LA DOCTRINA BIBLICA DE LA
UNIDAD CRISTIANA
Por Armando Di Pardo [1]
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"Estas cosas habló
Jesús, y levantados los ojos al cielo, dijo: ... que todos sean una cosa; como
tú, oh Padre,
en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa;
para que el mundo crea que tú me enviaste.". (Jn. 17:1,21)
CONTENIDOS
(3) Los Siete Principios Fundamentales de la Unidad.
(5) Su relación a los otros Elementos de Unidad.
(6) Conclusión. Definición del Fundamento.
(2) Detalle de la Dimensión Escritural.
(3) Desarrollo de la Dimensión Escritural.
A. EN RELACION AL ESPIRITU SANTO, LA UNIDAD
CRISTIANA ES DE NATURALEZA ESPIRITUAL, DIVINA.
B. EN RELACION A LA PALABRA DE DIOS O SANTAS
ESCRITURAS, LA UNIDAD CRISTIANA ES DE NATURALEZA DOCTRINAL, BIBLICA.
C. EN RELACION AL TESTIMONIO, LA UNIDAD
CRISTIANA ES DE NATURALEZA CORPORAL, U ORGANICA, Y MISIONAL.
(4) CONCLUSION. Tesis Sintética sobre la Doctrina Bíblica de la Unidad
Cristiana
1. La Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana, sustituida por un
"statu quo" parcializante, bajo el signo de la
"cooperación".
2. Un Testimonio por "TODO EL CONSEJO DE DIOS".
I. INTRODUCCION GENERAL Que es también puerta abierta a la esperanza de un
diálogo en amor fraterno, entre los de "fe igualmente preciosa". (1) El
"gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo" (2), "gran pastor de
las ovejas" (3), y único: Fundamento
(4) Cabeza
(5) Señor
(6) Pontífice
(7) Abogado
(8) Galardonador
(9) Esposo
(10) y
más aún (11), de La Iglesia que El "ganó por su sangre" (12): ¿No oraría por Su
Unidad? ¡Sí! ¡El oró! La
ardiente llama de su amor eterno (13), sacrificó el vivo incienso de su Filial
ruego (14): "que
sean una cosa... oh Padre... como nosotros somos una cosa." (15). Esas palabras profundas, definitorias, nos
revelan que la Unidad Cristiana tiene su Eterna Fuente, Corriente y Dechado, en
el Vínculo y relaciones de la Unidad de la Santísima Trinidad. ¿Y quién
explorará tal inmensidad? ¿Qué mente, de hombre o de ángel, podrán jamás
abarcarla y explicarla? (16). Como Moisés y Josué, quitemos el calzado de nuestros
pies peregrinos: el terreno es muy santo! (17). Postrémonos,
pues, ante el Trono de la Gracia (18) y roguemos que "el Espíritu que todo
lo escudriña, aun lo profundo de Dios" (19), ayude nuestra flaqueza (20) y
glorifique al Señor tomando de lo suyo y haciéndonoslo saber (21). Sólo así
conoceremos, -y aún así sólo en parte (22)-, lo que a Dios ha placido hacer
cognoscible, en la revelación de las Santas Escrituras, de su
incognoscibilidad! (23). ¡SI! ¡ÉL ORÓ! Por la Unidad de sus discípulos a Sí
mismo y al Padre: "Yo en ellos y tú en mí, para que sean en nosotros una
cosa" (24). Esto es: la Unidad con los suyos, que establece a su vez, la
Unidad de los suyos, como Él lo dijo: -“para que sean consumadamente una
cosa" (25) Esa bidimensión - verticalidad y horizontalidad -, de la Unidad,
define la Unidad Cristiana, que es decir la Unidad de la Iglesia. Esta, la
Iglesia, aunque no fue mencionada explícitamente, se halla incuestionablemente
contenida en la clara referencia del Señor: "Mas no ruego solamente
por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de
ellos" (26). Es
obvio que sólo a la Iglesia se aplican esas palabras porque: ¿ Quiénes la
integran sino los Apóstoles y cuántos desde Pentecostés han aceptado al
Salvador por el testimonio de ellos que ha quedado perpetuado en el Nuevo
Testamento? (27). ¡
Sí! Allí se define la Unidad de la Iglesia de Cristo, la Unidad de los
renacidos (28) quienes son los únicos "miembros de su cuerpo, de su carne
y de sus huesos" (29); es decir: de La Iglesia Una y Santa (30) contra la
cual "las puertas del infierno no prevalecerán"! (31). ¡
EL ORÓ! ¡
Y los ámbitos de los siglos repitieron los ecos de su ruego! PERO: ¡AY!, junto
con ellos, repitieron también los ecos de otras palabras que, por analogía,
bien se nos aplican a nosotros, Cristianos Siglo XX, redarguyendo nuestras
conciencias con su nota admonitoria, llena de nostálgica y amorosa solicitud:
"¿NO HABEIS PODIDO VELAR CONMIGO UNA HORA?" (32). Nuestro
Señor, que oró, también veló y obró por la Unidad de los suyos: Su
muerte expiatoria y vicaria; su resurrección corporal y su ascensión al Cielo:
hicieron posible que Él recibiera "del Padre la promesa del Espíritu
Santo", el Espíritu de Unidad, con el cual bautizó a sus discípulos (33). Ordenó
guardar y enseñar que fuesen guardadas todas las cosas que El mandó; y prometió
estar con los suyos todos los días hasta el fin (34). Proveyó,
por medio del Espíritu Santo, que la sana doctrina quedara a buen recaudo,
intangible, inquebrantable, en las Santas Escrituras (35). Y vive siempre para
interceder por Su pueblo (36). Ciertamente,
bien puede El decirnos: "¿QUE MAS SE Había DE HACER A MI VIÑA QUE YO NO HAYA
HECHO EN ELLA?" (37). ¡PERO
NOSOTROS NO HEMOS VELADO CON ÉL! Esa es la triste verdad en muchas cosas y,
entre ellas, respecto de la Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana, que ha
sufrido por ello. a) Por una parte, "doctores apóstatas" introdujeron
la "levadura" o doctrinas (38) del "modernismo" (39) [2]
cuyas filosofías mundanas (40) han puesto en marcha ese intento sincretista que
han dado en llamar "ecumenismo". [3]
De tal "ecumenismo", que por ser una mezcla inclusivista de elementos
heterogéneos (41) no tiene nada que ver con la Unidad Cristiana Bíblica-, sólo
podrá emerger el sistema religioso-político-mundano-diabólico, que las
Escrituras proféticas han discernido como "BABILONIA LA GRANDE" (42).
A nuestros hermanos en Cristo que, sea por confusión o indecisión, aún se
hallan envueltos en "yugo desigual" (43) en Denominaciones y
Concilios modernistas-ecuménicos, les recordamos que el Señor manda:
"SALID DE ELLA PUEBLO MIO" (44). b)
Por otra parte, - y esto es lo más penoso -, el "corpus" de la
Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana puede hoy repetir la palabra profética:
...... fui herido en casa de mis amigos" (45). ¡SÍ! "¡DE MIS
AMIGOS!"
Porque ciertas corrientes de pensamiento, generalmente aceptadas hoy día en la
mayoría de los Círculos Cristianos Fundamentales en la Fe [4]sostienen
diversos criterios que, sin que se lo advierta, reducen o parcializan la
Doctrina. Por
ejemplo: Algunos
enfatizan de tal modo los aspectos subjetivos de la Unidad del Espíritu, -
también
llamada Unidad Sustancial y Unidad en Cristo -, que, paradójicamente, reducen
sus debidos alcances o proyección a otras áreas objetivas y prácticas, tales
como: Unidad en la Verdad (46) lo cual lógicamente refiere a Unidad Doctrinal
(47); la plena comunión de amor fraternal (48); y la Unidad de Testimonio ante
el mundo (49). Otros
hermanos, que reconocen que la Oración del Señor junto con la Unidad
Sustancial
incluye Unidad en la Verdad o en la Palabra, sin embargo, paradójicamente
reducen
a ésta última a los así llamados "Fundamentales de la Fe". Y en
cuanto a las otras doctrinas Bíblicas sobre las que existen discrepancias
entre las distintas Denominaciones, las dejan libradas a la interpretación
particular de cada confesión, o las declaran "secundarias" o
"periferiales" o "no vitales". Como
resultado: al redactarse las declaraciones doctrinales de Iglesias, Misiones,
Escuelas de Teología, Convenciones, Comuniones o Concilios de Iglesias
Fundamentales, se ha dejado muchas veces sin mención alguna, a la Doctrina
Bíblica de la Unidad Cristiana. En otros casos se la confunde erróneamente con
unión ecuménica. Y en otros casos se la menciona Sólo en parte o parcializada y
esa "parte" es presentada como si fuera el "todo" de la
Doctrina, sin serlo! Y consecuentemente, queda afectada la manifestación plena
de la Unidad entre los hijos de Dios! ¡SÍ! ES HORA DE CONFESAR CON
ARREPENTIMIENTO Y HUMILLACION (50): NO HEMOS PODIDO VELAR CON CRISTO UNA
HORA! Por
eso, el Señor nos ha traído una carga y ha levantado un Testimonio ¡ Porque el tiempo es llegado para que despertemos del sueño y entendamos
cuál sea la buena voluntad del Señor! (51). El tiempo es llegado para que
volviendo al Señor y a Su Santa Palabra, restauremos entre nosotros la Doctrina
Bíblica de la Unidad Cristiana y la pongamos por práctica! NO HAY ALTERNATIVA!,
si es que el Señor ha de hallar a sus pequeños rebaños (52) en su ya tan cercana venida
para arrebatar a Su Iglesia, tal como El lo quiso cuando oró diciendo:-“QUE
SEAN UNA COSA... OH PADRE... COMO NOSOTROS SOMOS UNA COSA.”(53).
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(1)
Is.26:2 He.13:1 2
P 1:1,2 (2)
Tit.2:11-13 Act.4:12 (3)
Sal.23 Jn.101l1-16 1 P.2:25 (4)
1 Co.3:11 1 P.2:4-8 (5) Ef.l.22; 5:23 (6)
Jn.20:28 (7)
He.2:17-3:1; 4:15; 5:10; 7:26 (8)
1 Jn.2:1,2 Ro.8:34 (9)
Ro.14:10 1
Co. 3:8-15 2 Co.5:10 Ap.22:12 (10)
Jn.3:27-31 2 Co.11:2 Ap.19:7 (11)
Col.2 :2, 3, 9, 10 (12) Act.20:28 (13)
Cant.8:6,7 Jer.31:3 Ef.3:18,19 (14)
Sal.141:2 Ap.5:8; 8:3 (15)
Jn.17:22 Jn.l0:30 (16)
Job 11:7 Ro.11:33-36 (17)
Ex.3:4,5 Jos.5 :13-15 (18)
Sal.95:6 Prov.15:33 1 P.5:5,6 He.4:16 (19)
.1 Co.2:10-14 (20)
Ro.8:26,27 (21)
Jn.14:26 Jn.16:13~15 1 Jn.2:20 (22.)
1 Co.13:9-12 (23)
Dt.29:29 1 Tim.6:16 (24)
Jn.17:21,23 (25) Jn.17:22b, 23b (26)
Jn. 17:20,21a (27)
Jn.20:30,31 Jn.21:24 2 P.3:1,2 (28)
Jn.1 :12,13 Jn.3:1-16 (29)
Ro.8:9; 12:5 1 Co. 12:13 Ef.5:30 (30)
Gál.3:28 E:f.4:4 (31)
Mt.16:18 (32)
Mt.26:40 (33)
Jn.1:29,33 (34)
Mt.28:20 (35)
Jn.5:39 y 10:35b (36)
Ro.8:34 He.7:24,25 (37)
Is.5:4a (38)
Mt.13:33 y 16:5-12 (39)
Mt.7:15; 24:11 (
40) Col.2:4,8 (41)
Dt.32:31,32 (42)
Ap.17:1 a 1.8:3 (43)
Dt.22:10 (44) Ap.18:4 (45)
ZcJ3:6 (46)
Jn.17:6-8 y vv.14,17,19b, 21,23 (47)
Ef.4:13-16 (48)
Jn. 15:9-13 Jn.17:26 Act.2:42 (49) JnJ7:18 y vv.21,23 comparar Act.17:6 (50)
2 Cr:7:14 Sal.32:1-6 (51)
Ro.13:11-14 (52)
Lc.12:32-40 (53) Jn.17:21,22
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II. LOS FUNDAMENTOS n Prenotandos. n Personas y Elementos de Unidad en la Oración del
Señor. n Siete Principios Fundamentales. n Los Siete Principios Fundamentales correlacionados
conceptualmente nos dan tres Elementos y Areas de Unidad. n Su relación al Señor y entre sí. n Su relación a los otros Elementos de Unidad. n Definición Sintética de los Fundamentos. (1) Prenotandos.Qué significamos
por: Unidad Cristiana; Doctrina Bíblica; los Fundamentos. El Pasaje Bíblico
Clave. Por "Unidad
Cristiana" significamos,
obviamente, la Unidad de los Cristianos en todas sus connotaciones de origen,
áreas de relación y manifestación; y, consecuentemente, la Unidad de la Iglesia
Cristiana que ellos integran. Y por "Cristianos", quede claro que
sólo entendemos por tales, a los renacidos. Por "Doctrina Bíblica” de la Unidad Cristiana, significamos su cuadro
Bíblico completo: "todo el consejo de Dios" sobre ella, tal como
"escrito está". Y esto, que es lo mismo para todo asunto Bíblico,
requiere lógicamente dos cosas: la selección cuidadosa de los pasajes Bíblicos
relacionados, y su correcta interpretación. Aplíquese para ello, la regla de
oro de la Hermenéutica: "LA BIBLIA, SU PROPIO INTERPRETE", de modo
que toda referencia, deducción, inducción, implicación, inferencia, etc.,
surjan de las mismas Escrituras, sin contradicción. Tan sencillos principios, -
quizás por elementales -, suelen pasarse por alto al punto que, en muchos
casos, en lugar de la doctrina en su integridad, se circulan parcializaciones
con serias omisiones y/o con adiciones o tradiciones no Bíblicas, que la
tuercen. Por "Fundamentos" significamos al conjunto de los elementos
imprescindibles a la estructura integral de la Doctrina. En otras palabras: no
sólo a los que comúnmente llamamos "cimiento" sino
también a los otros elementos co-indispensables. Por ejemplo: para la Unidad
Cristiana es Fundamento inconmovible, la Persona Teantrópica [5],
el Señor Jesucristo. Pero es igualmente fundamental la Persona del Espíritu
Santo,
Vínculo de la Unidad Cristiana. Y así otros elementos, como veremos. Y es al
conjunto de esos Elementos imprescindibles, que llamamos
"Fundamentos". El Pasaje Bíblico Clave, como ya ha quedado evidenciado en la Introducción
General de este estudio, es el capitulo 17 del Evangelio según el Apóstol Juan,
que registra la Oración Sumo Pontifical del Señor Jesucristo. Por derecho
propio, ese pasaje es la Carta Constitucional de la Unidad Cristiana, porque
contiene y define, con explícita o implícita claridad, todas las Personas,
Elementos y Áreas de la Unidad. Por tal razón comenzaremos anotando
sintéticamente sus puntos relevantes, para extraer luego las conclusiones o
Principios Fundamentales. (2) Personas, Elementos y Áreas de Unidad, revelados en la Oración Sumo Pontifical del Señor Jesucristo (San Juan cap. 17)1.
Un Padre, el Padre de Nuestro Señor, que es en el Hijo. (vv., 1, 2, 5, 6, 11,
12, 21, 26). 2.
Un Señor y Salvador, el Hijo, enviado del Padre: la Persona Teantrópica, Piedra
Angular de la Unidad Cristiana, el Señor Jesucristo. (vv. 1, 3, 5, 8, 21, 23,
24, 25). 3.
Un Espíritu, el Espíritu Santo, nexo vital de Unidad Cristiana. No es
mencionado por nombre, pero satura todas las palabras, y además se halla
implicado y contenido específicamente en dos expresiones del Señor que
requieren con tal fuerza la Persona y la Obra del Espíritu, que, sin ellas,
esas expresiones carecerían de sentido y realidad. (a)
El significado de la preposición "en", precisamente en la
declaración fundamental: "Yo en ellos
y tú en
mí. . . . que también sean
ellos en
nosotros..." (vv., 21,
23, 26). (b)
El significado de la expresión sustantiva "una cosa": "Para que
sean una
cosa como
nosotros somos una cosa" (vv.,
11, 21, 22, 23). Es indubitable que esas expresiones señalan directamente al
Espíritu, porque sin el Espíritu, no tendríamos jamás Unidad Cristiana.
Además, recuérdese que la Persona y Obra del Espíritu Santo fueron tratados
ampliamente por el Señor, tal como lo registran los capítulos 14, 15 y 16 del
Evangelio del Apóstol Juan. 4.
Un cuerpo, es a saber, la Iglesia de Cristo. Formada por el Señor y los
Apóstoles y cuantos creen en el Señor por la palabra de su testimonio. Aquí
tenemos otro caso en que, sin mencionarse por su nombre, se define sin embargo
implícitamente clara, otra realidad: la Iglesia. (vv., 2, 6, 8, 11 a 18, 20,
21, 23, 26). 5.
Una Vida: Vida Eterna. (vv., 2, 3). 6.
Una Palabra: la Palabra de Dios. (vv., 6, 8, 14, 17). 7.
Una Verdad: la Verdad de la Palabra. (v.17). 8.
Una Fe. (vv., 6,8). 9.
Una experiencia de Unidad Sustancial: "Una cosa". Como ya se ha
dicho, ello implica la Persona y Obra del Espíritu Santo. Y respecto del
creyente, también implica la experiencia del nuevo nacimiento; pues en esa
experiencia somos hechos "una cosa" con Cristo, con el Padre, con el
Espíritu y con los otros renacidos. (vv., 11, 21, 23, 26, 22). 10.
Una Santificación. (vv., 11, 14, 15, 16, 17). 11.
Un Gozo: el Gozo del Señor. (v.13). 12.
Un Amor: el Amor Eterno. (vv., 23, 24, 26). 13.
Un Crecimiento: en el conocimiento de Dios y en la experiencia . (vv., 3. 7,
26). 14.
Una Misión: enviados al mundo incrédulo. (v., 18). 15.
Un Testimonio: testigos del Señor y Su Palabra. (vv., 20, 21, 23). 16.
Una Gloria. (vv., 22, 24). Nos
maravilla la riqueza de Elementos de Unidad y sus distintos aspectos y áreas
involucradas, que se nos revelan en la Oración del Señor. Y es muy evidente el
Principio rector de todo ello: Singularidad asociada armoniosamente
con pluralidad, diversidad y
unanimidad. Porque UNA es la Unidad (singularidad), pero MUCHOS participan de
ella (pluralidad) y DIVERSAS son las Areas de relación y manifestación
(diversidad)
pero siempre en plena y total UNANIMIDAD. No
hay allí lugar alguno para incongruencias, ni contradicciones, ni
discrepancias. Por lo tanto, - anticipando conceptos -, digamos aquí que el
"status" interconfesional del día presente no soporta esta prueba,
porque sus parcializaciones y discrepancias lo declaran falto al ser
confrontado seriamente con la Oración del Señor Jesucristo. Obsérvese,
además, que los únicos elementos contradictorios mencionados por el Señor, son: -"el
hijo de perdición" (v.12) Judas Iscariote; y -"el mundo", o la
esfera de acción diabólica, el sistema ("kosmos") ordenado según el
hombre caído bajo el "príncipe de este mundo" Satanás; el
"mundo" que aborrece al Señor y a la Palabra del Señor y a los que
son del Señor (vv., 14 y 16). Es obvio, que el Iscariote y el "mundo"
se hallan completamente excluidos de la Unidad Cristiana. (3) Los Siete Principios Fundamentales de la Unidad."La
sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas." (Prov. 9:1). De
cuanto hemos tratado hasta aquí, podemos extraer siete conclusiones que, por
su importancia, bien se califican como Principios Fundamentales. 1. La Carta Constitucional de la Unidad
Cristiana, es el Capítulo 17 del Evangelio según el Apóstol Juan, que registra
la Oración Sumo Pontifical del Señor Jesucristo. Porque,
como ya se ha dicho, contiene y define, explícita o implícitamente claros,
todos los Elementos, aspectos y áreas de relación y manifestación de la
Unidad. 2. La Unidad Cristiana, esencialmente, se
define como Unidad Sustancial o Unidad del Espíritu. Porque
reconoce a la Unidad Sustancial de la Santísima Trinidad, como la Eterna
Fuente, Corriente y Dechado de Unidad; y porque requiere a la Persona y Obra
del Espíritu Santo para su realización. -"Como
tú, oh Padre en mí y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una
cosa." (v.21). -"...
que sean una cosa como también nosotros somos una cosa." (vv., 11, 21,
22, 23). 3.
La Unidad Cristiana es Cristo-céntrica: el
Señor, como Persona Teantrópica, es su Piedra Basal Angular; como Redentor es
su autor y consumador; y como Testigo la manifestó, proclamó y propagó. Rige
aquí, con toda su fuerza, el precepto Apostólico: -"Porque nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo" (1
Co.3 :11). (a)
Como Persona Teantrópica es la concreción personal de la Unidad, la Piedra
Basal Angular que debe ser plantada en el corazón del creyente. "Yo en ellos" (vv. 23, 26). (b)
Como Redentor obtuvo del Padre la promesa del Espíritu Santo, al cual envió a
sus discípulos, estableciendo así la Unidad Sustancial con, en, y de ellos.
