nos parecen odiosos y que encuentra una extra�a satisfacci�n en los sacrificios rituales. �C�mo conciliar tales relatos o tales palabras con las declaraciones centrales del Nuevo Testamento?�. (P. Lestringant, en �La Biblia, libro de la revelaci�n de Dios�. P�g. 121).

 

El llamado �COMENTARIO B1BLICO DE ABINGDON�, es una obra escrita por varios autores, originalmente en idioma ingl�s. Fue vertida al castellano bajo la direcci�n del Dr. B. Foster Stockwell y Adam F. Sosa, y publicado en primera edici�n en 1937 y en segunda edici�n en 1949, en Buenos Aires. Veamos apenas unos p�rrafos de este Comentario y veremos que los comentarios huelgan.

 

�El ministerio bien equilibrado no se encontrar� perturbado indebidamente por las contradicciones e inconsistencias de las Sagradas Escrituras, muchas de las cuales acrecientan su encanto e intensifican la impresi�n de su unidad indestructible�. (P�g. 40).

Sobre los dos primeros cap�tulos del G�nesis, leemos:

 

�Esto no es historia ni ciencia, nunca fue entendido as�. Algunos le llamar�an �folklore�, y hallar�an muchos paralelos en las historias primitivas de otras razas... Si alguno insiste en llamar a esto folklore, dej�moslo hacerlo, recordando que es un �folklore� sagrado�. (P�g. 160).

 

Comentando el cap�tulo 3 del G�nesis, dice:

 

�El castigo de la desobediencia. Jehov� se deleita en pasear por el jard�n cuando sopla la fresca brisa de la ma�ana o de la tarde, goz�ndose en la compa��a y conversaci�n de sus juguetes vivientes. Pero ahora no puede hallarlos, y los llama hasta que ellos contestan. Y aunque no es omnisciente, es sin embargo mucho m�s sabio que el hombre y que la serpiente y conoce que esa nueva timidez no puede tener sino una causa�. (P�g. 161).

 

El lector atento, se habr� ya apercibido que el esp�ritu que inspir� a ciertos autores del Comentario de Abingdon, se identifica con el mismo esp�ritu que inspir� a Apeles y los Apelianos de los primeros siglos. Lo triste del caso es que algunos sinceros creyentes fueron envueltos para colaborar en la traducci�n al castellano de estos y otros errores modernistas. �Enga�ar�n, si es posible, aun a los escogidos�.

 

La obra �LITERATURA DEL ANTIGUO TESTAMENTO�, por Julio A. Bewer, fue vertida del idioma ingl�s al castellano para la llamada Biblioteca de Cultura Evang�lica, y publicada en Buenos Aires en 1938, bajo los auspicios de profesores de la Facultad de Teolog�a de calle Camacu� 282. Presenta las conclusiones de la Cr�tica destructiva y, desde luego, califica de cuentos religiosos a ciertos relatos del Antiguo Testamento, quit�ndoles toda veracidad hist�rica y doctrinal.

 

Veamos un caso:

�Relatos que originalmente no eran israelitas sino cananeos y babilonios, se hab�an transformado en israelitas. As�, cuentos religiosos que en su origen ten�an relaci�n con el dios cananeo Baal o el babil�nico Marduc o con alguna otra deidad, ahora se relacionan con Jehov�. (P�g. 61).

 

En �INTRODUCCION AL NUEVO TESTAMENTO�, por Edgard J. Goodspeed, otro tomo de la serie de Biblioteca de Cultura Evang�lica, su autor presenta el mismo punto de vista, comentando al Evangelio de San Juan, que el que sustentaban Himeneo y Fileto en tiempos de Pablo.

Veamos:

��Pero qu� hay del esperado retorno (de Cristo) del cual Pablo ha hablado con tanta seguridad? Ya se ha realizado. El mismo era la resurrecci�n y la vida (Jn. 11:25). En Juan, la resurrecci�n, la segunda venida y el don del Esp�ritu son una misma cosa.

 

Se identifican as� la resurrecci�n, el retorno, y el don del Esp�ritu. �Qu� ocurre entonces con el juicio, del cual Pablo tanto ha hablado como una funci�n mesi�nica? Recordamos el gigantesco cuadro de Mateo del juicio general, tan estupendamente dibujado en la par�bola final del �ltimo discurso de Jes�s. Pues, desaparece como expectativa futura, para ser reemplazado por otro juicio que se desarrolla en lo �ntimo del alma humana�. (P�g. 223).