..... he acabado la obra que me diste que hiciese" (v., 4, comparar con
Act.2 :22 a 24, 32,33). (c)
Como Testigo Fiel y Verdadero (Ap.1 :5; 3:14; 1.9:11), El Manifestó, proclamó y
propagó la Unidad. "Yo te he glorificado en la tierra" (v.4). "He
manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran y me los
diste y guardaron tu palabra" (v.6). 4. El Vinculo Esencial de la Unidad
Cristiana, es la Persona del Espíritu Santo. (a)
Porque el Espíritu Santo es el nexo de intercomunión Trinitaria y nexo vital
de Unidad e intercomunión entre la Persona Teantrópica y los renacidos y de
éstos entre sí. (b)
Porque es por el Espíritu Santo que la Piedra Basal es plantada en los
creyentes; es por el Espíritu que Cristo mora en ellos. (Comparar las palabras del Señor "en"
y "una cosa", que se hallan en vv.. 11, 21.22, 23.26 con 1 Jn. 3:24). 5. La Unidad Cristiana se concreta vital y
sustancialmente en los creyentes, en la experiencia del Nuevo Nacimiento. (Principio vinculado íntimamente al anterior). (a)
Es en esa experiencia que somos "hechos participantes de la naturaleza
divina" (2 P.1 :4), o sea. del Vínculo Sustancial de la Unidad Cristiana:
el Espíritu Santo. (b)
Es en el nuevo nacimiento que las palabras del Señor "Yo en ellos" se
cumplen sustancialmente. (vv.. 23.26 compararlos con Col.1 :27c). 6. La Unidad Cristiana, por ser esencialmente
Unidad Sustancial o del Espíritu, incluye Unidad en la Verdad o en la Palabra
Inspirada por ese mismo Espíritu; o sea: incluye la Unidad Doctrinal de los
Cristianos. "Las palabras que me
diste les he dado; y ellos las recibieron" (v.8). “...y guardaron tu
palabra" (v.6). (a) Producida la Revelación Cristiana y siendo que el
mismo Espíritu que nos dio la Biblia Inspirada e Inerrable es el que mora en
los renacidos, la única cosa lógicamente concebible es la Unidad de éstos en
todo asunto o doctrina Bíblicos. Además,
está el hecho que por Inspiradas e inerrables, las Santas Escrituras son la
Unica Autoridad en doctrinas y prácticas. (b)
"Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (v.17). Esto
confirma lo anterior. Porque las implicaciones de la "santificación en la
verdad" no permiten que, simultáneamente con esa experiencia se perpetúen
discrepancias respecto de "la palabra de verdad" entre los que se
santifican. 7. La Unidad Cristiana se manifiesta,
proclama y propaga, por el Testimonio Cristiano, que glorifica a Dios. "Yo te he glorificado en
la tierra" (v.4). "He manifestado tu nombre" (v.6). "Como tú me enviaste al
mundo, también los he enviado al mundo" (v.18). "Mas no ruego solamente
por éstos sino por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que
todos sean una cosa... para que el mundo crea que tú me enviaste." (vv.,
20, 21). (a) La Unidad Cristiana debe glorificar al Padre y al
Hijo por el Espíritu Santo, manifestándose o proyectándose desde sus planos
subjetivos a los planos objetivos. Involucra, pues: al Señor, a la Palabra, al
Espíritu y a los renacidos. Y eclesiásticamente: a las Iglesias locales y a la
esfera ínter-Iglesias. (b)
El instrumento manifestador, proclamador y propagador, es el Testimonio
Cristiano, iniciado por el Señor Jesucristo y continuado por el Espíritu Santo
a través de los renacidos. El Testimonio es la acción testificante, misional,
de Cristianos e Iglesias Cristianas en y al mundo. (4) Los Siete Principios Fundamentales, correlacionados conceptualmente nos dan tres Elementos y Areas de UnidadLos Siete Principios Fundamentales,
correlacionados conceptualmente
(según su concepto básico), permiten concluir que el Señor Jesucristo, para la
consumación de la Unidad con los suyos, se acompaña necesariamente del
Espíritu
Santo, la Palabra y el Testimonio. Estos, a su vez, nos dan las tres Areas de
Unidad Cristiana: n Unidad en el Espíritu o Unidad Sustancial [6] n Unidad en la Palabra o Unidad Doctrinal n Unidad en el Testimonio o Unidad Misional. (a)
Correlación Conceptual de los
Siete Principios Fundamentales. Los
Principios segundo, tercero, cuarto y quinto, refieren primordialmente a lo
esencialmente Espiritual o Sustancial en cada área y relación, sea en la
Santísima Trinidad como en la Persona Teantrópica y en los renacidos. El
Elemento de Unidad es, pues, el Espíritu; y el Area: Unidad del Espíritu o
Unidad Sustancial. Los
Principios primero y sexto, refieren a la Palabra. A la palabra del Padre dada
al Hijo, por el Hijo a los Apóstoles y por éstos a todos verbalmente y por
escrito, lo cual ha quedado perpetuado en el Nuevo Testamento. El Elemento de
Unidad es, pues, la Palabra; y el Area: Unidad en la Verdad de la Palabra o
Unidad Doctrinal. · El
Principio séptimo refiere explícitamente a Testimonio, siendo el Area: Unidad
en el Testimonio o Unidad Misional. (b) El Espíritu, la Palabra y el
Testimonio, son imprescindibles a la Piedra Basal Angular: el Señor Jesucristo;
y entre sí. Tanto
así, que, hablando en términos absolutos, aunque hipotéticamente: · Si
prescindiéramos de la Persona Teantrópica, el Señor Jesucristo, no tendríamos
Piedra Basal ni Unidad Cristiana posibles. · Si
prescindiéramos del Espíritu Santo, no tendríamos nexo vital entre el Señor
Jesucristo y los discípulos, ni en consecuencia Unidad Sustancial. El Señor no
podría ser establecido en los creyentes; y la Palabra y el Testimonio quedarían
sin propósito ni concreción vital. · Si
prescindiéramos de la Palabra, dejaríamos al Señor y al Espíritu Santo sin el
medio para impartirnos el conocimiento de la Verdad y por lo tanto sin la
experiencia de la Unidad Sustancial ni Doctrinal; y el Testimonio quedaría
nulo: realmente no habría Testimonio alguno. · Y si
prescindiéramos del Testimonio, dejaríamos al Señor, al Espíritu Santo y a la
Palabra, sin el instrumento para manifestar, proclamar y propagar la Unidad
Cristiana, que sería desconocida e incognoscible. Queda
pues demostrado: la Piedra Basal el Señor Jesucristo, la Persona del Espíritu
Santo, la Palabra y el Testimonio, son realmente imprescindibles el uno al
otro, a los efectos de la realización de la Unidad Cristiana. Confirmémoslo
aún, por otra relación. (5) Su relación a los otros Elementos de Unidad.ESPÍRITU, PALABRA Y
TESTIMONIO, guardan además tan estrecha relación con las Personas y Elementos
de Unidad de la Oración Sumo Pontifical del Señor, que, prácticamente, los
polarizan. Examinemos,
aunque sintéticamente, esa relación polarizante y, adicionalmente,
confirmémosla también con otras Escrituras. 1.
ESPIRITU. Relacionado
vitalmente: · Al Padre y
al Hijo, con quienes íntegra la Santísima Trinidad; y a quienes representa y
glorifica en la tierra. (1) · A la
Iglesia, a la que va integrando con los renacidos, en quienes mora. (2) · A la Vida
Eterna, que por Su Deidad posee y da a los creyentes. (3) · A la
Palabra (4) y a la Verdad (5), a las que inspira y revela. · A la Fe
(6), Unidad (7), Santificación (8) y Gozo (9), que produce y realiza. · Al Amor,
que derrama en nuestros corazones. (10) · Al
Crecimiento, por el conocimiento que imparte y el poder que da; fructificándolo
y galardonándolo. (11) · A la Misión
y al Testimonio, a los que faculta y fructifica. (12) · A la
Gloria, que tiene y concede. (13) 2.
PALABRA. Relacionada
vitalmente: · A la
Santísima Trinidad, que la posee, inspira e ilumina y de quien testifica. (14). · A la
Iglesia, a cuyos miembros gana con su mensaje; e instruye, corrige y capacita.
Iglesia que es "columna y apoyo de la Verdad" (la verdad de la
Palabra). (15). · A la Vida
Eterna, que por ser Palabra de Dios tiene y da al que la acepta. (16) · A la Verdad,
que ella es y que nutre su doctrina (17); y a la Fe, que viene por el oír la
Palabra de Dios. (18) · A la
Unidad, que requiere a la Palabra para el nuevo nacimiento (Unidad Sustancial)
y para la enseñanza (Unidad Doctrinal). (19) · A la
Santificación: limpieza interior del creyente que Dios realiza con la Palabra;
y a la separación del mundo que la Palabra discierne y manda. (20) · Al Gozo que
da al creyente; y que de Cristo y por el Espíritu viene al que la guarda.
(21) · Al Amor de
Dios, que en la Palabra se hace inteligible; y que de la Verdad de la Palabra
se huelga. (22) · Al
Crecimiento, que viene por conocerla, entenderla y experimentarla. (23) · A la Misión
y al Testimonio, a los que califica y nutre con su mensaje y doctrina; y que
difunden la Palabra. (24) · A la
Gloria, que garante a los renacidos declarándolos herederos de Dios y
coherederos
de Cristo. (25). 3.
TESTIMONIO. Relacionado
vitalmente: · A la
Santísima Trinidad; porque de Dios es ordenado, de Dios testifica, Dios lo
acompaña con su poder. (26) · A la
Iglesia de renacidos, que es un Cuerpo para Testimonio. (27) · A la Vida
Eterna (28) que ofrece por la Palabra (29) y la Verdad (30) que anuncia y la
Fe (31) a la cual invita al alma. · A la
Unidad, que por el Testimonio se manifiesta, proclama y propaga. (32) · A la
Santificación, que dignifica al Testimonio y que glorifica al Dios Santo en y
ante el mundo. (33) · Al Gozo,
que el Espíritu da a los que testifican (34); y al Amor, que hace al Testimonio
esforzado, valiente y fiel (35). · Al Crecimiento, que da la experiencia en testificar. (36) · A la Misión, que por el Testimonio es cumplida. (37) · A la Gloria, a la cual el Testimonio se extiende, y que en la Gloria encuentra su galardón. (38). (6) Conclusión. Definición del Fundamento. El
Fundamento de la Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana, revelado en la
Oración Sumo Pontifical del Señor Jesucristo -(5. Juan cap. 17, CARTA
CONSTITUCIONAL de la Unidad Cristiana)-, reconoce como la Eterna Fuente,
Corriente y Dechado de Unidad a la SANTÍSIMA TRINIDAD; y puede definirse como
una UNIDAD COMPUESTA, integrada por: q
La Piedra
Basal Angular: EL SEÑOR JESUCRISTO. Él
es la Persona Teantrópica, concreción Personal de la Unidad, la Piedra Viva que
debe ser plantada en el corazón del creyente. q
EL vínculo
de Unidad: LA PERSONA DEL ESPIRITU SANTO. Nexo
Vital de Unidad y comunión entre el Señor y los creyentes y de éstos entre sí.
Quien planta al Señor en el corazón del creyente, dándonos así UNIDAD
SUSTANCIAL
en la experiencia del NUEVO NACIMIENTO. q
La Autoridad
Doctrinal: LA PALABRA DE DIOS o SANTAS ESCRITURAS. Inspiradas
por el mismo Espíritu Santo. En ellas, el Señor nos ha dado el Mensaje que pone
a nuestro alcance la experiencia de la UNIDAD SUSTANCIAL, y la Enseñanza que
pone a nuestro alcance la bendición de la UNIDAD DOCTRINAL. q
El
Instrumento Misional: EL TESTIMONIO CRISTIANO. Iniciado por el mismo Señor Jesucristo y continuado por el Espíritu Santo a través de Apóstoles y discípulos, el Testimonio Cristiano manifiesta, proclama y propaga la unidad.
|
|||||||||||
(1)
Jn.14:26 Jn.15:26 1
Co.2 : 10,11 2 Co.3:16,17 comparar Lc.3 :22 (2)
Act. 2 :38-42 Ro.8.15,16 (3)
Ez.37:14 (4)
Ef.6:17 2
Tim.3:16 2 P .1 :21 (5)
Jn.14:17 Jn.16:13 Ef.5:9 1
Jn.2 :27 1 Jn.4 :6 (6)
1 Co.12:9 2 .Co.4:13 Gál.5 :22 (7)
Ef.4:3,4 (8)
Ro.l:4; 8:13 Gál.5:16-25 2 Co.3:18 1 P. 1:2 (9)
Ro.14:17-19 Gál.5 :22 compa.rar Sal.45 :7 Act.13 :52 (10)
Ro.5:5 (11)
Gál.5:22a (12)
Act.1:8; 5:32 y 9:31 (14)
Sal.68:11 y 119.89, 140 Mt.4:4 Jn.5 :39 He.4:12 (15)
Prov.6:23 1 Ts. 2:13 (16)
Jn.6 :63-68 (17)
Sal.119:160 (18) Ro.10:8,17 (19)
Stg.1 :18 (20)
Prov. 30:5 Jn.15 :3 Jn.17:17 (21)
Sal.19:8 Sal.119
: 1l1 (22)
Ro. 8:38,39 (23)
Ef.4:13-16 (25)
Ro.2:6-10 (26)
Mt.28:18-20 Jn.17-18 (28)
1 Jn.5:11,12 comparar (29)
Act.2:40.41 (30)
Act.26:25 (31)
Act.3:16 y 17:31 (32)
Mt.12 :25 (33)
Col. 2:5 (34)
Act. 5: 41,42 (35)
Fil. 1:14-17 (36)1
Co. 15:58 (37)
Act.20:18-24 (38)
2 Tim.2 :5 ; 2 Tim.4:7 |
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III. SU DIMENSION ESCRITURAL · Definición · Detalle · Desarrollo · Conclusión (1) Definición.Por
"Dimensión Escritural" de la Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana,
significamos la suma de la enseñanza de la Palabra de Dios respecto de las tres
Areas de Unidad ya discernidas: ESPIRITU (Unidad Sustancial); PALABRA DE DIOS
o SANTAS ESCRITURAS (Unidad Doctrinal); y TESTIMONIO (Unidad Misional); porque
cubren todos los aspectos y connotaciones de origen, relación y manifestación
de la Unidad. (2) Detalle de la Dimensión Escritural.A. En relación al ESPIRITU SANTO (o Sustancia de
Unidad), la Unidad Cristiana es de Naturaleza Espiritual, Divina. Su Dimensión
Escritural, abarca: 1. Con fuerza de prerrequisito, para
satisfacer connotaciones de origen: la Unidad en la Naturaleza misma de la
Deidad, es a saber, en el Espíritu. Y la Unidad en la Santísima Trinidad, que
es la Eter-Fuente, Corriente y Dechado de Unidad. 2. La Unidad en la Persona
Teantrópica, el Señor Jesucristo, Piedra Basal Angular de la Unidad Cristiana. 3. La Unidad Sustancial de los
Cristianos, en la experiencia personal y entre si. B. En relación a la PALABRA DE DIOS o SANTAS
ESCRITURAS,
la Unidad Cristiana es de Naturaleza Doctrinal, Bíblica. Su Dimensión
Escritural, abarca: 1. La Relación entre Espíritu y
Doctrina y, consecuentemente, la relación entre Unidad del Espíritu (o Unidad
Sustancial) y Unidad Doctrinal. Y la Unidad entre el Espíritu y las Escrituras,
es a saber, la Inspiración, que hace a la Biblia la Unica Autoridad en
Doctrina y Prácticas para los renacidos. 2. La Unidad del
"corpus-doctrinae", o sea, del "Cuerpo de Doctrinas" de la
Palabra de Dios; la Unidad de las Doctrinas entre sí; sin omisiones,
minimizaciones
ni desarmonías. 3. La Unidad Doctrinal de los
Cristianos; o la Unidad de la Fe en toda doctrina y práctica Bíblicas, de los
hijos de Dios. C.
En relación al TESTIMONIO, la Unidad Cristiana es de Naturaleza Corporal (u
Orgánica), y Misional; porque tiene que ver con la Iglesia como el Cuerpo de
Cristo: Un Cuerpo para Testimonio. Su Dimensión Escritural, abarca: 1. La Unidad de la Iglesia local. 2. La Unidad inter-Iglesias; o la Unidad manifestada
en relaciones fraternales entre las Iglesias locales. 3. La Unidad Misional; o la Unidad manifestada en el
cumplimiento de la Misión y Testimonio de la Iglesia en y al
mundo: la manifestación y proclamación de la Unidad Cristiana ante los
incrédulos, y la propagación de la Unidad en aquellos que aceptan el Testimonio
de todo corazón. (3) Desarrollo de la Dimensión Escritural.A. EN RELACION AL
ESPIRITU SANTO, LA UNIDAD CRISTIANA ES DE NATURALEZA ESPIRITUAL, DIVINA.
Gracias
a Dios, esto es reconocido por todo intérprete fiel a la Palabra: la Unidad por
la cual el Señor oró es esencialmente Espiritual, Divina, porque reconoce su
origen en la Unidad Sustancial de la Santísima Trinidad y porque requiere a la
Persona del Espíritu Santo para realizarse. PERO: ¿Cuánto
significan e implican tan solemnes hechos para la Unidad Cristiana? ¿Cómo la
califican y definen y de cuánta riqueza de relación y comunión la han dotado? Sorprende,
y mucho, que estos asuntos no tengan toda la piadosa consideración que su
importancia exige; y que no sean motivo especial de oración, ni estudio
Bíblico, ni práctica adecuada entre los hijos de Dios, el Pueblo de la Unidad!
Abundan artículos y aún libros y conferencias especiales contra el
"ecumenismo" porque es la falsa doctrina, la doctrina "modernista"
de la Unidad. Pero no abundan estudios Escriturales en pro de la verdadera Unidad Cristiana. Como resultado, hay
mucha confusión. La hora es, pues, propicia; el tiempo es llegado para reabrir
la Santa Palabra con estos propósitos: escudriñaría y dejar que ella nos
informe, nos hable y cautive el corazón con Su Mensaje de Unidad. Lo que sigue,
puede ser de ayuda, especialmente para los humildes. 1. PRERREQUISITO. CONSIDERACIÓN DE LA UNIDAD EN LA
SUSTANCIA
DE LA DEIDAD: EL ESPIRITU.
(a)
"Dios
es Espíritu" (1) En
esas palabras de Nuestro Señor, tenemos una revelación autoritativa, de
carácter
absoluto, que nos muestra cuál, qué y cómo es, la Naturaleza de Dios. 1.
Cuál es, o Designación de la Sustancia. Obviamente, el Señor reveló cuál es,
cuando dijo: "ESPIRITU". La Sustancia, Esencia o Naturaleza de
Dios, es, pues, ESPIRITU. [7] 2.
Qué es, o Integración de la Sustancia. Siendo que Dios ES Espíritu, luego
TODA
Su Naturaleza lo es. Dios es solo y puro Espíritu. Cuantitativa y
cualitativamente Una Sustancia. Cuantitativa o numéricamente, es Una. Cualitativa
o integralmente, es decir, en su calidad singular de Una, en el estado del Ser,
también es Una; porque el Espíritu carece de diversidad constitucional: es
entidad simple, no compuesta, no tiene partes, es indiviso e indivisible. (2) 3.
Cómo es o Perfección de la Sustancia en relación a sus Atributos. Ahora
pasamos de lo simple o singular, a lo complejo. La singularidad, en la Sustancia
de la Deidad, no excluye asociación con pluralidad y diversidad; porque la
Sustancia
Una posee propiedades, virtudes, capacidades intrínsecas que le son
inmanentes; en una palabra: ATRIBUTOS. La Sustancia es Una pero posee
múltiples Atributos. Estos no son "partes" de la Sustancia porque la
Sustancia no tiene partes. Son "propiedades" y es por esas propiedades
que
la Sustancia se manifiesta. Sin Atributos, la Sustancia Divina sería
desconocida y desconocible. (3) Necesitamos
referirnos, aunque muy ligeramente, a esos Atributos, pues ello nos ayudará a
obtener la noción de la Unidad en sus mismos veneros eternos. ATRIBUTOS.
Lo
primero que naturalmente es sugerido por Espíritu, es: Espiritualidad.
El Espíritu es Inmaterial,
es decir, no es materia (4); y no tiene ni requiere conexión ni dependencia
alguna con materia, para ser, existir ni subsistir (5).[8]
Y es Invisible.
(6) Autosuficiencia. Posee vida y existencia propia. Dios es el Dios
Viviente (7). Esto no significa mera subsistencia, sino vida perfecta, vida
organizada, vida de Personalidad. "Yo soy el que soy”. (8) Por
ser vitalmente autosuficiente, es Inmortal (9)
e Incorruptible
(10); y por lo tanto todas
las propiedades del Espíritu, son, como el mismo Espíritu, Eternas (11). Y
todo ello en Perfección
(12), que requiere Verdad (13), Santidad (14)
y Amor
(15); con sus acompañantes: Veracidad (16) Fidelidad (17)
Justicia
(18) y Rectitud (19); Misericordia (20) y Bondad (21)
que es decir Gracia
(22). Finalmente:
Omnisciencia
(23) Presciencia
(24) Sabiduría (25) Omnipotencia (26)
y Omnipresencia
(27). Todos,
por supuesto, relacionados entre sí. ¿
Y qué deducimos de ello? (b) La
Unidad maravillosa de la singularidad de la Naturaleza y la pluralidad de sus
Atributos; y su interrelación e interacción armoniosa y unánime. La sustancia Una tiene tal cohesión con sus Atributos
múltiples, que se expresa siempre plena en todos y cada uno de ellos. Los
Atributos, a su vez, se expresan siempre plenos en la Sustancia y siempre
armoniosa
y unánimemente entre sí. Por eso leemos: -"Dios es Amor" (28);
"Yo soy Santo" (29); "Yo soy Todopoderoso" (30); todas ellas
declaraciones absolutas. No puede decirse: Dios es "en parte" Amor y
"en parte" Santo y "en parte" Todopoderoso ¡ NO! Tal cosa
dividiría la Sustancia y quebrantaría su Unidad intrínseca e integral, lo que
es imposible. Finalmente,
tenemos el hecho de la Unidad maravillosa de los Atributos entre si. Hay
perfecto equilibrio entre ellos. Ninguno es superior a otro. Ninguno puede
ejercerse de modo que eluda, minimice, reduzca, contradiga, ni anule, a ningún
otro. No puede haber discrepancias ni contradicciones ni conflictos! (31) "Las
Escrituras no exaltan un Atributo de Dios a expensas de otros pero los
representan
como existiendo en perfecta armonía en la Divina Naturaleza." [9] "Nunca
magnifica El uno de sus Atributos a costa de otro”.[10] "Conflicto
de Atributos es imposible... nunca necesitarán reconciliación el uno con el
otro." [11] "Dios
no es Dios de disensión, sino de paz", también se aplica a Dios mismo: no
hay en El conflictos! (32). (c)
La
Unidad Inmanente en la Divina Esencia. Resumiendo:
la integración y Perfección de la Divina Naturaleza nos revela que su
Unidad-Base, Inmanente, se define como Unidad en pluralidad y diversidad:
porque Una es la Sustancia y múltiples Sus Atributos; sin que la Sustancia
pueda ser dividida entre sus Atributos y sin que los Atributos puedan ser
confundidos; expresándose siempre cohesionada, ecuánime y unánimemente. Además:
la Unidad en la Sustancia de la Deidad, tiene base y vocación trina porque
cubre tres áreas; Sustancia; Sustancia-Atributos; Atributos entre sí; es a
saber: SUSTANCIA: La Unidad de la Sustancia como tal, en sí misma, como
Una; solo y puro Espíritu; indivisa e indivisible; esto es: UNIDAD en
SINGULARIDAD. SUSTANCIA-ATRIBUTOS: La Unidad de la Sustancia Una y sus Atributos múltiples;
esto es: UNIDAD EN DIVERSIDAD. ATRIBUTOS ENTRE SÍ: La Unidad inter-Atributos; UNIDAD EN UNANIMIDAD. (d)
Conclusión
axiomática. "Dios
es Espíritu" y la Una Sustancia que Dios es, solo puede comunicar o
manifestar la Unidad que le es propia: UNIDAD EN SINGULARIDAD, EN DIVERSIDAD Y
UNANIMIDAD! Esa es la Unidad-Base, de fondo, la Unidad en la Sustancia. No
tiene lugar alguno para incongruencias, contradicciones ni discrepancias. ¡ESA
ES LA UNIDAD QUE EL SEÑOR TUVO EN MENTE CUANDO ORO POR LA UNIDAD DE LOS SUYOS! 2. LA UNIDAD EN LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
“... como tú, oh Padre en mí y yo en ti que
sean una cosa como también nosotros somos una cosa.” (1) "Santo,
Santo, Santo!, te adoro reverente: Dios en Tres Personas, Bendita
Trinidad!", cantan los Cristianos. (2) El Misterio es inescrutable, más
allá de toda capacidad de comprensión (3) y de toda representación adecuada que
lo ilustre por falta de analogías precisas (4). Pero la Bondad de Dios ha
puesto a nuestro alcance, en las Santas Escrituras, la medida de revelación
suficiente para suplir las exigencias del conocimiento y la necesaria bendición
a nuestras almas anhelantes. Y al ocuparnos de lo que está revelado en la Santa
Palabra, focalizaremos los aspectos más directamente vinculados a nuestro
estudio sobre la Unidad Cristiana. (a)
Una la Esencia, Tres las Personas;[12]
la Unidad en el Dios Trino, se manifiesta como Tri-Unidad. -"Dios
es Espíritu. (5) Luego, la Divina Esencia de la Santa Trinidad' es UNA,
indivisa e indivisible: ESPIRITU; y TRES las Personas: Padre, Hijo y Espíritu
Santo (6); y esa Santa Trinidad es UN SOLO DIOS VERDADERO! (7) 1.
Necesitamos recordar aquí que, en la Sustancia Divina, discernimos la
Unidad-Base como Tri-Unidad: Sustancia: Sustancia-Atributos y Atributos entre
sí. Esta impronta, de Unidad Trina o Tri-Unidad, la hallamos doquiera el
Espíritu actúe en función de Vínculo Sustancial. Y por lo tanto, está presente
en la Santísima Trinidad, cuya Unidad abarca tres Areas: Sustancia en sí
misma; Sustancia-Personas, o sea: la Cohesión, relación y acción entre la Una
Sustancia y las Tres Personas; y Personas entre sí: su armonía, ecuanimidad y
unanimidad. Rige
idéntico Principio de Unidad. Trina o Tri-Unidad; pero aquí se observa que
"PERSONAS" figura en el lugar de "ATRIBUTOS". Esto no
significa que las Personas desplazan o reemplazan a los Atributos, sino que
los poseen. Son las Tres Personas en la Una Sustancia, las que poseen y ejercen
los Atributos; sin que por eso la Sustancia Una pueda ser dividida entre las
Personas ni que tampoco los Atributos puedan ser repartidos entre ellas. No
podemos decir: El Padre ejerce unos Atributos sí y otros no, y lo mismo ocurre
con el Hijo y con el Espíritu Santo; ¡ NO! Las Tres Personas poseen y ejercen
todos los Atributos pues tienen Una sustancia y son Un solo Dios. Como lo dijo
el Señor: -"Como el Padre levanta a los muertos y les da vida, así también
el Hijo a los que quiere da vida." (8). 2.
Lo mismo ocurre con la Sustancia, que es Una y sin embargo se expresa plenamente
en las Tres Personas. Esa es una capacidad exclusiva de la Naturaleza Divina
que: .....
se distingue de la humana, en que puede subsistir total e indivisiblemente en
más de una Persona." [13]
Un vislumbre de tan grande misterio nos es dado en el gran texto Hebreo:
-"Oye, Israel: Jehová nuestro Dios -(Elohim, plural)-, Jehová uno
es." (9). Y más claramente lo hallamos en el Nuevo Testamento: -"En
él - (en Cristo) - habita toda la plenitud de la divinidad
corporalmente." (10). 3.
Esa Una Sustancia, subsistiendo plenamente en las Personas, no afecta por eso
la libertad de cada una, aunque las tres Voluntades, consustanciadas,
concuerdan en un todo. -"Por
eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me
la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder
para volverla a tomar." (11). Esa declaración del Señor Jesucristo prueba
su libertad personal dentro de la Naturaleza Divina. Y que esa voluntad
concuerda con la del Padre se prueba por lo que sigue: "Este mandamiento
recibí de mi Padre." Hay libertad y a la vez plena concordancia. Lo mismo
se evidencia en esta otra Escritura: -"El
Señor es el Espíritu, y donde hay el Espíritu del Señor allí hay
libertad." (12). Son
tres Voluntades que, a la vez que ecuánimemente, o sea, guardándose todas las
consideraciones individuales propias de su libertad, sienten al unísono,
concuerdan absolutamente en el querer y el hacer, expresándose plena y
unánimemente como participantes plenos de la Sustancia plena. 4.
Tan excelsa Unidad, Eternamente inmanente en la Santa Trinidad, permanece
inalterable en la revelación de la economía de la Salvación. Por eso el Hijo,
Verbo encarnado (13), dijo: -"Yo y el Padre una cosa somos" (14), lo
que prueba la Unidad Sustancial Trinitaria. Y luego vemos la Trinidad de
Personas en esta otra declaración: -"Mas
el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará
en mi
nombre -(el nombre
del Hijo, una Persona)-, él os enseñará todas las cosas y os recordará todas
las cosas que os he dicho." (15). -"Os es necesario que yo vaya, porque si yo no fuere el
Consolador no vendría a
vosotros." (16); "todo lo que tiene el Padre, mío es." (17). La enseñanza
del Señor es clara: Hay Unidad Sustancial en Diversidad de Personas y
Unanimidad total. La Unidad Trinitaria tiene ese sello maravilloso de Unidad
Trina o Tri-Unidad, es a saber: Sustancia en sí misma; Sustancia-Personas; y Personas entre sí. (b)
La
Unidad Trinitaria en la Prelación o Procesión dentro de la igualdad de las
Divinas Personas. 1.
Las Escrituras nos presentan, además, a la Unidad Trinitaria en un orden en el
cual el Padre es primero; el Hijo segundo, y el Espíritu Santo es tercero. El
Señor dijo: -"El
Padre mayor es que yo" (18), lo cual revela la prioridad del Padre.
Lógicamente, al Padre sigue el Hijo y por eso leemos: -"Salí
del Padre" (19); "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo que
está en el seno del Padre él le declaró" (20). Finalmente, la revelación
en cuanto a la Persona tercera en el orden: ..... . el Consolador, el cual yo
os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre..."
(21). 2.
Ese Orden, no implica cambio alguno en la Igualdad y Unidad Sustancial
Trinitaria;
ni implica desigualdad entre las Divinas Personas. Tanto
así, que, -repitámoslo- ni el hecho de la Encarnación del Verbo alteró tales
condiciones. Por eso leemos: -"Yo y el Padre una cosa somos... el Padre
está en mí y yo en el Padre" (22); "el que me ha visto a mí ha visto
al Padre" (23); "porque el Señor es el Espíritu" (24). Esas
Escrituras son terminantes: identificación del Ser y de Presencia, prueban que
la Igualdad y Unidad Sustancial están allí. Por idéntica razón, ese Orden no
implica desigualdad alguna entre las Personas Trinitarias: la Palabra las
presenta coiguales en Deidad y Dignidad, con iguales derechos de recibir culto
y adoración (25), iguales en Gloria y Poder (26), Eternidad (27), y en todas
cosas. 3.
El Orden de Eterna Prioridad, entre Iguales, implica un Estado de Eterna
Subordinación. Siendo
que las Escrituras revelan: la Una e Inmutable Sustancia Eterna en Trinidad de
Personas, o sea, que la Santísima Trinidad "no llegó a ser" (28)
sino que por siempre "era, es y será" (29); y además revelan que
existe un Orden de Personalidad en el cual el Padre es mayor: -¿Qué inducimos
de ello? La
respuesta es solo una: Que en la Eterna Naturaleza de la Deidad existe de toda
Eternidad un Estado de Eterna Subordinación del Hijo y del Espíritu Santo, al
Padre; sin que ello afecte su coigualdad con el Padre como Personas
Trinitarias, ni su Igualdad y Unidad Sustancial. Las
Escrituras revelan ese estado diciendo: -"... el unigénito Hijo, seno
del Padre" (30);
"...el Consolador
el cual yo os enviaré del Padre... el
cual procede del Padre" (31);
al mismo tiempo que revelan que el Hijo y el Espíritu Santo son tan Personales
como el mismo Padre lo es (32); y que el Hijo dice: "El Padre mayor es que
yo" (33). Por
lo tanto, nuestra inducción es correcta: coiguales con el Padre como Personas
Trinitarias, el Hijo y el Espíritu Santo son Eternamente Subordinados al Padre;
no en cuanto a Naturaleza; sí en cuanto a un Orden de Personalidad. 4.
Razones de esa Eterna subordinación. Ya hemos visto -al tratar los Atributos-
que la Vida de Personalidad es vida organizada, no mera subsistencia. Ahora vemos la reflexión magna
de ese Principio. Así que, respetada la distinción entre el concepto de un Dios
Personal y la realidad de las Tres Distinciones Personales de la Deidad Una,[14]
la vida organizada se traduce en términos Trinitarios como Orden Vital de
Personalidad, o sea, Orden de Procesión o Prelación de las Personas, con sus
acompañantes implícitos: el necesario Orden de Oficios y Orden de Operaciones
Personales. En otras palabras: Orden del Ser y Quehacer de las Personas
Trinitarias ¡ Dios es Dios de Orden! 5.
Explicación de los Ordenes: EL
ORDEN DE PERSONALIDAD, indica la Prelación o Procesión de las Personas: el
Orden Personal -no cronológico- con que se distinguen en la Deidad, y actúan. EL
ORDEN DE OFICIOS, tiene que ver con el quehacer de las Personas: indica qué
hacen, cuál es la función de cada Persona de acuerdo con el Orden de
Personalidad. EL
ORDEN DE OPERACIONES, completa al de Oficios desde el punto de vista del
procedimiento o modo de actuar de las Personas; cómo ejercen sus funciones. (a)
Orden de Personalidad; o Procesión o Prelación. -¿Por
qué el Padre es la Primera Persona? La respuesta debe buscarse en el hecho de
que el Hijo y el Espíritu Santo, son revelados en las Escrituras como coeternos
con
el Padre (34) al mismo tiempo
que coeternos en el
Padre (35) No por eso deben ser considerados como "derivaciones" ni
"modos de ser" del Padre, ni como teniendo un momento del tiempo en
que comenzaron a ser o existir. ¡ NO! [15]
No hay un "comienzo" del Hijo en el seno de la Deidad, porque el
Hijo es eterno (36). Sin embargo, ES Hijo: "el unigénito Hijo que está en
el seno del Padre" (37); es decir: EL ETERNAMENTE HIJO EN EL SENO DEL
ETERNAMENTE PADRE! Pero: -¿ Por qué la Escritura dice “unigénito”? ¿ No habla
eso de "generación" o "engendración"? Contestamos.
Respetada la aplicación del significado de “unigénito” a los momentos
históricos de Nazareth (38) y Belén (39), o sea, al nacimiento virginal de
Jesucristo; debemos tener en mente que aquí confrontamos otra connotación de
la palabra que no puede ser ligada a una fecha-calendario porque es un hecho
eterno. Aquí confrontamos el hecho de la ETERNA FILIACION.
"Generación", "engendración", "unigénito",
referidos al seno eterno de la Deidad, no tienen aplicación idéntica a la que
tienen en la esfera humana finita. En lo humano, señalan un instante del
tiempo; pero en la esfera de la Eterna Deidad, no. La única manera en que puede
expresarlo el lenguaje humano es: "LA ETERNA GENERACION DEL HIJO ETERNO".
En otras palabras: el
Hijo está eternamente vinculado al Padre en una relación de eterna Filiación
(40). "Unigénito", en dimensión de eternidad, se presenta a nuestra
finita comprensión señalando el hecho que la eterna Filialidad del Hijo es
coeterna con la eterna Paternidad del Padre, sin confundir las Personas ni
reducir
su coeternidad! Lo
mismo es con el Espíritu Santo, co-igual en Eternidad al Padre y al Hijo (41),
no obstante lo cual se nos dice: "procede del Padre" (42). También,
que el Padre lo envía (43); que el Hijo "bautiza con Espíritu Santo"
(44) y que el Hijo lo envía del Padre (45), de modo que la Procedencia viene
del Padre POR el Hijo. El Padre, vemos, es siempre Primero. Se observa, además,
que la Escritura no habla del Espíritu Santo en sentido de ''Filiación'' sino
de "Procedencia": no se dice "unigénito"; se dice
"procede" del Padre. Este
es el lugar para decir que el "modo" de tal Filiación y Procedencia
Eternas, no está revelado ni es dado a criatura alguna: está vedado a toda mente
Sub-Trinitaria. Los llamados "Credos" de la Iglesia, como el Niceno,
por ejemplo, se esfuerzan por expresar lo inexpresable, diciendo: "DIOS
DE DIOS, VERDADERO DIOS DE VERDADERO DIOS, ENGENDRADO, NO CREADO", y
así. Y si el pensamiento lógico requiere confesar que hay un modo, nuestra
lógica limitación requiere confesar que nos está vedado conocerlo. Es éste, un
grande y Santo Misterio inescrutable e inexpresable. Pero el hecho está
revelado en la Palabra y hasta donde las Escrituras hablan, es lícito
escudriñarlas. Otro
hecho debe ser notado, bien señalado por Strong [16]:
el Orden dado en las Escrituras no permite decir que el Padre
"procede" ni es enviado" del Hijo y del Espíritu Santo. El
Padre es, pues, la Primera Persona de la Santísima Trinidad. Y en cuanto al uso
de las palabras "unigénito" para el Hijo y "procede" para
el Espíritu Santo, además de su significación literal, quizá podamos ver en
ello, también, una implicación del Orden de Prelación: el Hijo, por "unigénito"
del Padre, lo cual lo relaciona directa y naturalmente al Padre, es la Segunda
Persona. Y el Espíritu Santo, por proceder del Padre POR el Hijo, es la
Tercera Persona. Cada término indicaría un lugar en el Orden: pero jamás se
olvide que no se trata de orden cronológico o de tiempo de existencia, pues son
coiguales en Eternidad. Además, el Padre es necesariamente el Primero en el
Orden también necesario, porque las tres Personas no son tres distintas y
separadas Eternidades, pues en tal caso serían tres Sustancias y tres Dioses
independientes. La Santísima Trinidad no son "tres Dioses", como nos
acusan los "modalistas" y los "unitarios". La Trinidad no
es de Sustancias ni de Dioses sino de Personas: es Un solo y único Dios en Tres
Personas. El
Padre es oficialmente la Primera Persona en el sublime Misterio de la
Cosubsistencia
Eterna. Y que en su seno está el "unigénito Hijo" y que de El (del
Padre) procede"
el Espíritu Santo, nos revela que ese UN DIOS, de toda Eternidad, primeramente
ES Padre. Por ser Padre, consustanciado con El y en El, segundo en el Orden
pero coeterno en el Ser y existir Personal en la Una Sustancia Eterna, es el
Hijo: o sea: Dios ES Padre E Hijo. Y finalmente, procediendo del Padre e Hijo,
la Tercera Persona en el Orden aunque igualmente coeterna en su Ser y existir
Personal en la Una Eterna Sustancia, el Espíritu Santo; o
sea: DIOS ES PADRE E HIJO
Y
ESPIRITU SANTO. UNA Y ETERNA
SUSTANCIA : TRES COETERNAS PERSONAS! INESCRUTABLE.
EXCELSO, GLORIOSO DIOS NUESTRO! ANTE EL GRAN MISTERIO, NOS POSTRAMOS REVERENTES
PARA ADORAR: "AL SOLO DIOS EN TRINIDAD Y A LA TRINIDAD EN UNIDAD; SIN
CONFUNDIR LAS PERSONAS Y SIN DIVIDIR LA SUSTANCIA." [17] (b)
Orden de Oficios. El
Orden de Oficios acompaña, a la vez que pone en evidencia, al Orden de
Prelación.
Oficios, son las funciones de las Divinas Personas; su misión en el seno de la
Trinidad, sea Inmanente, que Económica o Dispensacional.[18] Esos
Oficios o Funciones, manifiestan la plenitud de la Sustancia y Atributos de
Dios; y son ejercidos por las Divinas Personas en un Orden correlacionado al
de Prelación, o sea: el Padre, como Primera Persona: el Hijo como Segunda
Persona; y el Espíritu Santo, como Tercera Persona. Por
ejemplo. "Dios es Amor" (46), y este Atributo, como todos los
Atributos de Dios, se halla y realiza pleno en la Sustancia y en todas y cada
una de las Personas. Pero según el Orden de Prelación y de Oficios, el Amor
tiene en el Padre la Eterna Fuente (47), en el Hijo la Eterna Revelación (48),
y en el Espíritu Santo la Eterna Corriente (49). Un
ejemplo Escritural clásico, lo hallamos en Efesios capítulo primero, que nos
da precisamente el Ordenamiento correlacionado de Oficios en la Trinidad tanto
Inmanente como Económica. El Padre, la Eterna Fuente, concibe el Plan Redentor
(50); el Hijo, Eterno Revelador, lo saca a luz y lo ejecuta como Mediador
Redentor (51); y el Espíritu Santo, Eterna Corriente, lo aplica y establece
experimentalmente en los que creen (52). (c)
Orden de Operaciones. Finalmente,
las Escrituras revelan la correlación del modo de operar de las Divinas
Personas. El Padre, como Primera Persona, obra u opera a través o por medio del
Hijo (53). El Padre y el Hijo, a través o por medio del Espíritu Santo (54). Y
aunque el Espíritu Santo llena al Hijo, es el Hijo el que obra por medio de esa
Plenitud (55). Y siempre en unísono sentir, pues lo que piensa el Padre, eso
piensa el Hijo y el Espíritu Santo; lo que el Padre dice, quiere y hace,
también (56). Y todo ello sin afectar en lo más mínimo su libertad Personal
(57); y siempre glorificándose mutuamente uno a otro (58). 6.