 

En el libro �VIDA DE JESUCRISTO�, por Burton y Mathews, de la misma serie, se presenta la cuesti�n de los pasajes del Nuevo Testamento que tratan de la engendraci�n virginal del Se�or. Se lo hace en forma tal que salta a la vista el inter�s de los autores en rebajar su credibilidad:

 

�Valor hist�rico de las secciones referentes a la infancia de Jes�s... Respecto a �stas hay dos opiniones opuestas: (a) que son estrictamente hist�ricas. Esta opini�n se basa en la presuposici�n de que la Biblia es infalible, y tambi�n en la creencia en la divinidad y la impecabilidad de Jes�s.

(b) que son agregados posteriores a los relatos del evangelio, que se desarrollaron para explicar la genuina humanidad a la vez que divinidad de Jes�s, tal como la sosten�an los cristianos a fines del Siglo I. En apoyo de esta opini�n se cita el silencio de los evangelios, salvo Mateo 1:18-25 y Lucas 1:34-38, respecto al nacimiento virginal de Jes�s. Esta opini�n es sostenida por muchos que apoyan la divinidad de Cristo sobre otras bases. As� presentado el asunto, es una cuesti�n de cr�tica literaria m�s bien que de fe en Jes�s. El material debe ser considerado en conjunto. Si no es hist�rico, Jes�s habr�a sido hijo leg�timo del matrimonio de Jos� y Mar�a�. (P�g. 39, 40).

 

Hermanos: podr�amos continuar citando sin soluci�n de continuidad, de libros y otras publicaciones que presentan abierta o solapadamente, las conclusiones de la cr�tica destructiva. Pero, como todo ello ha derivado de las corrientes europeas y estadounidenses, daremos seguidamente un resumen de estos asuntos, tal como fueron denunciados por el Pastor NEWTON C. CONANT, de los Estados Unidos, en su libro �PRESENT DAY METHODISM AND THE BIBLE�, impreso en 1949, por la Bible Protestant Press, Camden, N. J., con los auspicios de �Sword of the Lord Publishers�, Wheaton, Illinois:

�El Pentateuco no fue escrito por Mois�s (esta es la teor�a de Graf-Wellhausen, de las cuatro fuentes). La creaci�n y el diluvio son historias paganas no del todo expurgadas. La ca�da del hombre es una leyenda. Ca�n y Abel son ilustraciones tribales antes que individuos hist�ricos. La historia del diluvio es de origen pagano. Abraham ofreciendo a Isaac es una costumbre pagana. El cruce del Mar Rojo tiene relatos dudosos entre los cuales se debe elegir qu� creer y qu� no creer. Ruth es un libro de ficci�n y es perder tiempo in�tilmente tratar de comprobar su veracidad hist�rica. 1� Samuel es anticristiano. Reyes contiene errores, es fant�stico y no es hist�rico. Esther es un libro ficticio. Algunos salmos no son inspirados. Los profetas no predec�an, sino que eran simples predicadores de los males de su tiempo. Isa�as ha sido escrito por tres personas distintas (excuso decir, de paso, que los documentos hallados �ltimamente en Palestina echan por tierra este serio error de la cr�tica). Daniel es una falsificaci�n hist�rica. Jon�s es una ficci�n. No debe esperarse que el Nuevo Testamento sea infalible. Mateo contiene errores e inexactitudes. Marcos contiene errores geogr�ficos. Juan es fraudulento y no hist�rico. Hechos contiene errores y discrepancias. Las ep�stolas pastorales de Pablo, no son de Pablo; un autor desconocido usaba su nombre. Hebreos est� muy lejos de problemas modernos. 1� Pedro fue escrito como ant�doto para el libro inflamatorio del Apocalipsis. 2� Pedro no fue escrita por Pedro y es de poco valor. La ep�stola de Judas trata de herej�as que ya no existen y est� fuera de tiempo actualmente. Apocalipsis no es prof�tico y tiene poco valor�.

chatgpt cli 1972 sci fi film express prada amande prada painting chatgpt mobile app prada zipper beyonce instagram followers instagram usa followers prada candy rollerball prada shorts womens prada eyeglasses 2021 prada prz sunglasses chatgpt plus subscription prada glasses white cork panel prada authenticator prada jacket sale prada shoes prices prada hexagon sunglasses prada eyeglasses black restaurants near rosemont aeropostal shop online instagram followers api gucci web captain uniform williams fried chicken prices how do i get aaa travel books women gucci com chatgpt chinese prada heels sale team concept printing prada socks men cleo bag prada who own chatgpt followers instagram buy prada shoes sizes prada lunch box prada clothing sale willams chicken fondazione prada milan mosaic company florida locations element construction instagram 2000 followers prada large backpack crossbody prada bag instagram resetting followers prada homer prada luna rose athenian academy charter school clearwater prada ss 22 chatgpt' nike shoe outlet online mike prada rushmax instagram followers mbappe instagram followers galleria bag prada 100 instagram followers carlucci s used prada wallet tommy hilfiger factory outlets instagram removing followers pin board for wall prada chain purse prada gold sunglasses brands outlet online instagram api followers farfetch prada opoli technology million instagram followers jake gyllenhall prada gucci heuptasje prada eyewear man bloomingdales prada sunglasses prada purse white active instagram followers prada authenticity fabric covered cork boards printing concepts inc chatgpt microsoft investment 注册chatgpt 手机号 dupe prada bag prada svg outlet mall online shopping making wigs outlet fashion online growing colors by bruce mcmillan prada umbrella prada jeans women's shopbiteabait.com chatgpt founders