La Unidad en la Triple Area de Orden (Prelación; Oficios; Operaciones),
definida. Discernimos
también aquí, el sello de Unidad Trina o Tri-Unidad, o sea: Unidad Sustancial,
en Diversidad de Areas de Orden (sin afectar la Sustancia, ni las Personas, ni
los Atributos), en plena Unanimidad. El
Orden es: SUSTANCIA-DIVERSIDAD DE AREAS DE ORDEN-UNANIMIDAD! (c)
La Unidad en la Santísima Trinidad. Sinopsis; Conclusión. La
evidencia Bíblica permite afirmar que la Unidad en la Santísima Trinidad es
revelada en las Escrituras como Tri-Unidad, pues abarca tres Areas: (1)
Singularidad de Sustancia, (2) Diversidad de Relaciones y (3) Unanimidad de
Manifestación; y puede definirse sumariamente así: UNICIDAD [19]
EN DIVERSIDAD Y UNANIMIDAD. UNICIDAD,
refiere a la Naturaleza Divina o Sustancia de la Deidad, el ESPIRITU, en su
Singularidad Esencial y Unidad intrínseca e inmanente. Es decir:
DIVERSIDAD,
refiere a esa Unicidad del Espíritu en su maravillosa asociación Esencial con
Pluralidad y Diversidad de Relaciones, en tres Areas:
UNANIMIDAD,
refiere a la Manifestación de la Unidad, en, entre y a través de las Areas de
Relación (Personas; Atributos; Ordenes), o sea: la manifestación de la Unidad
de las Divinas Personas, en su:
CONCLUSION. La Unidad de la Santa Trinidad es
revelada en la Palabra de Dios como Tri-Unidad, o sea: UNICIDAD EN DIVERSIDAD
Y UNANIMIDAD; lo cual implica: Unicidad de sustancia:
Espíritu; en Diversidad de Relaciones: (1) Trinidad de Personas: Padre, Hijo y Espíritu
Santo, (2) Pluralidad de Atributos: Espiritualidad, Santidad, Amor, entre
otros, (3) Triple Orden Trinitario: Prelación de Personalidad, Oficios (O
Funciones) y Operaciones o modo de actuar Trinitario; y Unanimidad
de Manifestación: en
maravillosa
precisión, balance y perfección; sin dividir ni afectar la Sustancia, sin
confundir ni afectar las Personas, sin afectar los Atributos ni dividirlos
inter-Personas. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, Quienes poseen la Una
Sustancia y ejercen la Pluralidad de Atributos, actúan siempre en plena Unidad
de Pensamiento, Voluntad, Palabra y Obra; glorificándose mutuamente en su
interrelación, intercomunión e interacción, siempre en plena Unidad,
Ecuanimidad y Unanimidad! ESA
ES LA MARAVILLOSA UNIDAD QUE NUESTRO MARAVILLOSO SEÑOR Y SALVADOR TENIA EN SU
CORAZON Y MENTE., CUANDO LEVANTADOS LOS OJOS
AL CIELO, ORO POR NOSOTROS DICIENDO: “...
QUE SEAN UNA COSA... OH PADRE... COMO NOSOTROS SOMOS UNA COSA.” 3. LA UNANIMIDAD EN LA PERSONA TEANTRÓPICA, EL SEÑOR
JESUCRISTO: PIEDRA BASAL ANGULAR DE LA UNIDAD CRISTIANA.
-“....
como tú, oh Padre en mí y yo en ti.."(1) -"Yo
en ellos..." (2) Tres
hechos reclaman nuestra consideración: ·
La Persona
Teantrópica y su Propia Unidad. ·
El tiempo o
momento; y modo en que oró. ·
Las
implicaciones que para su propia Persona, tenía su Oración Sumo Pontifical. (A)
La
Persona Teantrópica y su Propia Unidad. El
Señor oró en su carácter de Persona Teantrópica; es a saber: Verdadero Dios y
Verdadero Hombre (3); Verbo Eterno Encarnado (4). De modo que cuando Él ora al
Padre y dice: "como tú oh Padre en mi y yo en ti...,' (5); Él , como Hijo,
queda discernido como una experiencia de Unidad absolutamente nueva y
exclusiva en el Universo. En otras palabras: Su Persona es Una, Unica,
irreproducible: no hay ni podría haber otro Señor Jesucristo! La
razón se encuentra en el hecho que el Señor reúne en Sí mismo, una triple
experiencia
de Unidad (en Él hallamos ese sello de Unidad-Trina o Tri-Unidad), que sólo Él
puede reunir: 1º La Unidad Trinitaria que el Señor integra por Su
Deidad Esencial y Propia; 2º.
La Unidad Trinitaria-Teantrópica, o sea la Unidad entre la Deidad y la
Humanidad Perfecta del Señor aparejada por la Virtud del Espíritu Santo en
María virgen; 3º La Unidad Teantrópica considerada en Sí misma, es
decir, la Unidad de la Propia Individualidad del Señor. Veámoslo en su orden. 1º.
La Unidad Trinitaria que el Señor integra por Su Deidad Esencial y Propia. Es
obvio que esta área corresponde a la Unidad en la Santa Trinidad, que ya ha
sido
tratada. Pero debemos enfatizar aquí, el hecho que esa Unidad permanece intacta
en la Encarnación. (7) El Señor, en su "anonadamiento" (8), no
afectó Su Deidad Esencial, ni por lo tanto tampoco afectó a la inherente
Unidad Sustancial Trinitaria. Por eso El dijo: -"Nadie subió al cielo sino
el que bajó del cielo, el Hijo del Hombre que está en
el cielo." (9). Su anonadamiento tiene que ver con la "forma"
pero no con la Esencia Divina; es decir: El se vació de su forma de gloria para
habitar la forma de siervo, la condición de Hombre (10). Algunos
cuestionan la Encarnación del Verbo porque, -ellos dicen-, es imposible que el
Infinito pueda ser contenido en los límites finitos; es decir: es imposible que
Dios pueda ser contenido en Humanidad. Digamos en respuesta que, aunque
impresiva,
no hay argumento en la frase, porque omite considerar las Infinitas
posibilidades y alcances de las Virtudes del Infinito. Por ej.: la Sabiduría,
la Presciencia, Omnisciencia, Omnipotencia y Omnipresencia de Dios. La sola
mención de esas y otras Virtudes del Altísimo, hace vívida a nuestro corazón y
mente la palabra del ángel Gabriel a María: -"Ninguna cosa es imposible
para Dios" (11). Cuidado pues, con los que van detrás de "filosofías
y vanas sutilezas... y no según Cristo" (12). El
que todo lo sabe y todo lo puede, seria hallado falto si careciera de la
Sabiduría y capacidad para anonadarse. Dios sabe y puede. Y lo ha hecho. Por
tanto, aún en esa forma "sin aquella gloria que tenía cerca del Padre
antes que el mundo fuese", en esa forma "un poco menor que los
ángeles" (13), es decir, en humanidad, la Deidad del Señor permanece
esencialmente intangible. "Porque en él habita toda la plenitud de la
divinidad corporalmente" (14). Consecuentemente, la Unidad Trinitaria que
el Señor integra por Su Deidad Esencial y Propia, queda también intocada. 2º
La Unidad Trinitaria-Teantrópica; o la Unidad entre la Deidad y la Humanidad
Perfecta del Señor. Evidentemente,
aquí nos referimos al hecho histórico de la unión de la Naturaleza Divina del
Señor -integrante de la Unidad Trinitaria- y la Naturaleza Humana y Perfecta
del Señor aparejada por la Virtud del Espíritu Santo en María virgen. Y a esas
DOS Naturalezas, constituyendo UNA Persona. Este es el hecho maravilloso: NO
DOS PERSONAS, sino DOS NATURALEZAS EN UNA PERSONA: EL VERBO HECHO CARNE! (15.).
Tal hecho ha sido y sigue siendo el blanco de muchos ataques, lo cual no debe
sorprender pues cumple predicciones proféticas sobre las apostasías de la fe.
('16) Y el obrero "que traza bien la palabra de verdad" (17), hará
bien en discernir las profundidades de Satanás (18) y sus cada vez más sutiles
engaños. No podemos aquí analizar las múltiples formas de negación; pero al
menos damos una lista de ellas con sus denominadores comunes, en nota al pie.* -"Pero
el fundamento de Dios está firme" (20). El
Señor Jesucristo es Perfecto en su Naturaleza Divina y Perfecto en su
Naturaleza
Humana. Verdadero Dios, el Verbo, el Hijo Eterno; y Verdadero Hombre: cuerpo,
alma y espíritu (21); santo, inocente, limpio, sin mancha ni contaminación!
(22) Siendo
Verdaderas ambas Naturalezas, son separables en el concepto pero no en la
realidad histórica de la Una Persona Teantrópica. El Señor no es
"dos" Personas: es "dos Naturalezas en Una Persona". En el
Señor Jesucristo se ha realizado la Unidad Trinitaria-Teantrópica; es a saber:
por el Verbo, la Deidad ha unido a la Naturaleza Humana. La palabra final,
autoritativa del mismo Señor, lo prueba, diciendo" Como tú, oh Padre en mi y yo en
ti" (23), porque en ese enfático "mí", en ese "yo",
está contenida íntegramente la Persona Teantrópica: las dos Naturalezas en una
Persona. Y al decir: "tú, oh Padre en mí", queda manifiesto que el
Padre, a través de la Unidad Sustancial Trinitaria inmutable "en" el
Hijo y "a través" del Hijo, se ha unido y ha unido a Sí mismo, a la
naturaleza humana del Verbo. Si desde la esfera humana el Señor es
"Emmanuel" -"Con nosotros Dios"- (24), desde la esfera
Divina es: -Con
Dios el Hombre! Precisamente por eso, el espíritu de la profecía que es el
"testimonio de Jesús" (25), hablando de la Persona Teantrópica con
referencia a la Cruz, dijo: "Levántate, oh espada sobre el pastor y sobre el hombre
compañero mío, -lit.,
"el hombre de mi unión" **-,
dice Jehová...” (26). 3º
La Unidad Teantrópica en Sí misma, o la Unidad Individual Propia del Señor
Jesucristo. Es
también de carácter trino o Tri-Unidad: (a)
Por la plena cohesión de ambas Naturalezas; (b) Por
su distinción y relación; (c)
Por
su manifestación unánime, unísona, sea en Sí mismo como con el Padre y el
Espíritu Santo. (a) Plena cohesión de ambas Naturalezas. Esto
refiere directamente a la unión hipostática en la una Persona: plena, íntima
Unidad Esencial, naturalmente indivisible. Separable del cuerpo físico por la
muerte sobre la Cruz, es inseparable del cuerpo glorificado en la resurrección,
que no puede más morir. (27). (b)
Distinción y relación de ambas Naturalezas. Esto
refiere al gran misterio de esa Unidad. Se trata de Unidad en Diversidad: una
Persona y dos Naturalezas, sin dividir la integridad de la Persona y -al tiempo
que unidas-, sin confundir las Naturalezas. Estas, indivisibles por su plena
cohesión, son a la vez inconfundibles por su clara distinción y relación.
Escrituralmente, nos es revelado que sin afectar la una Persona, hay clara
distinción de Naturalezas e íntima relación, dentro mismo de la plena cohesión
de éstas. Por ejemplo: cuando se nos habla del necesario desarrollo y
crecimiento humano: "Y Jesús crecía en sabiduría, y en edad, y en gracia
para con Dios y los hombres". (28). Recordamos
también los clásicos contrastes que muestran la clara distinción v a la vez
relación: Como hombre, siente hambre, pero como Dios multiplica panes y
peces(29). Como hombre se cansa del camino y pide de beber junto al pozo de
Jacob, pero como Dios es el dador del agua de la vida eterna (30). Como hombre
llora ante la tumba de Lázaro, pero como Dios lo resucita de los muertos (31).
Como hombre duerme sobre un cabezal en la frágil barca batida por la
tempestad, pero como Dios se levanta y calma los elementos desatados (32).
Zorras y aves tienen cuevas y nidos, pero Él es pobre y no tiene donde reclinar
su cabeza, pero va a preparar lugar en la Casa de su Padre para los que en Él
confían y está sentado sobre su Trono de Gloria (33). Y los ejemplos pueden
multiplicarse (34). Vemos:
Unidad en Diversidad: sin dividir la integridad de la Persona, sin confundir
las Naturalezas; plena cohesión y clara distinción y relación; indivisible e
inconfundible. ¡
MARAVILLOSO SEÑOR JESUCRISTO! Otro
hecho concurre a la Unidad en Diversidad de la Persona Teantrópica: es el
delicado y debatido punto de las dos voluntades. Aquí surge de nuevo el así
llamado "Problema Cristológico". Los "Monothelitas" (Siglo
VII) y los que creen como ellos, contienden que existe una sola voluntad. Pero
no pueden dar respuesta correcta al dilema que eso les plantea: -¿De cuál
Naturaleza?
Si de la Divina, se da tácitamente por imperfecta a la naturaleza humana del
Señor y, como consecuencia, poco real podía ser la tentación, cosa que
contradice a las Escrituras (35). Si de la humana, se da entonces por
imperfecta a la Naturaleza Divina, lo cual es absurdo. Se equivocaban y
equivocan, pues, los monothelitas.[20] Muy
reverentemente, debe reconocerse que si la una Persona posee dos Naturalezas
verdaderas y perfectas -la Divina y la humana- no puede carecer de las
respectivas voluntades. PERO: aunque separables en la formulación del concepto,
son realmente inseparables en la realidad de la una Persona Teantrópica; sin
que ello minimice ni subordine a la Divina ni tampoco que ésta asimile o haga
desaparecer a la humana. No
son independientes sino unificadas: sin que su unificación sea una mezcla de
ambas pues en tal caso perdería cada parte; y sin que su unificación les prive
de distinción. El sublime misterio se expresa y contiene en el hecho de que la
humanidad del Señor no tiene existencia aparte o independiente de la Naturaleza
Divina del Señor, porque no son dos "Personas" o "dos Hijos de
Dios": la Escritura define solamente UNA PERSONA:
EL HIJO, EL UNIGENITO HIJO DE DIOS (36). (c)
Su manifestación unísona, unánime: sea en Sí mismo, como con el Padre y el
Espíritu Santo. Esto
prueba y confirma todo lo dicho anteriormente. Las declaraciones Escriturales
son terminantes. La Unidad Esencial se manifiesta en plena unidad en el Señor mismo, y con el
Padre y el Espíritu Santo. El mismo Señor, en su ministerio público, lo declaró
explícitamente, cubriendo tres Areas de Unidad bien definidas: Voluntad,
Enseñanza
o Doctrina, y Obras. 1.
Unidad en el Area de la Voluntad. Esto
conjuga la unidad interior Teantrópica-Trinitaria, en el querer y el hacer:
"No puede el Hijo hacer nada de sí mismo sino lo que viere hacer al Padre:
porque lo que él hace esto también hace el Hijo juntamente" (37).
"Mi comida y mi bebida es que haga la voluntad del que me envió (38).
"Porque he descendido del cielo no para hacer mi voluntad sino la
voluntad del que me envió (39). Vemos: las voluntades se unifican como un todo
monolítico, pero a la vez se distinguen inconfundiblemente. 2.
Unidad en el Area de la Doctrina, o Enseñanza de la Santa Palabra. "Mi
doctrina no es mía sino de aquel que me envió... las palabras que me diste les
he dado" (40). 3.
Unidad en el Area de las Obras. "Mi
Padre hasta ahora obra y yo obro" (41). "Conviéneme obrar las obras
del que me envió..." (42). Y lo mismo hace el Espíritu Santo, tomando de
Cristo y dándolo a nosotros (43). (d)
La Unidad en la Persona Teantrópica. Conclusión. Como
en la Santa Trinidad, decimos otra vez: UNICIDAD EN DIVERSIDAD Y UNANIMIDAD!
Porque Una y Unica es la Persona, y Dos las Naturalezas: Verdadero Dios y Verdadero
Hombre, subsistiendo la Humana en virtud de su Unidad con la Divina. Sin
dividir la integridad de la Persona y sin confundir las Naturalezas;
expresándose
siempre en plena cohesión. La Unidad del Señor con el Padre y el Espíritu
Santo, permanece intacta, manifestándose en tres Areas definidas: Voluntad,
Doctrina y Obras. MARAVILLOSA UNIDAD EN UN MARAVILLOSO SEÑOR! (e)
La Persona Teantrópica, Piedra Basal de la Unidad Cristiana. El
Señor es la concreción Personal, como Persona Teantrópica, de la Unidad; tanto
por lo que El es en Sí mismo como por lo que El ha hecho -Redentor, Bautizador
con Espíritu Santo y establecedor del Testimonio-, El es la Piedra Basal de la
Unidad Cristiana.[21]
Por esta razón El dijo: "Yo en ellos" (44). El debe ser plantado y formado en nosotros
(45). Son pertinentes aquí, las palabras: .... para que en todo tenga el
primado" (46). Y
también es pertinente esta pregunta: ¿QUE
HEMOS SOBREEDIFICADO SOBRE TAN MARAVILLOSO FUNDAMENTO DE UNIDAD? -Confesamos
avergonzados: Sobre la Unidad... nuestra desunidad! Es hora de reconocerlo.
Es hora de recordar que Cristo no está dividido! (47). Es hora de discernir
aquella Unidad maravillosa que nuestro maravilloso Señor y Salvador tenía en
su corazón y mente, cuando levantados los ojos al Cielo, oró por nosotros
diciendo: ..... . como tú, oh Padre en mí y yo en ti...". -"YO
EN ELLOS" (48). (B)
El
tiempo o momento, y modo en que el Señor oró: la Unidad en la Oración. Era
antes del Calvario y, por lo tanto, antes de Resurrección y Pentecostés. Los
discípulos no tenían en ese preciso momento, la experiencia perfecta de la
Unidad
Sustancial con Cristo. El Señor oró, pues, para que pudieran tenerla. Debemos
señalar aquí un hecho singular: Dios
tenía preparado el Plan de la Redención desde antes de la fundación del mundo
y en ese Plan estaba previsto el hacer partícipe al creyente de la
Dispensación de la Gracia, de esa bendita Unidad Sustancial. (49)
Sin embargo, el Señor oró al Padre por ella. ¿ POR QUE? La
respuesta la hallamos en el significado de la Oración en relación con la
Unidad. Ella es un medio por excelencia para experimentar la Unidad y
Unanimidad con la Voluntad de Dios. Así el Hijo, que conocía la Voluntad del
Padre, se identifica, como Persona Teantrópica, con esa Voluntad. Y al pedir lo
que sabe que el Padre quiere obrar, el Hijo expresa su plena conformidad con
la Voluntad del Padre: expresa el profundo anhelo de su corazón de que esa Voluntad
se cumpla como algo muy deseado! Nada
interfiere la plena identificación. Es una identificación saturada de amor al
Padre y, en cuanto ruega por nosotros, de amor por nosotros. Es la Voz de la
Persona Teantrópica, que habló por el Salmista, diciendo: -"El hacer tu
voluntad, Dios mío, hame agradado y tu ley está en medio de mis entrañas."
(50). El
corazón se derrama; la intercesión sube como un suave perfume (51); el íntimo
sentir del Hijo se expresa al unísono, como Persona Teantrópica, con el íntimo
anhelo del Padre y del Espíritu Santo! Es un momento en la ininterrumpida y
preciosa comunión inter-Trinitaria, manifestándose en y por la Oración! Es la
Unidad Sustancial, manifestándose y expresándose plenamente, en santo amor y
dulce comunión en la Oración Sumo Pontifical. ¡ BENDITA, SANTA ORACION! (C)
Las
Implicaciones que para su propia Persona, tenia su Oración Sumo Pontifical. Esas
implicaciones adquieren proporciones gigantescas de ilímite amor sacrificial,
al medirlas con la Vara de la Cruz! Porque
la Persona que ora, sabe que para cumplirse lo que pide, el Plan Redentor ha
previsto que El sea clavado vivo sobre una Cruz! (52); y que su sangre preciosa
sea vertida en expiación por el pecado! (53). Sabe que su lengua que ahora
suplica, quedará pegada a su paladar! (54). Que su amante corazón será como
cera desliéndose en medio de sus entrañas! (55). Que su rostro sereno de mirar
profundo será golpeado, escupido, y desfigurado; y su frente abatida bajo el
espino cruel! (56). Y sabe que el Padre le ocultará el amado Rostro Eterno!
(57). La
Cruz debe agotar su demanda: -"todas tus ondas y tus olas pasaron sobre
mí" (58). "Mirad y ved si hay dolor cual mi dolor" (59).
"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (60). "¡CONSUMADO
ES! (61). ¡
ESE ES EL DURO PRECIO! Pero sólo así
habrá resurrección, ascensión, PENTECOSTES! Y Él obtendrá y derramará la Promesa
del Espíritu de Unidad sobre Su Pueblo! (62). ¡ÉL
LO SABE! POR ESO ÉL ORA: -"QUE
SEAN UNA COSA... OH PADRE... COMO NOSOTROS SOMOS UNA COSA" (63). ¡
BENDITO, ADORABLE REDENTOR NUESTRO! ¡ PERDONA TU PUEBLO! 4.
LA UNIDAD ESENCIAL o UNIDAD SUSTANCIAL EN LOS CRISTIANOS. Queda
dicho, al nombrar Pentecostés, que el Espíritu Santo es a los Cristianos, el
Vínculo Esencial o Sustancial de la Unidad. Es por la participación del
Espíritu Santo (1), que la Unidad Sustancial es establecida en los creyentes. La Piedra Basal Viviente, el Señor
Jesucristo, es plantada en nuestros corazones por el Espíritu Santo. Cuando el
Señor dijo: -"No
os dejaré huérfanos, vendré a vosotros" (2), refería precisamente a Su Morada
en Espíritu en los suyos (3). Y esa participación del Espíritu, nos es dada
únicamente y una vez para siempre, en el nuevo nacimiento.[22] Se
requiere esa experiencia o no habrá "participación del Espíritu";
porque el "sello" (5), el "arras" (6), la "prenda"
(7), del Espíritu, nos son dados en el nuevo nacimiento y sólo en él. Sí, nos
es necesario nacer otra vez. Quebranta
el corazón pensar en la miríada de personas que se llaman a sí mismas
cristianas y profesan adhesión a Iglesias llamadas Cristianas, pero que no han
nacido de nuevo! (8). Detengámonos
pues, un poco aquí para considerar los hechos imprescindibles para satisfacer
esta necesidad; porque, como está escrito: -"En Cristo Jesús ni la
circunscisión vale nada ni la incircuncisión, sino la nueva criatura."
(9). En
el nuevo nacimiento, el Espíritu de Dios se une y une a Sí, al espíritu
"imagen de Dios" que es el hombre (10). Sin ser "participantes
de la naturaleza divina", como lo expresa el apóstol Pedro (11), no
podremos
conocer la bendición contenida en la expresión Paulina: -"El Espíritu da
testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios." (12). Y para que
tal hecho sea una realidad, se requiere la acción de Dios y la acción-respuesta
del hombre. 1.
Acción de Dios. La
Trinidad Inmanente actúa en función de Trinidad Económica: el Padre dando a su
Hijo unigénito (13); el Hijo dándose a Sí mismo en "ofrenda y sacrificio a
Dios en olor suave" (14); y el Espíritu Santo viniendo para regenerarnos,
morar en el creyente y formar la imagen de Cristo en nosotros! (15). El
Espíritu Santo toma la iniciativa: redarguye y convence de pecado (16) guiando
luego al alma convicta y confesa al arrepentimiento de pecados para con Dios y
a la sola fe en el Salvador Cristo Jesús (17). Una vez alcanzados esos
objetivos, el Espíritu Santo engendra un hijo de Dios en esa alma lavada en la
sangre del Señor! 2.
Acción-respuesta del hombre. Todo
pecador es enfrentado a la acción del Espíritu Santo al oír el mensaje del
Evangelio que el Señor ordenó predicar a toda criatura (18). Y las condiciones
del nuevo nacimiento llaman a su conciencia: arrepentimiento de sus pecados
para con Dios y pura y sola fe en la Persona y Obra del Señor Jesucristo como
su Salvador personal y único. (19). Si
no paga ese precio no tendrá experiencia del nuevo nacimiento y por lo tanto
no será salvo ni participará de la naturaleza divina ni poseerá Unidad
Sustancial con el Señor; y sólo le espera eterna condenación!(20). Si
paga el precio, si recibe al Salvador con arrepentimiento y fe: es engendrado,
nacido de Dios, hecho hijo de Dios, hecho participante del Espíritu Santo y con
ello la Unidad Sustancial con el Señor es establecida en su corazón! -"Mas
a todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, a
los que creen en su nombre: los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios." (21). -"Todo
aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios." (22). desde que
creísteis, fuisteis sella dos con el Espíritu Santo..." (23). ... y en
esto sabemos que él (Cristo) permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha
dado." (24). Con
todo, esa acción-respuesta del hombre, a pesar de ser imprescindible pues sin
ella no hay posibilidad de ser nacido de Dios, NO ES computable como mérito
alguno
para salvación: porque la salvación es una dádiva de pura y sola Gracia y los
méritos son exclusivos del Señor Jesucristo; porque la misma acción-respuesta
humana es promovida por la iniciativa del Espíritu Santo; y finalmente porque
esa acción-respuesta comienza por la humillación del hombre. (25) 3.
Conclusión sobre el Nuevo Nacimiento. Sólo
en los renacidos, se cumple la oración del Señor en cuanto a la Unidad
Sustancial,
por la fundamental razón de que reciben la participación del Espíritu Santo.
Quien no posee esa experiencia no es Cristiano en sentido Bíblico, porque
escrito está: -"Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de
él." (26). (b)
La
Unidad Sustancial en el creyente renacido. Por
la participación del Espíritu Santo, se establece en el creyente la Unidad
Sustancial.
Y entonces, el creyente debe realizar que esa Unidad es también de carácter
Trino o Tri-Unidad, porque cubre tres áreas: 1.
La Unidad Sustancial entre el Señor y el renacido. 2.
La Unidad Sustancial en la persona misma del renacido. 3.
La Unidad Sustancial entre un renacido y los demás renacidos. Y
en las tres áreas, rige el mismo Principio que hemos discernido en los
capítulos anteriores, que es: Unicidad en Diversidad y Unanimidad. Una
es la Sustancia en Diversidad de Personas y áreas de relación, en plena
cohesión, ecuanimidad y unanimidad. Lo
veremos en detalle. 1.
La Unidad Sustancial entre el Señor y el renacido. Es
de carácter indisoluble, pues escrito está: "El que se junta con el Señor
UN Espíritu es." (27). Pero: ello no implica anulación ni asimilación
del espíritu humano del creyente, porque la identificación Sustancial no hace
perder la distinción individual. Las Escrituras revelan tanto la plena
cohesión como la clara distinción: "Porque
el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu." (28). "Y el
Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo
sea guardado entero" (29). "Porque la palabra de Dios... alcanza a
partir el alma y aún el espíritu y las coyunturas y tuétanos y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón" (30). Es
muy evidente que en el renacido se realiza una maravillosa Unidad que es
indivisible
e inconfundible a la vez, es decir: el
Espíritu Santo se unifica con nuestro espíritu y al mismo tiempo guarda
relación con él. No hay división, pero no hay confusión. Hay cohesión y hay
ecuánime relación. Pero,
además, la Unidad se expresa o manifiesta por la Unanimidad. Habiendo recibido
el Espíritu, ahora debemos andar en el Espíritu (31). Mas, por causa del
antagonismo
de la "carne" o del "viejo hombre" (32), la Unanimidad no
será manifestada si no media el sacrificio vivo del creyente para que pueda
experimentar la voluntad de Dios (33). Y esto nos trae al punto siguiente. 2.
La Unidad Sustancial en la persona misma del renacido. Obviamente,
esto se relaciona íntimamente con lo anterior, porque abarca todas las
relaciones interiores y sicosomáticas, o sea, toda la personalidad del creyente:
espíritu, y alma, y cuerpo.[23]
El Espíritu Santo, viene a vivificar nuestro espíritu y a morar en él para
irradiar toda nuestra alma y gobernar nuestro cuerpo, para que el hombre
espiritual
sea establecido (34). La Unidad Sustancial plantada en nosotros por el Espíritu
Santo, nos hace "posesión adquirida para alabanza de su gloria" (35).
"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual
está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque
comprados sois por precio; glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios." (36). Mayor claridad,
imposible. Triste
es confesarlo, pero suelen pasar años antes que el creyente (sea por falta de
enseñanza correcta o por carecer de entendimiento o por falta de sumisión y
obediencia al Señor) encare las implicaciones de la Palabra en cuanto a la
Unidad Sustancial. No debiera ser así, pero suele serlo. Rápidos para muchas
cosas, somos tardíos para realizar los DERECHOS DEL SEÑOR en nosotros, las
realidades de la Presencia del Espíritu y Sus propósitos. Es por eso que la
Palabra de Dios nos manda: -"Y
no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados..."
(37). Y también: -"No apaguéis el Espíritu" (38). Y es por estas
cosas que somos reprendidos, castigados y aún azotados por el Señor (39). No
es cosa liviana, ciertamente, ser hijos de Dios! (40). Y
será en la medida que la Unidad Sustancial sea experimentada, que el creyente
conocerá cuán real, profundo e indisoluble es el vínculo; cuán llena de
consideración la ecuánime relación e íntima comunión; y cuán fructífera la
unanimidad! 3.
La Unidad Sustancial entre un renacido y los demás renacidos. El
Un Espíritu nos hace Uno con el Señor y con los hermanos: -"Porque por un
Espíritu, somos todos bautizados en un cuerpo... y todos hemos bebido de un
mismo
Espíritu." (41). Esto
es reconocido con alabanzas y acción de gracias. Pero: -¿Qué de la
Unanimidad?
¡ Cuánto ejercicio de corazón, humildad, tolerancia y amor fraternal son
necesarios! (42). Y ello, tanto en la Iglesia local, como en las relaciones,
comunión, cooperación y armonía inter-Iglesias; siempre hablando de Iglesias
Bíblicas, de creyentes Fundamentales, o sea, no "modernistas'.[24] ¿
Y qué en cuanto a la Unanimidad Doctrinal? Porque tarde o temprano, lo queramos
o no, aflorarán las tensiones subyacentes entre nosotros por causa de
diferencias en doctrina y prácticas Bíblicas. Este es el momento de reconocer
que la Unidad Sustancial no puede rendirse ni capitular por pasiva o
indiferente, ante las incongruencias, contradicciones o discrepancias entre
renacidos. Las razones son vistas en capítulos siguientes; pero quede aquí
claro que los herederos y depositarios de toda la riqueza contenida en la Unidad
Sustancial, somos hallados faltos puestos sobre la balanza del significado de
la Oración del Señor. Tristemente,
la única conclusión que exprese la realidad de nuestras diferencias
doctrinales o de doctrina y prácticas, puede ser esta: UNICIDAD EN DIVERSIDAD...
Y DESUNIDAD! Que el Señor nos abra el sentido para entenderlo, la conciencia
para reconocerlo y el corazón para que busquemos en El y Su Palabra, Su
Voluntad! Cuán
necesario nos es, en estos respectos, oír de nuevo Su Santa Oración: -“...
que sean una cosa... oh Padre... como nosotros somos una cosa.” B. EN RELACION A LA
PALABRA DE DIOS O SANTAS ESCRITURAS, LA UNIDAD CRISTIANA ES DE NATURALEZA
DOCTRINAL, BIBLICA.
1.
Relación entre Espíritu y Doctrina y, consecuentemente, entre Unidad Sustancial
y Unidad Doctrinal. Mucho
mal ha sido traído a la Iglesia por no haberse reconocido o recordado la
relación entre lo Sustancial y lo Doctrinal. La razón de esa relación consiste
en que: Dado un hecho o una realidad, -física o metafísica; material o
espiritual;
visible o invisible-, habrá una doctrina que lo anuncie, interprete o explique. Por
tal causa, toda Doctrina Bíblica, se refiera o no a Dios, es una realidad o un
hecho puestos o declarados en palabras; sean esas palabras dadas antes de los
hechos, como en los casos proféticos (1); o después de los hechos mismos.
Doquiera
pues, que obre o se manifieste el Espíritu de Dios, habrá una doctrina; más
aún; el mismo Espíritu proveerá la Doctrina que declare su obra, o la obra del
Señor Jesucristo, o la obra del Padre, o todo aquello que el Espíritu desee
revelar (2). Yendo
al fondo del asunto, discernimos que entre Espíritu y Doctrina Bíblica existe
una relación vital; algo así como la relación existente entre espíritu y
palabra, así que la palabra fuere sólo concebida en el mero pensamiento o bien
hablada o escrita. De modo que si el mismo Espíritu Santo que nos da la Unidad
Sustancial es el que nos da la Doctrina, con ésta nos da potencialmente Unidad
Doctrinal. Como lógica consecuencia, Unidad Sustancial y Unidad Doctrinal
guardan relación vital. Veremos más de esto, en los puntos siguientes. 2.
La Unidad Sustancial Cristiana requiere, y se proyecta a la vez, a la Unidad
Doctrinal. (a)
La requiere, porque sin doctrina no hay acceso a la Unidad Sustancial. El
nuevo nacimiento lo prueba. Ya hemos visto que en el nuevo nacimiento recibimos
la participación del Espíritu Santo y con ello, la Unidad Sustancial. Pero:
para renacer se requiere PREVIAMENTE, que los hechos salvadores sean presentados
al alma. Un mensaje debe serle dado y ese mensaje será necesariamente
Doctrinal! Así que al pecador se le diga solamente que el Señor murió y
resucitó para salvarlo y que debe arrepentirse y aceptar a Cristo para ser
salvo: ese "mínimum" se apoya y deduce de una larga serie de hechos
antecedentes que cubren amplio campo Doctrinal: Antropología,
Hamartiología, Soteriología, etc., sin cuya realidad, aquellas sencillas y
breves palabras carecerían de valor. Ese breve mensaje, lo sepa o no quien lo
recibe y aún quien lo da, es en sí mismo un compendio de Unidad Doctrinal, sin
lo cual el pecador no conocería la Salvación y por lo tanto no recibiría la
participación del Espíritu y carecería de Unidad Sustancial. (b)
Pero: la Unidad Sustancial, una vez establecida, se proyecta a la Unidad
Doctrinal de los creyentes. Y
la razón puede llamarse: LA RAZON ESCRITURAL, EL HECHO QUE TENEMOS UNA BIBLIA.
Porque con, en, y por las Escrituras, el Espíritu Santo nos ha dado: la
"buena doctrina" (3); la "sana doctrina" (4);
"doctrina del Espíritu" (5); "la doctrina de nuestro Salvador
Dios" (6); "toda... doctrina" (7). La doctrina es el alimento
del renacido y, asimismo, es todo cuanto la Iglesia necesita y debe creer y
practicar. La Unidad del Espíritu requiere y se proyecta, pues, a la Unidad
Doctrinal y ésta nos es dada por el mismo Espíritu: primero
en las Escrituras y luego, en el ministerio de enseñanza, para que sea
manifestada
en la medida de nuestra sumisión. 3.
Unidad entre el Espíritu Santo y las Santas Escrituras. Necesitamos
recordar aquí que el Espíritu Santo, que es el Vínculo Sustancial de la Unidad
Cristiana, es el Inspirador de las Santas Escrituras: -"Los santos hombres
de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo" (8); "Toda
Escritura es inspirada divinamente..." (9). La Inspiración Divina es,
pues, el Vínculo de Unidad entre el Espíritu y la Biblia, a la cual por eso
llamamos Santa y confesamos la Inspirada e Inerrable Palabra de Dios. En ese
vínculo, -la Inspiración-, reside asimismo la Autoridad Divina de las
Escrituras que las hace la Unica Autoridad en doctrina y prácticas para los
hijos de Dios (10). Todos los santos lo saben. Pero no siempre se aperciben de
cuanto implica, o no siempre lo recuerdan... especialmente respecto de dos
áreas de Unidad: la Unidad inter-Doctrinas y la Unidad Doctrinal inter-Cristianos. 4.
Unidad inter-Doctrinas. Obviamente,
se trata de la Unidad de las doctrinas entre sí, del Cuerpo de Doctrinas
Bíblicas como un todo, sin omitir ni minimizar ninguna y sin contradicción
entre ellas. Siendo que las Escrituras son Inspiradas y por ello Inerrables,
luego: todas sus Doctrinas también lo son. Y la Unidad inter-Doctrinas es el
resultado. Todo es cohesión, armonía, unanimidad. Tal es la evidencia interna
del "corpus doctrinae", una de las pruebas más preciosas de su
Inspiración:
su inter-Unidad! (11). En esta conexión, la Doctrina de la Unidad no es
meramente
una doctrina entre muchas, sino LA Doctrina que las abarca a todas. Puede
llamarse: La Doctrina de la Unidad de las doctrinas. Por lo mismo, no admite
parcializaciones, ni jerarquías de "vitales y no vitales", ni
adiciones Si es Doctrina Bíblica es de Dios, por ende debe ser guardada porque
es Inspirada del Espíritu Santo!(12). 5.
Unidad Doctrinal inter-Cristianos. El
Vínculo Sustancial -el Espíritu Santo- por su doble conexión: con la
Escritura
por la Inspiración y con los Cristianos por el nuevo nacimiento; establece
lógicamente la tri-Unidad: Espíritu-Escritura-Cristianos. Doquiera el Espíritu
Santo more, se manifieste o actúe, lo hará entonces en total acuerdo con la
Escritura por El Inspirada. Y morando, como mora, en los renacidos, guiará a
éstos por la misma regla: doquiera los renacidos se hallen y actúen bajo la guía
del Espíritu Santo, obrarán siempre en total acuerdo con las
Escrituras. Esto es axiomático. Y que tal hecho establece la Unidad Doctrinal
inter-renacidos, también lo es! Cuantos estén de acuerdo con las Escrituras
estarán de acuerdo en toda doctrina y práctica; y por contrario imperio:
quienes desacuerden entre sí lo será porque algunos -sino todos- no estarán
de acuerdo con las Escrituras. Es obvio: LA DOCTRINA BÍBLICA UNE; EL ERROR O
LA FALSA DOCTRINA ES LA QUE DIVIDE A LOS HIJOS DE DIOS!(13). Que
tal realidad declara INJUSTIFICABLES, tanto Espiritual como Escrituralmente,
las discrepancias doctrinales entre los hijos de Dios es tan evidente, que
asombra
hasta el espanto, que se lo pase por alto como si tal cosa hoy día. Pero el
Señor no lo ha pasado por alto, ciertamente! Es hora de reconocerlo y de
proceder sin demora alguna a corregir tan grave falta! 6.
Unanimidad Doctrinal para aquí y para ahora. La
razón es obvia: -Porque participamos de Un Señor y Un Espíritu y ese
Espíritu
nos ha dado Una Escritura. (14) Cristo no está dividido! (15). El Espíritu
Santo
y las Escrituras no están divididos! (16) ¿ POR QUE hemos de estar divididos
los Cristianos, nacidos del Espíritu, que amamos la Palabra de Dios? Se
requerirían varios "Cristos" y "Espíritus" con varias y
contradictorias "Escrituras"... para justificar el mantenimiento de
discrepancias. Pero: si los renacidos son los sujetos propios de la Unidad
Cristiana porque tienen Un Señor y Un Espíritu y Una Escritura Inspirada e
Inerrable, no hay forma honesta de eludir esta conclusión forzosa: Los
renacidos son los sujetos propios de la Unidad Doctrinal para aquí y para
ahora! Además:
el Señor Jesucristo es la Verdad (17), el Espíritu es Verdad (18) y la Palabra
es Verdad (19); y los tres: el Señor, el Espíritu y la Palabra, están con
nosotros
para siempre! (20). Cristo Jesús es la concreción de la Unidad Cristiana; el
Espíritu Santo, la concreción de la Unidad Sustancial; y la Palabra de Dios, la
concreción de la Unidad Doctrinal! Finalmente,
el Señor oró al Padre: "Santifícalos en tu verdad. Tu Palabra es verdad"
(21), y esto, en toda connotación posible, habla de limpieza en la verdad y
significa implícitamente liberación del error.(22). 7.
La Unanimidad Doctrinal nos restringe, por lo tanto, a lo estrictamente
Bíblico:
"SOLA SCRIPTURA", es la Regla Cristiana. Por
eso leemos: "Si alguno habla, hable conforme a la Palabra de Dios"
(23).el que enseña, en doctrina" (24); y "doctrina", entre
Cristianos, significa una sola cosa: DOCTRINA BÍBLICA! -"ESCRITO
ESTA" (25) y "ERRAIS, IGNORANDO LAS ESCRITURAS..."(26), son
declaraciones autoritativas, absolutas, del Señor. El
Apóstol Pablo también dice: .... para que en nosotros aprendáis a no saber más
de lo que está escrito" (27). "Retened la doctrina que habéis
aprendido sea por palabra o por carta nuestra" (28): esta referencia une
la enseñanza doctrinal verbal Apostólica a su enseñanza doctrinal escrita y
con ello, establece a las Escrituras como nuestra Autoridad Doctrinal. "Toda
Escritura es divinamente inspirada y útil para enseñar, reargüir, corregir..."
(29) es igualmente autoritativo y sujeta todo a la enseñanza y corrección
Escritural. "SOLA
SCRIPTURA" es, pues, la Regla ![25]
Pero ello no significa que los Fundamentalistas tenemos un "Papa de
papel", como tan irreverentemente mal dijera Karl Barth, el cual negaba la
Inspiración Verbal y Plenaria de las Escrituras. Esto significa -entre
muchas otras cosas- que las "Sagradas Escrituras" como tan
reverentemente las llama el Apóstol Pablo, nos han sido dadas por el Espíritu
Santo para que en tal manera, la "sana doctrina" (31) quedara a salvo
de las tergiversaciones y digitaciones de "falsos profetas y falsos
doctores", que tanto han proliferado en estos postreros tiempos de cruda y
osada apostasía (32). 8.
Unanimidad Doctrinal es sinónimo de "Unidad de la Fe". -"Hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo."
(33). Esta
Escritura nos habla de realización y progreso en el conocimiento de la verdad y
en la vida espiritual. Y hace muy claro que "Unidad de la Fe" incluye
la Unidad Doctrinal, por dos razones: (a) Porque es una palabra escrita especialmente para
creyentes que, por serlo, ya tenían fe en sentido de salvación; de modo que
"fe" tal como usada aquí, tiene un sentido amplio que abarca a todo
el cuerpo de verdades o doctrinas Bíblicas (34). (b) Porque su claro contexto exhorta a creyentes en dos
áreas netamente doctrinales: -"Que ya no seamos niños fluctuantes
llevados por doquiera de todo viento de doctrina por estratagema de hombres que
para engañar emplean con astucia los artificios del error: Antes siguiendo la
verdad en amor crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber.
Cristo." (35). Allí tenemos juzgado para siempre el caso: los Cristianos
deben tener unanimidad doctrinal. Para ello, deben evitar los errores de las
falsas sectas; y por otra parte, deben "seguir la verdad en amor" lo
cual, junto con la afirmación positiva, implica liberación del error que
impide el crecimiento en Cristo. "UNANIMES
ENTRE VOSOTROS" (36),
apunta en la misma dirección con claridad meridiana. Y su contexto añade luz: -"no
altivos, mas acomodándoos a los humildes"-, que allana dificultades por
causa de temperamento o carácter personal; -"no
seáis sabios en vuestra opinión"-, que refiere a conocimientos y sugiere,
junto con la mesura, modestia y humildad, la necesidad de procurar verdadera
Sabiduría. 9.
¿ Pagaremos el Precio? El
Señor oró por la Unidad; nos dio Su Presencia, Su Espíritu, Su palabra,
Unidad
Sustancial. ¿ No son éstas suficientes razones para entender que debemos poseer
Unidad Doctrinal? Acaso: lo que el Espíritu Santo pudo hacer en y por los
santos escritores por El Inspirados para darnos una Biblia Inerrable, sin
contradicciones, con plena Unidad inter-Doctrinas; ¿ no podrá hacerlo por
renacidos que a ÉL se sometan y por Él
Iluminados para darles Unidad Doctrinal sin incongruencias, contra-dicciones y
discrepancias de ninguna especie? (37). PERO:
-¿ Querremos pagar el precio de nuestra sumisión para hacer Su Voluntad en esto
también? -¿Estaremos
dispuestos a sufrir un poco por amor de la Iglesia de Cristo? (38). ESCUCHEMOSLE
OTRA VEZ: .....
QUE SEAN UNA COSA...OH PADRE. COMO
NOSOTROS SOMOS UNA COSA."! C. EN RELACION AL
TESTIMONIO, LA UNIDAD CRISTIANA ES DE NATURALEZA CORPORAL, U ORGANICA, Y
MISIONAL.
La
razón es: Porque tiene que ver con la Iglesia del Señor Jesucristo, ¡ UN
CUERPO PARA TESTIMONIO! 1.