 

En cuanto a doctrinas:

 

�El Dios de Mois�s es la �divinidad de la monta�a� (una divinidad pagana). Dios es padre de todos (universalismo). La trinidad es un concepto novo-testamentario. Jes�s no reclamaba ser Dios: Jes�s no era el �nico hijo de Dios, pero realiz� las m�s altas posibilidades de Dios morando en un hombre. No hay tal cosa como nacimiento virginal de Jesucristo. La cruz no es necesaria. Isa�as 53 no nos habla del Se�or Jesucristo. La resurrecci�n no debe ser entendida literal o corporalmente; los relatos escriturales de la resurrecci�n est�n en conflicto y por otra parte, la resurrecci�n f�sica o corporal de todos no es ni razonable ni tampoco necesaria. Los santos son tambi�n gente como Kagawa o Mahatma Gandhi. Los hombres no son nacidos con una naturaleza humana corrompida. Fe salvadora no es una doctrina b�blica. El nuevo nacimiento es una etapa del desarrollo humano. La persona de Satan�s es negada. Los demonios son meras teor�as. El anticristo es una figura de las supersticiones antiguas. Los oficiales de la Iglesia, no son requeridos para que crean doctrinas. Mahoma, Confucio, Hinduismo y Budismo, son grandes fes. Cristo junta y exalta lo m�s profundo de esas religiones. Destino eterno no es resuelto en la muerte; disciplina purgatorial le sigue. Cielo e infierno, no son otra cosa que imaginaci�n liberada. Cristo no ense�� su segunda venida y no habr� tal; Pablo equivoc�se sobre esto. El Reino vendr� por reformas sociales�. (Ultimamente se ha llegado a decir que la U. N., es el �reino� de Dios).

 

�TAL EL CUADRO! �ESO ES EL MODERNISMO RACIONALISTA! �ESTA ES LA APOSTASIA! Desgarra el coraz�n pensar que esas son las ense�anzas que algunos maestros del metodismo han desparramado entre ni�os, j�venes y adultos en sus Escuelas Dominicales, miembros de sus Iglesias y estudiantes en sus Institutos Teol�gicos. Mas gracias damos a Dios, por la vigorosa reacci�n de algunos fieles hermanos metodistas como el Hno. Conant y otros en los Estados Unidos; y como lo fueron en nuestro pa�s el Dr. Juan F. Thompson, el Dr. Guillermo Tallon, el Pastor Alberto G. Tallon, el laico Nicol�s Casullo y tantos otros, hermanos amados en el Se�or. Dios levante en nuestro tiempo, a muchos metodistas como aquellos primitivos metodistas de fe genuina y ardorosa pasi�n por la Palabra de Dios, cuya santa memoria y denodado ejemplo jam�s olvidaremos.

 

Desde luego, el modernismo-racionalista fracas� estrepitosamente en la evangelizaci�n de los pecadores y en la edificaci�n de los creyentes. El modernismo no convierte a nadie aunque enga�e a muchos. Por otra parte, su tan decantado mejoramiento progresivo de la humanidad, basado en sus teor�as optimistas del llamado Evangelio social, sufri� rudo contraste con el estallar de dos horrendas guerras mundiales, que echaron por tierra la pretensi�n de Evoluci�n moral, traslaci�n religiosa de las teor�as de la evoluci�n f�sica. Unase a ello, la resistencia que en muchos �mbitos cristianos hallaron tales errores, por la acci�n clara y valiente de aquellos fieles fundamentales en su fe que Dios levant� en todo tiempo y pa�s conocido y en toda Denominaci�n Evang�lica existente, as� como aun fuera del campo denominacional propiamente dicho, aunque siempre Cristiano, para enfrentar al modernismo-racionalista, exponerlo y refutarlo; y se nos har� claro que Satan�s se vi� urgido, tiempo ha, a ir pensando en algo m�s moderno a�n, con lo cual pudiera continuar su ministerio de error y enga�o. Pero esto merece cap�tulo aparte.

 

Ill)   Nuevo modernismo: Barthismo; Neo-Ortodoxia       (V�nculo a segunda parte)