UN ESPÍRITU, nos hace miembros del UN CUERPO, del UN SEÑOR. (1). Es
decir, miembros de la Iglesia Cristiana. "Mi Iglesia" (2), dijo el
Señor. Iglesia Una y Santa, que se integra con todos los redimidos de la
presente Edad de la Gracia, y que comprende: a los renacidos que ya
han partido para estar con el Señor (3), y a los renacidos que todavía estamos
sobre la tierra y a los que aún han de renacer aquí en oyendo la palabra del
Evangelio en esta Dispensación, hasta que el número sólo conocido por Dios
"desde antes de la fundación del mundo" (4) sea completado. Esa
Una y Santa Iglesia, como Asamblea General de Cristianos será reunida solamente por el Señor Jesucristo a Sí mismo, en el día del
arrebatamiento, antes que se desate la Tribulación. (5) Mientras
llega ese anhelado día, la expresión visible de LA Iglesia en la tierra, son
LAS Iglesias locales -NO las "Denominaciones Eclesiásticas" (6). Por
lo tanto es aquí y ahora, que la Unidad Cristiana en relación al Testimonio
tiene vigencia. Y esa Unidad se relaciona con tres áreas de manifestación: la
Iglesia local; la relación inter-Iglesias y el Testimonio al mundo. 2.
La Unidad y Testimonio de la Iglesia local. La
Asamblea local de creyentes, es decir, la Iglesia que se reúne al Nombre del
Señor en un lugar determinado, sea en un templo o en una casa de familia (7),
es el primer campo de concreción y manifestación colectiva de la Unidad
Cristiana. Parecería innecesario decir que toda Iglesia local debe creer y
practicar las mismas doctrinas
y ordenanzas (8); mantener vivo el espíritu de amor fraterno (9) y un vigoroso
testimonio de predicación del Evangelio a las almas perdidas (10) a la par que
defender el Evangelio frente a toda apostasía (11) y confirmarlo por la
enseñanza y edificación de los creyentes (12). Sin embargo, no sólo debe ser
dicho, sino muy enfatizado! Porque en muchas iglesias locales faltan unas u
otras de esas notas distintivas de una Iglesia Bíblica y militante. Contrista
el espíritu ver templos enormes y lujosos llenos de gente espiritualmente más
que pobre, indigente(13). Y
aún en Iglesias fieles surgidas por obediencia al mandato Bíblico de la
separación de apostasías (14), suelen hallarse disparidades de criterio sobre
doctrinas y prácticas. (Por ejemplo: la coexistencia de dos modos de bautismo
según el deseo del bautizando; falta de convicciones sobre forma de gobierno
eclesiástico; admisión de miembros e invitación a la mesa del Señor
indiscriminadas, etcétera). Por
otra parte, nuevos "ismos" amenazan la Unidad de las Iglesias. Entre
ellos, el así llamado "Neo-Evangelicalismo" con su prurito de
"intelectualismo" y una antí-Biblica reacción para con los
Fundamentalistas, al tiempo que se inclina más y más hacia el ala liberal
modernista y ecuménica del Protestantismo apóstata! Movimiento que va cediendo
terreno en áreas tan delicadas como la Inspiración Plenaria y Verbal de las
Escrituras y su Inerrabilidad; y que va detrás de los "argumentos de la
falsamente llamada ciencia" (15) aceptando esa traslación religiosa del
"Neo-evolucionismo" que ha dado en llamarse
"Evolución-Teísta". Y finalmente, imponiendo por todo el mundo esa
nueva "escuela" de evangelismo ecuménico con su yugo desigual de
fieles e infieles modernistas y con el "Neo-Pentecostalismo" y su
"glosolalia" y "sanidades" masivas, etc. Todo ello atenta
contra la Unidad de la Iglesia local pues está dividiendo a la hermandad en
muchísimos casos. ¡ Cuánta necesidad de Estudio Bíblico adecuado que ponga en
claro tantas sutiles formas de desviación de los creyentes y les confirme en la
Verdad de Dios! Asimismo,
cuán necesario es que el pueblo del Señor sea instruido en todo lo que abarca
la Experiencia Cristiana: comenzando desde el mero nuevo nacimiento (16) y
siguiendo luego paso a paso con el crecimiento espiritual de la nueva criatura
(17); la santificación (18) y la necesaria separación del mundo, dentro y
fuera de los templos (19); el fruto del Espíritu Santo plantado en el carácter
de los creyentes (20); los dones del Espíritu Santo para ser ejercidos por cada
hijo de Dios (21); la "palabra de la Cruz" en toda su profundidad e
implicaciones para las personas y la obra de cada siervo, sea misionero,
pastor, doctorado o "doctorando"... y cada Cristiano (22); la
preparación
de los renacidos para la tan cercana venida del Señor por nosotros (23); la
vida de oración (24); la mayordomía sacrificial de los bienes (25); el
testimonio digno (26) y tantas bendiciones más: íntima comunión, sabiduría y
espiritual conocimiento, el habitual "andar en el Espíritu", el
conocer y obedecer la Voluntad del Señor, etc., etc.! (27). Todas esas cosas,
santas y valiosas, promoverían la manifestación espiritual de la Unidad
Cristiana en la Iglesia local; y haría realidad que cada Iglesia fiel fuese un
ejemplo para las otras, como Pablo dijo de los Tesalonicenses (28). ¡
Ese es el desafío! La Palabra de Dios abierta por siervos fieles ante el
corazón abierto, anhelante y adorante de los hermanos! Benditos los siervos
que oran, sufren y trabajan denodadamente obedeciendo la Voluntad de su Señor y
dando a Su familia el alimento en sazón y a tiempo! (29). Unidad del Espíritu!
Unidad de la Palabra! Unidad del Testimonio! EN LA IGLESIA LOCAL: AQUI Y
AHORA! 3.
La Unidad ínter-Iglesias. Doctrinalmente
hablando, ella es la proyección lógica de la Unidad de la Iglesia local. Y
así debiera serlo en la práctica! Y sea hecho tan claro como la luz del
mediodía: la Unidad ínter-Iglesias, NO significa en ningún sentido la
promoción "ecuménica" de una Super-Iglesia Mundial. NO significa
tampoco la organización de un sistema eclesiástico monstruo de gobierno tipo
"Papal" o centralizado, ni colegiado, ni federativo, ni Conciliar, ¡
NO! Porque todo eso es Anti-Bíblico! Sea hecho claro como la luz del mediodía,
que el Nuevo Testamento establece la INDEPENDENCIA de la Iglesia local en
gobierno, disciplina y administración, respondiendo cada Asamblea directamente
a la UNICA
CABEZA: EL SEÑOR JESUCRISTO! (30). PERO: la Independencia de la Iglesia local,
NO significa su aislamiento de las otras porque tal cosa afectaría la
manifestación
de la Unidad Sustancial del UN CUERPO
DE CRISTO. El
Nuevo Testamento, que legisla la independencia, también establece, por mandato
y ejemplo Apostólicos, la fraternal relación, comunión, asistencia y
cooperación ENTRE IGLESIAS. Y todo ello, sin distinción de raza, país, sexo ni
condición social de los hijos de Dios! (31). Por
ejemplo: ·
Salutaciones fraternales (32). · Amor
fraternal en acción (33). · Socorro en
las necesidades (34). · Intercambio
y viaje de obreros; y asistencia a sus necesidades (35). · Oraciones
mutuas, y por los misioneros (36). · Información
sobre la marcha de la obra (37) · Intercamhio
de cartas de enseñanza apostólica (38). · Reunión
internacional conjunta, -Antioquía-Jerusalem para resolver discrepancias en
doctrina y prácticas! (39). CRISTO
NO ESTA DIVIDIDO! (40). LAS
IGLESIAS DE CRISTO TAMPOCO DEBEN ESTAR DIVIDIDAS NI AISLADAS; SINO EN PLENA
COMUNION Y COOPERACION FRATERNAL, BUSCANDO, Y PERSEVERANDO EN: LA UNIDAD
DOCTRINAL, EL AMOR FRATERNAL Y EL TESTIMONIO UNIDO! 4.
Carácter Misional de la Unidad: "Para que el mundo crea..." (41). Finalmente,
tenemos la Oración del Señor: "Para
que el mundo crea que tú me enviaste... y que los has amado como también a mí
me has amado." (41). Tan
explícitas palabras del Señor cierran nuestro caso. Todo cuanto significa
Unidad Cristiana debe tener manifestación reconocible EN ESTE MUNDO! La Unidad
Sustancial o del Espíritu, subjetiva e invisible de por sí, se hace objetiva a
los ojos del mundo por la Unanimidad de los Cristianos en doctrina, prácticas,
enseñanzas y testimonio. Y
ello posibilitará que el mundo crea y conozca que Dios ha enviado al Señor; que
nos amó como amó a Cristo y como Cristo nos amó! Por supuesto, todo ello no
significa que el mundo entero se hará creyente ni será renacido, pues sabemos
que muchos son los que rechazan el testimonio y se perderán (42). Pero la
Unidad manifestada será un Testimonio que mostrará al mundo que el Señor de
los creyentes no es de este mundo; y ello ayudará a que nuevas almas sientan
el deseo de conocer al Salvador. "Para que el mundo crea", es un a
expresión en la cual la palabra "mundo" ("kosmos") es usada
por sinécdoque, es decir: una figura del lenguaje en la cual el "todo"
es puesto para significar la "parte" o viceversa (43). El
Testimonio unido de los hijos de Dios, manifestando la Unidad Sustancial, la
Presencia del Señor Jesucristo en ellos, la Presencia y manifestación del
Espíritu Santo, la Unidad Doctrinal sin doctrinas ni prácticas en
contradicción de una Iglesia con otra, y la Unidad Misional que proclame,
manifieste
y propague la Unidad Cristiana para la Gloria del Señor, harán sin duda un
impacto
en muchos corazones todavía; aún en estos días de multiplicación de maldad y
resfriamiento de la caridad de la mayoría! (44). El
centurión, al pie de la Cruz, viendo cómo el Señor había expirado, tuvo que
decir, 'Verdaderamente
este hombre era el Hijo de Dios." (45). El testimonio de los Apóstoles
hizo que el pueblo glorificara a Dios y que aún las autoridades incrédulas
tuvieran que decir que "ellos habían estado con Jesús" (46). Nosotros
estamos llamados a mostrar y anunciar las virtudes del Señor y a manifestar el
santo amor de Cristo los unos a los otros para que sea notorio que somos Sus
discípulos (47), y que guardamos Su Palabra! (48). Caso contrario, sería
realmente muy triste que el nombre del Señor fuera blasfemado por causa de mal
testimonio (49). ¡LEJOS SEA! Antes
bien: Andemos "como es digno de la vocación con que sois llamados; con
toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportándoos los unos a los otros
en amor; solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Un cuerpo y Un Espíritu... Un Señor, Una fe, Un bautismo, Un Dios y Padre de
todos, el cual es sobre todas las cosas y por todas las cosas, y en todos
vosotros"
(50). "A El sea gloria en la Iglesia por Cristo Jesús, por todas edades
del siglo de los siglos. Amén." (51). Que
las palabras del Señor nos hablen al corazón. Ante ellas, no es posible aceptar
ni "ecumenismos" ni "aislamientos" ni "caminos del
medio". Tampoco es posible conformarse a "status" que hacen
factible la coexistencia de verdad y error sin que se haga nada para resolver
Bíblicamente tal incongruencia, contradicción y discrepancia entre los
renacidos, el Pueblo de la Unidad! Veremos de esto en el capítulo siguiente. 5.
Conclusión sobre la Unidad en relación al Testimonio. Puede
sintetizarse en las mismas palabras que a través de este estudio hemos
discernido en cada área de Unidad: UNICIDAD EN DIVERSIDAD Y UNANIMIDAD. Porque
UNA es la Iglesia de Cristo, que se expresa visiblemente en la tierra en
DIVERSIDAD de Iglesias locales, que deben guardar plena UNANIMIDAD en doctrina,
prácticas y testimonio al mundo! Esa
es la enseñanza de la Palabra de Dios! Por eso el Señor oró por nosotros
diciendo: "QUE SEAN UNA ... OH PADRE... COMO NOSOTROS SOMOS UNA
COSA". (4) CONCLUSION. Tesis Sintética sobre la Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana La
Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana, puede definirse como una UNIDAD
COMPUESTA, que se integra de SIETE PRINCIPIOS FUNDAMENTALES, que, para la
realización experimental y práctica de la Unidad, se concretan en UNA PIEDRA
BASAL y TRES ACOMPAÑANTES IMPRESCINDIBLES. Ellos son: (a)
Siete
Principios Fundamentales. 1.
Su Carta Constitucional: la Oración Sumo Pontifical del Señor Jesucristo. (San
Juan cap. 17). 2.
Su Eterna Fuente, Corriente y Dechado: la Unidad de la Santísima Trinidad. 3.
Su Piedra Basal Angular: la Persona Teantrópica, es a saber, el Señor
Jesucristo. 4.
Su Vínculo Esencial: la Persona del Espíritu Santo. 5.
Su Vínculo Experimental, o sea, su concreción vital en los creyentes: la
experiencia del nuevo nacimiento. 6.
Su Vínculo y Autoridad Doctrinal: la Inspirada e Inerrable Palabra de Dios,
las Santas Escrituras. 7.
Su Vínculo e Instrumento Misional: el Testimonio Cristiano. (b)
La
Piedra Basal y los Tres Acompañantes Imprescindibles. La
Piedra Basal, el Señor Jesucristo, que es la concreción Personal de la Unidad
Cristiana, para poder ser plantada en los creyentes, requiere tres Acompañantes
imprescindibles, que, a su vez, establecen las tres Areas de Unidad Cristiana: 1.
EL ESPÍRITU SANTO. Vínculo Esencial, del cual somos hechos participantes en el
nuevo nacimiento, que nos hace una cosa con el Señor y los otros renacidos. El
Area es: UNIDAD SUSTANCIAL. 2.
LA PALABRA DE DIOS o SANTAS ESCRITURAS. Inspiradas
por el mismo Espíritu y por lo tanto Inerrables y Única Autoridad en doctrina y
prácticas; cuyo mensaje nos da acceso y pone a nuestro alcance la experiencia
del nuevo nacimiento y con ello a la Unidad Sustancial; y cuya enseñanza nos
provee de Unidad de la Fe. El Area es: UNIDAD EN LA VERDAD o UNIDAD DOCTRINAL. 3.
EL TESTIMONIO CRISTIANO. Vínculo e Instrumento Misional. Iniciado por el mismo
Señor Jesucristo y continuado por el Espíritu Santo a través de los Apóstoles
y discípulos -o sea de renacidos-; tiene que ver con la Iglesia del Señor como
UN CUERPO, UN CUERPO PARA TESTIMONIO. Manifiesta y proclama la Unidad en y al
mundo incrédulo y la propaga mediante la Palabra y el Espíritu en todos cuantos
vienen al conocimiento del Salvador y le reciben. El Area es: UNIDAD MISIONAL. CONCLUSION. La
Síntesis Final de la Unidad Cristiana, puede expresarse en la siguiente
declaración sumaria: UNICIDAD EN DIVERSIDAD Y UNANIMIDAD PARA LA GLORIA DE DIOS
EN LA IGLESIA DE CRISTO! "UN CUERPO, UN ESPÍRITU, UN SEÑOR, UNA FE, UN
BAUTISMO, UN DIOS Y PADRE DE TODOS". ¡BENDITA UNIDAD CRISTIANA!
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(1)
Jn.4:24 (2)
Comparar 1 Co.12:11a,13 (3) Ro 1:12 (4) Lc.24:37-39 (5)
Is.40:18-25 (6)
Dt.4:12,15; Job 919; (7)
Sal.42 :2 Mt.16:16 1 Ts.l :9 1
Tim.3:15 comparar Jn.5:26 (8)
Ex.3:14 (9)
1 Tim.l:17b 1
Tim.6 : 16a (10) Ro.l:23 (11)
Ro.1 :20a,b 2 Co.4:18 He.9 :14 (12)
Job 11:7 (13)
Dt.32:4c Jer.10:10a (14)
Ex.15:11b Ro.l:4 (15)
1 Jn.4:8 Jud., v.21 (16)
Núm.23:19 Tit.l :2 1
Jn.2 :27 (17)
Dt.7:9 2
Cor.l:18 (18) Sal.11 :7 Sal.111
:3b Is.48:1 (19)
Dt.32 :4 Sal.92 : 15 Sal.99:4b Is.26:7b (20)
Sal.36 :5,7 Ef.2:4 (21)
Ro.11:22 Tit.3 :4 (22) 1 P.5:10a (23)
Dn.2:22 (24) Act.15:18 1 P.l:2 (25)
Dn.2:20 Ro.ll :33,34 (26)
Gén.35:11 Job 39:35 (27) SaI.139:7-12 (28) 1 Jn.4 :8 (29) 1 P.l:16 (30)
Gén.17:1 (31)
Sal.85 :10 (32)
1 Co.14:33 comparar Job 25:2
(1)
Jn.17:21,22 (2)
Compárese 15.6: 1-3 (3)
Job 11;7 Ro.1l ;33-36 ( 4) 15.40 :25,28
(5) Jn.4 :24 (6)
Mt.28:19 2.Co.13:13 (7)
Jn.17 :3 (8)
Jn.5:21 (9)
Dt.6 :4 (10)
Col. .2:9 comparar Jn.l:16 (11)
Jn.10:15, 17,18 (12) 2 Co.3:17 (13)
Jn.1:1-4, 14, 18 (14)
Jn.10:30 (15)
Jn.14:26 (16)
Jn.16:7 (17)
Jn.16:15 comparar Act. 2 :35 Act.5 :30-32 (18)
Jn.14 :28c (19) Jn.16:27c,28
(20)
Jn.1:14,18 (21)
Jn.15:26 (22)
Jn.10 :80,88 (23)
Jn.14:9 (24)
2 Co.3:17a (25)
Mt.28 :19 Jn.5:18,23
Jn.20:28 Fil.2:5-11 Ap.4:11 Ap.1l:16.17 (26)
Mt.16:27 Mt.28:18 Jn.17:5 Ef.1:17 (27)
Is.9:6 Jn.1:1.2 He.1:8; 9:14 (28)
Por ej. : Jn.5:21,26 Jn.16:15 (29)
He.13 :8 Ap.1:4.8 (30)
Jn.1:18 (31)
Jn.15 :26 (32)
.1 .Co.12:3-6 (33)
Jn.14:28c
(34)
Jn.1 :1,2 y 1 Jn.1 :1.2 Is.11 :2 y Ap. 1:4. Comparar Gén.1:2 y Mt3:16 (35)
Jn.14:10 Mt.10:20 comparar 1 Co.2:10 (36)
Sal.45 :6 He.1:8
(37) Jn.1 :14.18 Jn.3 :16,18 (38) Lc.1:26-38 (39)
Lc.2:1-20 (40)
Mt.11:27 Jn.17:5,8,24 (41)
Is.57:15,16 comparar Act.2:3,4. Ro.8 :2,9.16 comparar He.9 : 14 (42)
Jn.15:26 (43)
Jn.14:16, 17,26 Gál.4 :6 (44)
Jn.1:33; 20:22 (45) Jn.15:26; 16:7
(46) 1 Jn.4:8 (47)
Lc.1:78 Ef.6:23 1
Jn.2:15, 3:1,4:9-11 (48)
Jn.15:9,10 Jn.17:24 (49)
Ro.5:5 Ef.2 : 18 Fil.2 : 1 Col.1 :8 (50)
Ef.1:3-6 (51)
Ef.1:7-12 (
52) Ef.1 : 13,14 (53)
Jn.5:17,19 Jn.14:10 (54)
Jn;16:13 Ro.8:11 (55)
Le.4:1,14 Act.10:38 comparar Mt. 12 :28 (56)
Jn.5:17-19 Jn.7:16,17 Jn.8:29 (57)
Lc.22:22a (58)
Jn.8:54 |
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(1)
Jn.17:21 (2)
Jn.17:23 ( 3)
Jn. 1:1,2 (4) Jn.
1:14,18 (5) Jn.
17:21 (7) He.
1:8,9 (8) Fil.
2:6-8 (9) Jn.
3.13 (10) Fil. 2:7,8a (11) Lc. 1:37 (12) Col. 2:8 (13) Jn. 17:5 (14) Col.
2:9 (15) Jn.
1:14 (16) 1
Tim. 4:1 (17) 2
Tim. 2:15
(18) Sal.
64:6 (19) Jn.
8:44 (20) 2
Tim. 2:19a (21) Mt.
26:37.38 (22)
He. 7:26b (23) Jn.
17:21 (24) Is.
7:14 (25) Ap.
19:10 (26) Zc.
13:7 (27) Ro.
6:9,10
(28) Lc. 2:52
(30) Jn. 4:6-14 (31) Jn. 11:32-45 (32) Mr. 4:35-41 (33) Lc. 9:58
(34) Mt. 24:36 (35) Mt. 4:1-11
(36) Jn. 1:14,18 (37) Jn. 5:19 (38) Jn. 4:34 (39) Jn. 6:38 (40) Jn. 7:16,17 (41) Jn. 5:17-19 (42) Jn. 9:4 (43) Jn. 15:26
(44)
Jn.17:23a (45) Ro. 8:28-30 (48) Jn. 17:21,23a
(49) Efesios cap. 1 y 3:5-12 (51) Ap. 8:3,4 (52) Sal. 22:16 (53) Mt. 26:18 (54) Sal. 22:15 (55) Sal. 22:14 (56) Is. 50:5,6 (57) Is.53:3 (58) Sal. 42:7 (59) Lm. 1:12 (60) Sal. 22:1
Mr. 15:34 (61) Jn. 19:30 (62) Jn. 16:5-7 (63) Jn. 17:21,22 (64) Dn. 9:19
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(1) 2 Co. 13:13 (2) Jn. 14:18 (3) Jn. 14:16,20 (4)
Jn. 3:7 (5)
Ef. 1:13 (6) Ef.
1:14 (7) 2 Co.
1:22 (8) Compárese
Ap. 3:17 (9) Gál.
6:15 (10) Gén.
1:27 y 2:7 (11) 2 P.
1:4 (12) Ro.
8:16 (13) Jn.
3:16 (14) Ef.
5:2 (15) Ro.
8:29,30 (16) Jn.
16:7-11 (17)
Ro. 2:4 (18)
Mr. 16:15 (19)
Act. 20:20,21 (20) Jn.
3:16-19 y vv. 31-36 (21)
Jn. 1:12,13 (22)
1 Jn. 5:1 (23) Ef.
1:13 (24) 1 Jn.
3:24 (25)
Ef. 2:1-10 (26) Ro.
8:9
|
|||||||||||
(27) 1 Co.
6:17 (28)
Ro. 8:16 (29) 1 Ts.
5:23 (30) He.
4:12 (31) Gál.
5:16a (32) Ro.
6:6 (33) Ro.
12:1,2 (34)
1 Co. 2:12-16 (35) Ef.
1:14 ( 36) 1 Co.
6:19,20 (37) Ef.
4:30 (38) 1 Ts.
5:19 (39) He.
12:5,6 (40) He.
12:7-16 (41) 1 Co.
12:13,27 (42) Mt.
11:29
|
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(1) Dn.
12:8,9 (2) Jn.
14:26
(3) 1 Tim.
4:6 (4) 2 Tim.
4:2,3 (5) 1 Co.
2:13 (6) Tit. 2:10 (7) 2 Tim.
4:2 (8) 2 P.
1:19-21 (9)
2 Tim. 3:16 (10) Sal.
12:6; 33:4 y 119:89,140 (11) Jn.
10:34,35 (12) 1 Co.
2:12,13 (13) Ro.
16:17-19 y vv. 25-27 (14)
Ef. 4:1-6 (15) 1 Co.
1:13a (16) Jn.
10:35 (17) Jn.
14:6 (18) Jn.
15:26; 16:13 (19) Jn.
17:17 (20) Mt.
28:20b
(21) Jn.
17:17 (22) Sal.
19:12 (23) 1 P.
4 :11a (24) Ro.
12:7b (25) Mt.
4:4,7,10 (26) Mt.
22:29 (27) 1 Co.
4:6 (28) 2 Ts.
2:15 (29) 2
Tim. 3:16 (30) Mr.
7:9 (31) Tit.
1:9 (32) Mt.
7:15,16 y vv. 20-23 (33) Ef.
4:13 (34) Ver
en tal sentido: Lc. 18:8b (35) Ef.
4:14,15
(36) Ro.
12:16 (37) 2 S.
22:23 y vv. 29,31 (38) Jn.
7:17
|
|||||||||||
(1) 1 Co.
12:13 (2) Mt.
16:18 (3) 2 Co.
5:6-9 (4) Ef.
1:3-6 (5) Jn.
14:1-3 (6) Act.
9:31 (7) Ro.
16:5 (8)
Mt. 28:20 (9) He.
13:1 (10) Mr.
16:15 (11) Fil.
1:7,17,27-30 (12) Ef.
4:7-12 (13)
Comparar Ap. 3:17 (14) Ro.
16:17,19
(15) 1
Tim. 6:20,21 (16)
Jn. 3:3, 5-8 y siguientes (17) 1 P.
2:1-5 (18) 1 Ts.
4:1-7 (19) 1 Jn.
2:12-17 (20) Gál.
5:22,23 (21) Ro.
12:3-9 (22) Gál.
2:20 (23) 1 Jn.
3:1-3 (24) 1 Ts.
5:17 (25) Fil.
4:13-19 (26) Ef.
4:1-3 y v.17 a 5 :21 (27) Ef.
1:15-20 (28) 1 Ts.
1:6-10 (29)
Mt. 24:45-47 (30)
Ef. 1:19-23 (31) Gál.
3:26-28 (32) Ro.
16:16 (33) 1
Tes. 4:9,10 (34) Act.
11:27-30 (35) Ro.
16:1,2 (36) Ro.
15:30-32 (37) Ef. 6 :21,22 (38) Col.
4:12-16 (39) Act.
15:1-32 (40) 1 Co.
1:13 y 3:1-9, 21,23 (41) Jn.
17:21,23 (42) Mt.
7:13,14 y 21-23 (43) Ver,
en tal sentido: (44)
Mt. 24:12-14 (45) Mr.
15:37-39 (46) Act.
4:13-22 (47) Jn.
13:34,35 (48) Jn.
14:23,24 (49) Compárese
Ro. 2:24 (50) Ef.
4:1-6 (51) Ef. 3:20,21
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IV. SU VINDICACION · Un "status" parcializante. · Un Testimonio por "todo el consejo de
Dios"! 1. La Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana, sustituida por un "statu quo" parcializante, bajo el signo de la "cooperación". Aquí
tratamos de la realidad Cristiana contemporánea. Y reiteramos que al decir
"Cristianos" sólo tenemos en mente lo que el Nuevo Testamento
discierne como tales, es a saber: los renacidos. Se trata, pues, de penetrar la
cruda realidad eclesiástica entre los hijos de Dios, confrontada por la
Doctrina Bíblica de la Unidad. En otras palabras, discutiremos la realidad
entre hermanos Fundamentales en la Fe, entre los santos de Dios. Y
afirmamos que la Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana, ha sido sustituida
por un "status" parcializante, que agita el signo de la
"Cooperación Cristiana". Lejos
de nosotros el disminuir un ápice de la necesidad e importancia de la comunión
y cooperación entre hermanos. Ella es deseable y preciosa y manifiesta, sin
duda alguna, la Unidad espiritual de los hijos de Dios. (1) Pero los niveles
Bíblicos de la Unidad Cristiana, no se satisfacen en la actual cooperación
inter-Confesiones, porque ésta ha sido predeterminada por acuerdos
parcializantes que técnicamente pueden definirse como "statu quo". De
hecho: por "común acuerdo", representantes de distintas
Denominaciones preestablecen: a) Por una parte, qué doctrinas comunes a todos
servirán de base y serán sostenidas y/o defendidas, y qué límites cooperativos
permiten. b)
Por otra parte, concuerdan en que las discrepancias interconfesionales
existentes respecto de otras doctrinas, (cosa que no permite ir más allá en la
comunión y cooperación)-, queden como hasta aquí: libradas a la interpretación
tradicional de cada sector... y cortésmente no tratadas ni discutidas en
predicaciones ni Estudios Bíblicos, ni en otras actividades conjuntas. A
tales acuerdos, explícitos o tácitos, que son la realidad del día, llamamos
aquí "STATU QUO". Y OBSERVESE: deja sin tocar lo que debería tocar,
es a saber: las discrepancias. Y toca lo que no debió tocar jamás: a la
Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana, sea que lo haga conciente o
inconcientemente, al reducir sus niveles Novotestamentarios. Lo
más triste es que tal "status" queda impuesto como si fuera el
"summum" de la Unidad, cuando realmente es un sustituto de ella que,
para hacer posible la cooperación pactada, paga el precio de reducir las
exigencias de la Doctrina Bíblica de la Unidad, cubriendo las discrepancias
bajo apariencias de respetabilidad. Bien ha sido dicho, que ello equivale a un
"acuerdo en estar en desacuerdo", lo cual, creemos, es contrario a
la Palabra de Dios. Que el Señor hable paz a Su puehlo y a Sus santos para que
no se conviertan a la locura! (2). Bíblicamente
hablando, la Cooperación Cristiana debe manifestar: amor de Dios, amor
fraternal (3), amor a la paz, juntamente con amor a la verdad y de la verdad
(4), pues escrito está: "LA CARIDAD... SE HUELGA DE LA VERDAD" (5). Sin
embargo, algunos hermanos arguyen que las discrepancias pertenecen al campo de
las "diferencias legítimas de opinión" que caben dentro de la
"libertad Cristiana" y que se deben sobrellevar con espíritu de
"tolerancia y caridad". Pero no advierten que tales generalizaciones
en el decir, permiten: a)
Minimizar indebidamente la delicadeza de las doctrinas contradictas, que no son
de ninguna manera leves ni livianas. [26] b)
Pasar por alto el hecho de que "libertad, tolerancia y caridad", son
LAS TRES, "FRUTO DEL ESPIRITU SANTO" (6) y, por serlo, no pueden ser
alienadas de la Verdad porque el Espíritu Santo es Espíritu de Verdad (7) que
no tolera ni encubre el error, sino que está aquí para redargüirlo y librarnos
de él por la Palabra de Verdad (8). La
perpetuación de errores debe buscar otros mantos para cubrirse, pero jamás
podrá
hacerlo poniéndose al amparo del Espíritu de Verdad, pues tal cosa: 1.
Afectaría la Unidad y Naturaleza misma del Espíritu; y afectaría la Unidad
Espiritual Cristiana que se nos manda explícitamente guardar (9). 2.
Afectaría la Autoridad Bíblica, que se nos manda acatar (10). 3.
Contristaría y apagaría, es decir: impediría obrar y darnos Su Luz, al
Espíritu
Santo, lo cual se nos ordena no hacer (11). PERO:
-se dirá- es que debemos terminar con la cooperación? RESPONDAMOS
ENFATICAMENTE: ¡ NO! ¡ EN NINGUNA MANERA! Debemos terminar con el
"status", NO con la cooperación! En otras palabras: debemos reconocer
que nos hemos dado acuerdos que nos estancan; y que es necesario romper de una
vez por todas con esas ataduras, alargar las cuerdas, reforzar las estacas y
dejar de estar estrechos dentro de nosotros mismos. (13). -Por
qué no se amplían los actuales propósitos de las Organizaciones
Fundamentalistas Inter-Denominacionales existentes (Asociaciones
Ministeriales; Asociaciones de Misiones; Comuniones y Concilios de Iglesias;
Asociaciones Teológicas; etc.), de modo que permitan el tratamiento fraternal y
Bíblico de tantas cosas que hasta ahora han sido "tabú" por causa del
"status"? -Por
qué no es posible realizar Congresos, Conferencias y Convenciones
Inter-Denominacionales, especialmente convocados para que nuestros hermanos
mejor dotados puedan con toda LIBERTAD tratar con la altura y dignidad que la
TOLERANCIA Y CARIDAD CRISTIANAS, FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO otorgan a los
santos, temas tales como: · La doctrina
Bíblica de la Unidad Cristiana y nuestras discrepancias inter-Confesionales. · La Iglesia
según el Nuevo Testamento y nuestras organizaciones
"Denominacionalistas". · Las
Misiones modernas y su relación a las Iglesias y los Métodos misioneros
Novotestamentarios y a la Unidad Cristiana. ·
Restauración de la Doctrina y de la práctica de la Unidad Cristiana entre los
renacidos. Etc.,
etc., etc.? Acaso
no se tratan: "modernismo antiguo y contemporáneo",
"ecumenismo", "Neo-Evangelicalismo", "Evangelismo
ecuménico", "Neo-Romanismo", "Neo-Pentecostalismo":
glosolalia y sanidades masivas, "Comunismo",
"Evolucionismo", y tantos otros "ismos"? Es
ético y honesto ocultar y no tratar nuestros propios "ismos"? Somos
tan pundonorosos y espirituales "caballeros Cristianos" como para
decidir respetar nuestras llamadas "diferencias"... y
no ni tan caballeros ni tan espirituales como para traerlas a Estudio Bíblico
conjunto sin que corra peligro nuestra cooperación y aún nuestra amistad? Somos
capaces de organizar Concilios Interdenominacionales para unirnos en la lucha
contra las apostasías y no somos capaces de encarar la constitución de comités
de consulta para tratar el estudio en amor fraternal de nuestros mutuos
errores? Somos
capaces de orar y obrar juntos por la salvación de los perdidos, pero no somos
capaces de orar y obrar juntos para que nosotros los salvados lleguemos a la
Unidad Bíblica en doctrinas y prácticas, cooperación y asistencia y
testimonio, y desaparezca así el escándalo de nuestras contradicciones,
discrepancias
y egoísmos provincialistas? "MEDICO,
CURATE A TI MISMO" (14), nos parece que es un refrán que se nos vuelve en
reproche! Seamos sinceros y honestos para con Dios y con nosotros y
autoexaminémonos.
Confesar juntos que la Biblia es la Inspirada e Inerrable Palabra de Dios (15)
y nuestra Unica Autoridad en doctrina y prácticas (16), Y: al mismo tiempo,
discrepar precisamente en muchas doctrinas y prácticas que cada
"Denominación" refiriéndose a las suyas propias llama
"Bíblicas", (lo que implícitamente declara no Bíblicas a las de las
otras), QUE ES, SINO OBVIA INCONGRUENCIA Y FLAGRANTE CONTRADICClÓN? Un
observador competente pronto descubre que tal cosa equivale a negar en los
hechos lo que los Fundamentalistas confesamos en nuestras Declaraciones
conjuntas. Por
otra parte, es muy penoso comprobar nuestra falta de acuerdo sobre cuáles sean
los Principios Bíblicos normativos de nuestro Testimonio cooperativo, en áreas
tales como: a)
Significado y aplicación de la Doctrina Bíblica de la separación de
apostasías.
(17) b)
Etica y métodos Bíblicos en la defensa del Evangelio. (18) c) Doctrina y
práctica de la Unidad Cristiana. (19) Y
todo ello contradice de plano a nuestra mutua confesada Autoridad, la Palabra
de Dios, que nos manda ser UNANIMES! (20) Por
lo tanto, si no se modifica radicalmente el actual "status", éste no
podrá evitar que su "libertad, etc.", caigan bajo sospecha de
"cobertura de malicia" (21), pues tiene cabida
para cuantos errores quepan en las áreas de desacuerdo, sin que nadie se sienta
inquietado ni exhortado Bíblicamente en modo alguno. Y esto contradice a la
Autoridad de la Palabra, que nos revela la actitud Correcta en la oración del
Salmista: "Los errores, ¿quién los entenderá? Líbrame de los que me son
ocultos." (22). Como
resultado, la cooperación, atada al "status", queda marcada por éste
con el estigma de un escándalo y de una vergüenza: a)
el escándalo de servir de amparo y perpetuación de contradicciones y
discrepancias
y por lo tanto errores; y b)
la vergüenza de carecer de vocación para llamar al pueblo de Dios a la
oración
y a la humillación delante de Dios (23) ni para separar a hombres de Dios para
la tarea de restauración de los niveles Novotestamentarios de la Doctrina
Bíblica de la Unidad Cristiana entre nosotros, los Fundamentalistas. Finalmente,
lo más sorprendente y doloroso, es que pareciéramos carecer de capacidad de
reacción y voluntad de acción para tomar alguna iniciativa espiritual que ayude
a la solución Bíblica del problema. El sopor de un sueño pesado nos ha
invadido. (24). Y con esto, la cooperación interdenominacional Fundamentalista
queda defraudada y sin esperanza de vindicarse ni liberarse de un
"status" que no puede ser ya el instrumento de bendición que la
Hermandad cooperante necesita en tantas áreas que exigen, perentoriamente,
Unidad! El
silencio se cierne sobre los hechos "tabú" y el callar aún acerca de
lo bueno, es decir, de la Verdad Bíblica, es más estimado hoy día (25). Como
resultado, algunos hermanos, que se aperciben del problema, caen en un
aislamiento total y otros, que no se apartan así, se encierran en una especie
de ostracismo interior en medio de la multitud, que mal oculta un sentimiento
de frustración o exceso de fatiga moral o de temor, que se reflejan en una
actitud pesimista, tipo fatalista, que les inhibe. Tales
y parecidos síntomas, componen en muchos casos un síndrome que quizá revela un
conflicto de conciencia aún no resuelto en la cámara secreta de la propia
subjetividad tremante o vacilante, necesitada con urgencia de orar la oración
que la Palabra nos enseña diciendo: "CONSOLIDA MI CORAZON PARA QUE TEMA
TU NOMBRE" (26) y no a ningún "status"! Y
si alguna voz se oye, esporádica: su tónica es incierta, vacilante, incompleta
en su mensaje, que llega expresado en términos tales que parecen pedir perdón
por el atrevimiento o temer exceder la estricta etiqueta diplomática, o que la
palabra trascienda más allá del propio provincialismo o círculo íntimo en que
fue hablada. Queda
así alienado u oculto, el mensaje Bíblico claro, profético, redargüidor,
exhortador,
fraterno, que TODOS necesitamos en esta hora crucial de la Historia de la
Iglesia y también del mundo. Y
el pecado de omisión, de quienes debieran dar la Voz y no lo hacen (27), se
agrava ante la explícita constancia de la Palabra de Dios que encarece la
actitud de los valientes por la Verdad que no encubren la Palabra, al costo
de todos los costos! (28). Algunas
otras voces: o abogan fuertemente por el mantenimiento del "statu
quo", [27] o
yendo al otro extremo de la línea se pronuncian fuera y aún contra de él pero
sin la más mínima consideración de la Verdad Bíblica de la Unidad Cristiana. Y
no faltan quienes ofrecen como la única solución, "olvidar" las
discrepancias... sin la más mínima insinuación de buscar la solución
Bíblica! Que
todo eso desagrada a Dios, es evidente. Por
eso el Señor ha levantado un Testimonio! Pero
esto merece capítulo aparte. 2. Un Testimonio por "TODO EL CONSEJO DE DIOS". Eso es el Testimonio
"PHILADELPHIA" (Amor
Fraternal) -"Has
dado a los que te temen bandera que alcen por la verdad" (1). ...Dios...
no se dejó a Sí mismo sin Testimonio" (2). Su Santo Espíritu, que
"sopla donde quiere" (3), soplando desde "lo último de la
tierra" (4), envía un clamor, una carga a las Iglesias (5), identificada
como el Testimonio "PHILADELPHIA" (AMOR FRATERNAL). No es exclusivo
de ninguna Iglesia ni de ninguna compañía de creyentes en particular, sino que
identifica a TODAS las Iglesias Fundamentales sobre la faz de la tierra que, de
rodillas ante el Trono de la Gracia y de pie frente a las apostasías postreras,
concuerdan en testificar juntas una firme y santa protestación por "TODO
EL CONSEJO DE DIOS" sin parcializaciones ni transacciones! (6). Testimonio
que integra la marcha triunfal. de la proyección Histórico-Profética del
testimonio
de aquella pequeña Iglesia en "Filadelfia", a la cual el Señor dijo:
"Has guardado mi Palabra y no has negado mi Nombre", y a la cual
prometió victoria sobre "la sinagoga de Satanás" (apostasía) y
liberación
"DE la hora de tentación" mundial (la Tribulación) (7) "Filadelfia"
no tuvo reproche del Señor, pero sí prevención: -"He aquí yo vengo presto;
retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona" (8). Proféticamente
discernida, esta prevención nos advierte de cuál es el peligro latente y cuál
el blanco del ataque diabólico sobre el pueblo fiel -especialmente en las
vísperas de la venida del Señor-:
SACAR A LAS IGLESIAS DE SU POSICION BÍBLICA CORRECTA! Y
es necesario decirlo: el actual "status" discutido en el subtitulo
anterior, contiene el vivo germen de ese peligro latente!, pues atrae a las
Iglesias Denominacionalistas a estar juntas "por la verdad", sin
inquietar ni pedir a ninguna, que promueva la solución Bíblica de los
"ismos" anti-Bíblicos, en los que subyacen los errores que las
dividen. Por
lo tanto: toda Iglesia que se precie de Fundamentalista en estos días postreros
de la Edad de la Iglesia, debe sin demora re-examinar su Testimonio en la luz
de la prevención de su Señor; y en el punto preciso si retiene o no una
posición clara, de presencia, voz y acción, en cuanto a la pureza de la
Iglesia en doctrinas, prácticas, vida y testimonio a la Palabra y al Nombre
del Señor! BASTA
YA DE PARCIALIZACIONES Y DE "STATU QUO"'! Es hora de hablar y obrar
para que de esa cooperación comprometida, se pase a una cooperación plena a la
Verdad! (9). El Señor desea que recibamos galardón cumplido! (10). Hay
urgencia en la carga! Porque la Venida del Señor está cerca! Las "señales
de los tiempos" (11) se multiplican ante nuestros ojos. Las cumbres
proféticas de la Palabra de Dios se erizan de arreboles y los destellos
iluminan la Historia. Haremos bien en no subestimar ni desatender sus oráculos!
(12). a)
El "mundo" o "kosmos" organizado según el "príncipe
de este mundo", Satanás (13), se prepara a ritmo alucinante para el día
del Anticristo (14) y la aflicción sin paralelo de la Tribulación "LA
GRANDE"(15). b)
La Iglesia del Señor Jesucristo, que NO pasará tal aflicción porque Su Redentor
vendrá a arrebataría de "oikoumene" (tierra habitada) (16), ANTES de
sus horrores (17): NO
HABRA DE PREPARARSE PARA RECIBIR DIGNAMENTE A SU CELESTIAL ESPOSO EN LOS
AIRES? La "manada pequeña" que vela ya su última vigilia (18) y que
"ama y espera Su venida" (19): NO HONRARA LA PALABRA QUE DICE: "Y
CUALQUIERA QUE TIENE ESTA ESPERANZA EN EL SE PURIFICA, COMO EL TAMBIEN ES
LIMPIO"? (20). POR CIERTO QUE SI! Los renacidos y las Iglesias
Fundamentales que ellos integran, que confiesan no sólo en los credos sino con
lo profundo de su corazón "la esperanza bienaventurada", SE
SANTIFICARAN! (21). Pero
cabe aquí una pregunta lógica: Qué implicancia, qué aplicación tienen la
purificación
y santificación prenupciales de la Iglesia en lo que concierne a la Doctrina
Bíblica de la Unidad Cristiana? La respuesta brota espontánea: -EN
LA IGLESIA LOCAL, la purificación requiere la consolidación de su Unidad
interna, mediante el Estudio Bíblico y la oración, a fin de eliminar todo
cuanto fuere hallado contrario a las Santas Escrituras, en sus doctrinas,
prácticas, vida y testimonio. -Y
EN LA RELACION INTER-IGLESIAS, la purificación exige consolidar la Unidad
Cristiana, mediante el mismo procedimiento de Estudio Bíblico y oración,
buscan-do fraternal y conjuntamente la solución de la Palabra de Dios a las
discrepancias interconfesionales que constituyen nuestros "ismos". "TODO
EL CONSEJO DE DIOS" (22) es bandera, escudo, camino y meta en esta tarea.
Terminemos con las parcializaciones de un "status" en las que,
ADMITAMOSLO!, subyace, junto con su erróneo amparo, la sutil intención de
"justificar" lo injustificable: nuestras incongruencias,
contradicciones y discrepancias! Que
"la Palabra de Dios corra y sea glorificada" (23) entre nosotros,
108 Fundamentalistas, sea nuestra oración y exhortación mutuas. Que
en nuestras "Declaraciones de Fe" sea restaurada, en toda su
Dimensión Novo-testamentaria, la Doctrina Bíblica de la Unidad Cristiana. Que
la actual cooperación salga de una vez del pantano del "status" y se
transforme en marcha dinámica y triunfal que permita recorrer a paso de carga, -porque
el tiempo apremia- el camino que aún falta para el logro del gran objetivo: LA
UNIDAD EN DOCTRINA, PRACTICAS Y TESTIMONIO, DE LOS QUE CONFESAMOS QUE LA
SANTA BIBLIA ES NUESTRA UNICA AUTORIDAD EN DOCTRINA Y PRACTICAS! Y
esto, que parece lo máximo y aún para algunos un ideal inalcanzable, un sueño
utópico: ES LO MINIMO que debiera exigirnos nuestra conciencia Cristiana, porque
nuestro profesado FUNDAMENTALISMO NOS OBLIGA MORAL Y ESPIRITUALMENTE A
AJUSTARNOS EN TODAS LAS COSAS A LA SANTA PALABRA DE DIOS! Ha
llegado la hora histórica, en que la Iglesia debe marchar otra vez por la ruta
ANTIOQUIA-JERUSALEM (24) que, iluminada por el Espíritu Santo y señalada con
las marcas de los Apóstoles, recorrieron nuestros hermanos del Siglo Primero!
Su santo ejemplo, lleno de Gracia, debe ser seguido sin dilación por nosotros,
que vivimos ya la hora undécima de la Iglesia aquí y que, como ellos: hemos
sido lavados por la misma Preciosa Sangre del Cordero de Dios y engendrados
por el mismo Espíritu Santo (25); y también necesitamos reunirnos para
conciliar
doctrinas y prácticas, ajustándolas SOLAMENTE a lo estatuido en las SANTAS
ESCRITURAS! El
tiempo es venido, de sacrificar un consumado sacrificio vivo de plena sumisión
al Señor (26) y de pleno acatamiento a Su Palabra (27). La
Cruz nos sale al encuentro y tomarla o dejarla es el dilema y juicio sobre
nosotros hoy (28) en cuanto concierne a la negación de nosotros mismos y a la
aceptación de Su Voluntad Soberana. AL SEÑOR, DEL TODO! A LA BIBLIA, EN
TODO! Volvamos al Señor en plena sumisión! Volvamos
a Su Palabra en plena obediencia. Que a los pies del Amado nos encontremos los
hermanos en Cristo Jesús! Esta es la hora de la Doctrina Bíblica de la Unidad
Cristiana. Es la hora de llamar a reuniones conjuntas de oración por la Unidad
plena de la Iglesia de Cristo. Para que sea el Señor mismo quien nos guíe en
cada paso a tomar. Para que El envíe "Su Luz y Su Verdad" (29) e
"incline nuestro corazón a sus testimonios" (30). Para que El
"enderece nuestro corazón en el amor de Dios y en la paciencia de
Cristo" (31). Es
la hora de presentarnos a Él como instrumentos de justicia (32) para que El
pueda obrar por nosotros Su buena Voluntad, agradable
y perfecta! Sólo, sólo así, recibiremos las fuerzas y las capacidades para
sobrellevarnos en santo amor y exhortarnos fraternalmente los unos a los otros
(33), mientras recorremos juntos el Camino de la Unidad que aún nos falta
andar, siguiendo las santas pisadas del Cordero de Dios! (34). NO
HAY ALTERNATIVA!, si es que el Señor ha de hallarnos en Su venida
"por" nosotros, tal como El lo quiso, cuando: -aparejado
ya para subir la cumbre del dolor sin igual (35); -cerniéndose
sobre su alma la noche de los siglos en el mediodía de su soledad (36); -pronto
a dar su cuerpo a los clavos y a la cruz que la tierra provee, ingrata, aunque
quizá intuitivamente sabia en su ignorancia (37); -listo
para ser traspasado por la Espada flamígera de la Justicia más Alta (38); -y
antes que su lengua se pegara a su paladar y su corazón se desliera como cera
en medio de sus entrañas; antes que fuera horadado, descoyuntado, desfigurado,
sangrante (39), ofrecido en ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave por todos
nosotros (40); OH
BENDITO CORDERO DE DIOS, SUBLIME REDENTOR NUESTRO!, Te hiciste tiempo para
levantar al Cielo el mirar de tus ojos profundos; y viendo lo que sólo Tú
podías ver a través de espacios infinitos, estrellas rutilantes y nubes de
gloria: pensaste en las humildes ovejitas y corderitos de tus pequeños
rebaños, y lleno de amor y compasión Oraste por ellos cual nadie oró: -
... QUE SEAN UNA COSA... OH PADRE... COMO NOSOTROS SOMOS UNA COSA... CONSUMADAMENTE
UNA COSA." (41). HERMANO EN CRISTO
QUE LEES ESTAS PAGINAS: ¿NO LO SIENTES TU
ASÍ? ¿
No hay carga alguna en tu corazón por la Unidad que aún falta al Pueblo de
Dios? ¿No oyes ya el clamor? ¿ No te apercibes que Él viene pronto y que urge
que los renacidos nos preparemos, así como las Iglesias que integramos? ¿ No
realizas que un incipiente diálogo ante la Biblia abierta se insinúa? ¿Diálogo
de oración y estudio Bíblico buscando en todo la Voluntad de Dios? El
Amor Eterno, derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, brota en
ferviente Amor Fraternal. El Señor está a la puerta y nos llama! ¿SEGURO QUE NO NOS NEGAREMOS, VERDAD?
Notas: (puede hacer click sobre el número de referencia para regresar al texto) |
(1) Sal.
133
(2) Sal.
85:8 (3) Jn.
13:34,35 (4) Zc.
8:16-19 (5) 1 Co.
13:6 (6)
2 Co. 3:17 (7) Jn.
14:17; 15:26 y 16:13 (8) Jn.
16:8-14 (9) Ef.
4:3 (10) Dt.
4:2 (11) Ef.
4:29,30 (12) 1 Tim.
4:16 (13)
Is. 54:2
(14) Lc.
4:23a (15) Sal.
111:7,8 (16) Sal.
119:4 (17) Ro. 16:17,18 (18)
Fil. 1:7,17 (19)
Gál. 3:26-28 (20)
Ro. 12:16 (21)
Gál. 5:13 (22)
Sal. 19 :7-14 (23)
J1. 2 :15-18 (24)
Compárese Mt. 25:5 (25)
Véase Sal. 39:2 (26)
Sal. 86:11c (27) Stg. 4:17 (28) Sal. 40:8-11 |
||||||||||
(1) Sal. 60:4 (2) Act. 14:17 (3) Ez. 37:9 (4) Is. 24:16a (5) Ap. 3:22 (6) Act. 20:27 (7) Ap. 3:7-13 (8) Ap. 3:11 (9) 2 Co. 13:8 (10) 2 Jn., v.8 (11) Mt. 16:3 (12)
Lc. 21:28-36 (13)
Mt. 4:8,9 (14) Dn. 9:26,27 y 11:31-45 (15)
Mt. 24:15-22 (16)
Mr. 13:32-37 (17) 1 Ts. 1:10 y 5:9,10 (18)
Lc. 12:32-40 (19)
2 Tim. 4:8 (20) 1 Jn. 3:1-3 (21)
2 Co. 7:1 (22)
Act. 20:27 (23)
2 Ts. 2:13-17 (24)
Act. 15:1-33 (25)
Ro. 3:25 y 5:9 (26)
Sal. 50 :5 (27)
Jn. 14 :21-26 (28)
Mt. 10:37,38 (29)
Sal. 43:3 (30)
Sal. 119:33-40 (31)
2 Ts. 3:5 (32)
Ro. 6:13 (33) Ro. 15:4-7 (34)
Ef. 4:13-16 (35)
Sal. 42:7 (36)
Mr. 15:33,34 (37)
Jn. 11:47-53 (38)
Gén. 3:24 (39)
Sal. 22:1-21 (40) Ef. 5:2 (41) Jn. 17:1 y vv. 21-23
|
[1] Pastor por más de 32 años de la Iglesia Cristiana Evangélica y Director de la Escuela Bíblica de Teología "A.L.E.R.T.A.", en Buenos Aires, Argentina.
[2] MODERNISMO. Variedad de escuelas de pensamiento liberal mal llamado teológico, que niegan los Fundamentos de la Fe Cristiana. Participan de un sinnúmero de filosofías y teorías, tales como: racionalismo, naturalismo, positivismo, relativismo, humanismo, existencialismo, neo-evolucionismo, neo-panteísmo, neo-universalismo, sincretismo, etc. (Véase trabajo del autor: "Antiguo y Nuevo Modernismo". Ediciones "Alfa y Omega", Gral. Martínez 889, Buenos Aires, Argentina).
[3]
ECUMENISMO. Distintas corrientes eclesiásticas
infiltradas de "modernismo"y que tergiversando Juan 17:21, etc., y
sin discernir ni definir Bíblicamente qué es la Iglesia de Cristo, trabajan
por unir Protestantes-Romanistas-Ortodoxos Orientales en una Super Iglesia
Mundial.
Al mismo tiempo, buscan dialogar con otras religiones mundiales y con la
sociedad secular, con miras al utópico sueno "modernista" de un
pseudo "reino de Dios sobre la tierra" por reformas y final fusión
eclesiástico-social-mundana-universal.
[4] FUNDAMENTALISMO. Movimiento espiritual y/o firme
posición de creyentes en la Biblia, levantados desde principios de siglo por
testimonio a los llamados "Fundamentales de la Fe": Inspiración e
inerrabilidad de las Santas Escrituras; la Deidad del Señor Jesucristo, su
nacimiento virginal, su muerte expiatoria y vicaria, su resurrección y
ascensión corporal y su segunda venida. Se opone por lo tanto al
"modernismo", "ecumenismo" y materialismo secular
filosófico o dialéctico, etc.
[5] TEANTROPICA. De "Theos", Dios; y
"Anthropos", hombre. Define así, a quien es a la vez verdadero Dios y
verdadero hombre; quien posee las dos naturalezas, la Divina y la humana, en
UNA PERSONA: ¡EL SEÑOR JESUCRISTO!
[6] SUSTANCIAL. Deriva de "Sustancia" lo que da idea de "materia", cosa que el Espíritu no es ni tiene. Sin embargo usamos aquí la palabra (a falta de otra mejor), para referir a la Unidad "del Espíritu", ya que el Vínculo Esencial de la Unidad Cristiana - la Persona del Espíritu Santo - viene a ser la "Sustancia" de la Unidad para los renacidos. (Véase otra distinción, al pié de pág. 20).
[7] ESPIRITU. Necesitamos notar aquí, la distinción
conceptual entre Espíritu como Sustancia y Espíritu como Persona. Esa
distinción nos es impuesta por el hecho de que tanto la Sustancia como la
Tercera Persona de la Deidad se llaman del mismo nombre: ESPIRITU. Esto nos
obliga a tener en mente que, aunque Sustancia y Persona son una realidad
inseparable e indivisible, sin embargo deben distinguirse; porque la Sustancia
no hace desaparecer a la Persona ni viceversa, pues en tal caso, junto con la
realidad de la Persona o de la Sustancia, desaparecería la realidad Trinitaria,
y Dios sería Bi-Unidad y no Trinidad. Por lo tanto: hay distinción, pero no
división; hay identificación, pero no confusión.
Pero:
¿Por qué se llaman del mismo nombre? Sugerimos que tal hecho es como un índice
que señala la similitud de propósito entre la cualidad de la Sustancia y
la vocación
de la Persona, que es: servir de nexo. Así como la Sustancia
tiene la cualidad
de ser el Vínculo Esencial de Unidad "Natural" de la
Deidad, así la Persona tiene la vocación de ser el Vinculo Esencial de
intercomunión Trinitaria y Teantrópica y de Unidad y Comunión Cristiana.
[8] El "Panteísmo", que confunde espintu-materia asimilándolos y que por lo tanto es "monista", resulta, pues, falso.
[9] Berkhof. "Systematic Theology", pág. 42.
[10] Moule. "Bosquejos de Doctrina Cristiana", pág. 37.
[11] Clarke. "Christian Theology", págs. 83, 92. Citado por Strong en "Systematic Theology", pág. 295.
[12] PERSONAS. Aunque hay peligros en el uso de esta palabra en relación a la Trinidad, por causa de su natural sentido antropomórfico, Sin embargo, ese peligro desaparece si se tiene en mente que la Personalidad de las Personas de la Deidad es infinitamente superior y distinta del concepto de personalidad humana, pues esta última es separada totalmente de uno a otro individuo, pero en la Deidad es perfectamente unida en Esencia o en la Sustancia UNA, aunque tienen al mismo tiempo distinción y relación.
[13] Berkhof. "Systematic Theology", pág. 88.
[14] La sana doctrina exige esa distinción. Por ej.:
Cuando decimos "Dios es un Dios Personal", afirmamos la Personalidad
de la Deidad como un hecho opuesto al error inmanentista del Panteísmo o Monismo.
Pero debemos tener presente que la realidad del Dios Personal es una realidad
TRINITARIA, con lo cual evitaremos caer en el error "Unipersonalista"
que dice que Dios es solo una Persona y no Tres.
[15] GNOSTICOS (2a. mitad Siglo I), y MANIQUEOS (fines
Siglo III), entre otros errores, hablaban de "emanaciones" entre las
cuales referían a Cristo y al Espíritu Santo.
SABELIO
(fines Siglo II) sostuvo la herejía "Monarquista" también llamada
"Modalismo" y "Patripassianismo", que niega la Trinidad de
Personas y afirma que Dios es una sola Persona, siendo Padre, Hijo y Espíritu
Santo, "modos" de automanifestación.
ARRIO
(por A. D. 321-36) negaba la eternidad del Hijo atribuyéndole existencia
anterior a la Creación pero no eterna: una "Criatura superior" con poderes
creativos. Sus seguidores afirmaban que el Espíritu Santo llegó a existir por
voluntad de Cristo.
STRONG A. H., en su clásica obra "SYSTEMATIC THEOLOGY" (24ª edición, 1965, pág. 329), recordó que LUTERO, aludiendo a Juan 1:1, dijo: "LA PALABRA ERA DIOS, ES CONTRA ARRIO; LA PALABRA ERA CON DIOS, ES CONTRA SABELIO". ¡AMEN¡ HOY DIA: Los Unitarios; los seguidores de Swedenborg (1688-1772); y "Testigos de Jehová", niegan la Trinidad. Asimismo "Barthistas" y "Neo-Ortodoxos" no pueden evitar caer en el "Modalismo". Finalmente los así llamados "Ateos Cristianos" (Altizer T. J., Hamilton W., etc.), con su falsa "teología de la muerte de Dios", con sus distintos momentos y modos: "Dios murió", dicen, cuando encarné en Cristo y volvió a morir cuando Cristo murió para luego "encarnar" en todos en una así llamada "resurrección". (!)
[16] STRONG.
"Systematic Theology", pág. 333.
[17] Del llamado
"Credo Atanasiano", aunque Atanasio no lo haya escrito. Atanasio,
como es sabido, fue el campeón de la Santa Doctrina Trinitaria frente a la
herejía Arriana.
[18] INMANENTE,
designa a la Santa Trinidad considerada en la relación de las Personas en el
seno Eterno de la Deidad.
ECONOMICA o DISPENSACIONAL, designa a la Santa Trinidad en la relación de las Personas con sus criaturas, sea en la Creación, como en la Redención, etc.
[19] UNICIDAD. Usamos aquí esta palabra por la riqueza de su etimología que incluye la significación de "UNO" y "UNICO". Es, creemos, la mejor palabra para calificar la Unidad del Espíritu (tanto la Trinitaria como la Cristiana) como UNA y UNIGA y que, por tal razón, repele toda "ecumenicidad" o mezcla inclusivista ecuménica.
* Por vía de ejemplo: Gnósticos, Docetistas,
los seguidores de Cerdón, Apeles y Marción, los Ebionitas, Adopcionistas,
Maniqueos, Arrianos, Apolinaristas, Nestorianos, Monofisitas, Modalistas,
Modernistas, NeoOrtodoxos, Teólogos Existencialistas, ciertos Kenotistas,
Ateos-Cristianos: -negando o reduciendo una u otra naturaleza, o alegorizando
o mitologizándolas para luego "demitologizar"... etc., total o
parcialmente y a veces un poco de cada cosa-, van sumando "fósiles y
eslabones"
en los estratos polifacéticos de la logomaquia ancestral del "padre de
mentiras" (19). E] único campo en que la falsa teoría de la
"evolución" puede encontrar toda la gama de eslabones intermedios...
es en el campo de las HEREJIAS. Satanás tiene algo en su crédito:
una tozuda constancia dialéctica apuntando a un
solo blanco: ENGAÑO!
** Nota de Jamienson, Fausset y Brown, comentando el texto
[20] En Constantinopla (A.D.680/81), el "Monothelisnio" fue rechazado.
[21] Véase en páginas 10 y 11, el Tercer Principio Fundainental de la Unidad.
[22] Véase en páginas 10 y 11 los Principios Fundamentales segundo, cuarto y quinto.
[23]
Espíritu humano: distinguese por
capacidad de juicio o conciencia sentido de intuición y capacidad de adoración.
Alma: distinguese
por la inteligencia, pensamientos, sentimientos y voluntad. Pero, aunque hay
distinción, son indivisibles. Sólo la Palabra de Dios, como se ha visto, puede
penetrarlos.
[24] "Modernistas". Véase en pág. 4, la primera nota al pie.
[25] Los Romanistas, al dar a la "tradición" -que en muchos casos contradice a las Santas Escritura- igual autoridad que a éstas, contradicen la clara enseñanza del Señor Jesucristo y de los Apóstoles. La Biblia es el Juez de las "tradiciones"; ¡nunca viceversa! (30).
[26] DISCREPANCIAS. (Breve detalle, no exhaustivo). Algunos aspectos Cristológicos. Predestinación o libre albedrío; Seguridad de la Salvación o caída de la Gracia; Entendimiento de la Tegeneración y nuevo nacimiento. Erradicación del pecado o Santificación progresiva. Escatología: Arrebatamiento de la Iglesia (Pre, Medio o Postrihulacionismo); Pre, Post, o A-milenialismo. Dispensacionalismo o Teología del Pacto. La Iglesia y su integración y expresión; Nombres Denominacionalistas. Lugar y Acción de las hermanus en la Iglesia. Alcance y uplicación de la Doctrina de la separación; Etica y Métodos en la Defensa del Evangelio. Rociar o no párvulos y su significado, Inmersión o aspersión de creyentes y significado. Gobierno de la Iglesia. Cena del Seflor y su significado. Misiones modernas y su relación a Iglesias y Métodos Novotestamentarios. Doctrina y práctica de la Unidad Cristianu; etc. Todas son cuestiones de fondo que tienen que ver con la Fe y Testimonio y determinan posiciones y aspectos vitales para la Fe, Predicación, Vida, Obras, Enseñanza, Etica y Esperanza Cristianas. ¡CUIDADO! (12).
[27] Por vía de
ejemplo, transcribimos traducido del Inglés, un párrafo tomado del
".Christian Beacon" del 20 de Febrero de 1969, pág. 6, en el cual el
Dr. Carl Mc Intire (Presbiteriano) contestando una carta del Dr. Robert Ketcham
(Buutista), dice:
<<.... . En este asunto de la regeneración bautismal, bautismo infantil, el Catecismo Mayor, y otros por el estilo, debemos reconocer que estas son áreas que no están dentro del escopo de la actividad del Concilio Americano. Usted es un Bautista, y que Dios le bendiga en ello. Déjeme ser Presbiteriano, y que Dios me bendiga en ello. Pero seamos los dos Cristianos, pues fue sobre esta base que todos éramos creyentes que el Concilio Americano y el Concilio Internacional de Iglesias Cristianas fueron levantados simplemente como agencias limitadas y bien definidas para la cooperación y no para la realización de administraciones o funciones de Iglesia o eclesiásticas. ¿Estamos olvidando todo esto? Ustedes de la GARBC están formulando cuestiones e impulsando asuntos en este punto que destruyen la misma composición del Concilio, haciendo imposible que sean parte de él los Episcopales y Luteranos y hasta los Presbiterianos, pues lo que ha dicho acerca del bautismo infantil con relación al Obispo Dees se aplica plenamente a las enseñanzas de la Confesión de Westminster y a las formas que hun desarrollado en la historia Presbiteriana en la administración del bautismo infantil. Por favor, Bob, por favor dejemos que estas cosas queden donde originalmente las pusimos cuando se formó el Concilio. Todos estamos a favor de la fuente carmesi y ningún agua puede salvar o ayudar a algún alma por quien Cristo murió.>> Esto es una clara prueba de lo que nosotros llamamos "STATU QUO".